Tuesday, July 15, 2008

JMJ Sydney 2008 - Desde el cenáculo de Sídney (5) por Jesús de las Heras Muela


DIEZ MODELOS, DIEZ INERCESORES JÓVENES

Los diez patrones de la XXIII JMJ Sídney

Jesús de las Heras Muela Director de ECCLESIA (Enviado especial)
Son las 23,20 horas en Sídney del martes 15 de julio. Esta tarde, mientras el sol se ponía sobre la bahía Jackson, dorando sus aguas en las que se refleja imponente y hermosa como siempre la Opera Housse, el cardenal George Pell, arzobispo de esta ciudad, presidía la misa de apertura de la XXIII JMJ. En su finalización, el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, en nombre del Papa Benedicto XVI, declaraba oficialmente inauguradas las Jornadas, mientras los muchos miles de jóvenes y se fieles que llenaban la amplia explanada de Barangaroo –el muelle de la bahía- irrumpían en aplausos.
Al regreso de la Eucaristía, ya en plena noche, llena de luces y de juventud por las calles de la gran ciudad, me he acercado a la catedral de Santa María de Sídney. En otra crónica hablaré de este hermosísimo templo neogótico, uno de los epicentros de la JMJ. Ahora quiero hacer memoria de lo que he visto en ella esta noche.
A las 22 horas la catedral permanecía abierta. Abierta y serena y orantemente concurrida. Resulta que en Santa María de Sídney no solo está la catedral y anexa la vivienda del arzobispo y las dependencias del arzobispado, en donde además se alojará desde el jueves Benedicto XVI.
Durante estos días la catedral de Santa María de Sídney es lugar de especial peregrinación juvenil porque el templo es memoria y plegaria de los diez patrones de la XXIII. El amor a Jesucristo, la confesión hasta heroica de la fe, el servicio al prójimo y en especial a los pobres y la vibración testimonial y misionera son los denominadores comunes de estos diez patrones jóvenes de Sídney 2008.
Patrona propia y singular de la JMJ es María siempre joven, siempre madre. A Ella está dedicado el templo. Y ella es venerada y amada singularmente en Australia bajo el título de Nuestra Señora de la Cruz del Sur, bajo la advocación de ayuda o auxilio de los cristianos, es decir, de María Auxiliadora.

María Auxiliadora y Pier Giorgio Frassati

Nuestra Señora de la Cruz del Sur –María Auxiliadora- es la primera y principal patrona de la XXIII JMJ. Pero hay otros nueve más e incluso las reliquias de uno de ellos preside durante estos días una de las capillas absidiales de la catedral. Se trata de italiano Pier Giorgio Frassati (1901-1925). Se trata de un joven italiano, muy comprometido con el apostolado seglar que luego dará origen a la Acción Católica, apasionado por la justicia social, amante del humor y del deporte. Fundó un periódico, se opuso al fascismo y ayudó a los necesitados. Una poliomielitis acabó a los 24 años con su joven vida. Cuenta que todos los pobres a quienes él había ayudado acudieron a su entierro.
La trayectoria humana y cristiana de Frassati queda ilustrada en la catedral de Sídney con distintos paneles sobre su vida, que rodeando el ábside del templo, conduce a la citada capilla provisional de sus reliquias. Eran muchos los jóvenes que esta noche recorrían los paneles y oraban ante su túmulo.

Tres cristianos de Oceanía

Entre 1803 y 1841 vivió el sacerdote y misionero francés San Pedro Chanel. Fue martirizado en la isla de Wallis y Futura. Evangelizó a tribus caníbales y su “osadía” acabó con su vida. Su cuerpo fue expuesto en Vila María de Sídney.

El cuarto patrono de la XXIII JMJ es un beato de Papua Nueva Guinea. Es Pietro To Rot (1912-1945). También joven. Estaba casado y fue padre de tres hijos. Era catequista. Con tan solo 33 años fue martirizado por su fe en un campo de concentración de la segunda guerra mundial en Japón.

Mary Mackillop es la primera beata australiana, beatificada por Juan Pablo II en Sídney en 1995, en el hipódromo que acogerá este fin de semana la clausura de la XXIII JMJ. Vivía 67 años, de 1842 a 1909. Sirvió a los pobres a y los analfabetos. Se hizo religiosa y fundó las Hermanas de San José, a quienes legó el carisma del servicio a los más necesitados.

Dos contemporáneos grandes santos del pueblo

Siempre que los jóvenes se encuentran con una Misionera de la Caridad, la paran, la saluda y se ensancha su corazón. Y es que en las Misioneras de la Caridad ellos y todos los vemos a Madre Teresa de Calcuta, la desde 2003 beata Teresa de Calcuta. Aunque vivió 87 años, es siempre un testimonio joven y bien hermoso. También su carisma fue la caridad. Una caridad que se nutría de la Eucaristía y de la oración.

Todavía siervo de Dios, no podía faltar entre los patrones de la JMJ, el Papa Juan Pablo II, el Papa de los jóvenes, el querídisimo creador de las JMJ. Decir Juan Pablo II es decir JMJ; decir JMJ es decir Juan Pablo II. En dos ocasiones visitó Juan Pablo II Australia: en 1986 y en 1995 y su recuerdo permanece vivo en esta tierra de mares y de océanos.

El primer Papa en visitar Australia fue Pablo VI. Lo hizo en 1970. También estos días son ocasión privilegiada para su memoria y para la acción de gracias por su ministerio apostólico, tan intenso y fecundo. Máxime ahora, con otro Papa en Sídney y en las vísperas del trigésimo aniversario de su fallecimiento.

Tres jóvenes santas del siglo XX

Completan el cuadro de honor de los diez patrones de la XXIII JMJ tres jóvenes santas europeas contemporáneas. Las tres son bien queridas y bien populares. La primera de ellas en el tiempo fue Santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz –Teresita de Lisieux-, siempre admirada por los jóvenes, siempre atrayente, siempre derramando mil gracias a su paso y a su invocación. Teresita vivió entre 1873 y 1897. Con 24 años murió después ser el amor en el corazón de la Iglesia. Es además compatrona de Australia, país que jamás visitó y apenas conoció. Modelo de la llamada infancia espiritual, Teresita, que nos enseña a confiar siempre en Dios que Padre amoroso, aguarda ahora impaciente la llegada a los altares de sus padres, que serán beatificados el próximo 19 de octubre. La fecha coincide con el día del Domund. Teresita, junto a San Francisco Javier –excepcional apóstol del Índico y del Pacífico- es la patrona de la misiones. La XXIII JMJ Sídney 2008 es una Jornada eminentemente misionera: “Recibiréis la fuerza del Espíritu, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis discípulos”.

La adolescente italiana Santa María Goretti no podía faltar en este cuadro de honor, en este poderoso elenco de intercesores y de modelo. María Goretti defendió con su vida la virginidad cuando tan solo tenía 12 años. Perdonó a su asesino –un amigo de la familia- y logró su conversión. Este, cumplido ya el período de su encarcelamiento y debidamente arrepentido, asistió a la beatificación de María Goretti, compartiendo banco con la madre de esta joven heroína del sur de Italia.

Treinta y tres años vivió la joven polaca Faustina Kowalska (1905-1938). Superó las reticencias y resistencias de sus padres que no querían que se hiciera religiosa. Es el gran apóstol de la Divina Misericordia y nos mostró el rostro y corazón misericordiosos del Señor Jesús.
Ecclesia Digital

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