Ratzinger no se bajó de la cruz. "Me lo dijo Dios"

El verdadero poder está en el servicio

(Jesús Bastante).- "Me lo dijo Dios". Esta es la única respuesta que pueden sacar aBenedicto XVI los íntimos que le visitan en el Mater Ecclesiae, el pequeño monasterio en el interior del Vaticano donde se ha recluido tras su renuncia. ¿Por qué decidió dejar el Papado? "Me lo dijo Dios".

Desde que el domingo Zenit publicara la noticia -y RD la rebotara-, las reacciones se han sucedido. No son pocos, nostálgicos, que todavía culpan a Ratzinger de "haberse bajado de la Cruz", de abandonar su misión, de contribuir al "caos" que, en su opinión, está trayendo el "párroco argentino" (sic).

Sin embargo, detrás de las palabras de Ratzinger, en mi opinión, se esconde unaprofunda humildad. Una gran lección, que ya apuntara el papa emérito en sus últimos días, después de anunciar su renuncia y antes de hacerla oficial, y que Francisco ha hecho suya (y, de hecho, supone una de las auténticas revoluciones del presente y el futuro de nuestra Iglesia): El verdadero poder está en el servicio.

Y es que nuestra vocación, la de cada uno, con sus talentos, miserias y compromisos, es la de servir. Al otro. Al prójimo. A ese que se cae y al que hay que recoger. Es muy fácil confundir poder y servicio. "Por el bien de la Iglesia", dicen algunos, curiosamente siempre los de arriba, los que no quieren bajarse del carro y se atrincheran en sus palacios y sus coches oficiales.

Desde un pequeño monasterio, apartado del mundo, Benedicto XVI nos sigue dandoejemplo de humildad y desprendimiento. Al lado, en la Casa Santa Marta, Francisco hace lo propio. Y a este humilde cronista no le cabe duda alguna de que, en esta ocasión, a ambos, "se lo dijo Dios". Ese mismo Dios que habla en los arrabales y en el silencio de la oración

RD