"Yo voy a hablar de hartas cosas. Soy casi tan disperso como Fernando Montes. Voy a hablar de hartas cosas y en eso quiero invitarlos a que ustedes, a lo largo de estos puntos que voy a dar, vayan haciéndole caso a su corazón. De pronto hay afirmaciones que a uno le remecen, a veces, porque uno hace sintonía con ellas y, otras veces, porque uno lo cuestiona o le quebrán algo o no está de acuerdo con ellas. Está bien, póngale atención a eso porque porque por ahí puede haber algo de lo que Dios quiera invitarlos a rezar, durante esta mañana y tomen nota, tomen nota de eso.
Quisiera hoy día, invitarlos a mirar este Viernes Santo, lo que significa el fracaso en la vida humana y uno puede decir bueno el Padre se puso medio depresivo con esto. Quiero invitarlos a que miremos el fracaso con lo que eso significa en la vida nuestra, en la vida de Jesús, en la sociedad también.
Nosotros estamos en una cultura que es una cultura bien exitista donde se niega muchas veces la dificultad, se niega la problemática. Cuando uno se cruza con alguien en la calle: ¿cómo estas? Bien ¿y tú? Bien. Como que siempre uno está bien, no quiere entrar en zonas que son más delicadas, más difíciles. Cuando a uno le sucede algo malo en la vida, la gente que lo quiere lo va a saludar, le da un gran abrazo y le dice, todo va a estar bien. Los papás le dicen a los hijos, cuando están pasando por un período o momento de dolor, todo va a estar bien. Estamos llenos de películas difíciles donde los héroes triunfan, las heroínas salen victoriosas. Y hoy día, en esta cultura del éxito, los jóvenes tienen actualmente metas que son también un reflejo de eso: lucro, goce, éxito y brillo social. Autoafirmación, cualificación y perfección moral. Básicamente, uno podía reducir lo que aspiran a hacer los jóvenes, como ser reconocido públicamente, ser querido, sin que necesariamente tenga yo que darme o entregarme. sacar siempre ventajas y mostrar, más que poseer, en realidad, mostrar cualidades apreciables y excepcionables. Disfrutar siempre en todo y nunca derrotado. ese es el, más o menos, panorama que tiene un joven cuando le pregunta uno que es lo que más te gustaría que sucediese en tu vida.
Y cuando nos fijamos, nosotros, en la vida de Jesús, por ejemplo, en sus tentaciones, que están en el capítulo cuatro del Evangelio de Mateo, las tentaciones siempre apuntan a modos de éxito que son en solitario. resolver la necesidad de pan, la vanidad corta, espectacular, la soberbia del que puede poseer, así en un chispazo el dominio de todos los reinos del mundo. éxito corto, rápido, de impacto..."
Pueden escuchar el audio, de radio Duna, aquí
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