Los obispos de la región de África central hicieron un llamamiento a la paz dirigido a los actores en los conflictos de Darfur (Sudán), Chad y la República Centroafricana (RCA). “Nos sentimos interpelados por el drama humanitario que entristece el corazón de millones de hombres y mujeres de Darfur, y que tiene además un impacto muy negativo sobre la calidad de vida de nuestra región, en particular en Chad y en la República Centroafricana”.
La declaración fue difundida desde Bangui, capital de la RCA, durante la misa de clausura de la VII Asamblea Plenaria de la Asociación de Conferencias Episcopales de África Central (ACERAC).
Monseñor Louis Portella Mbuyu, obispo de Kinkala (República de Congo), también aprovechó la ocasión para denunciar “las consecuencias desastrosas del orgullo y del egoísmo, que con frecuencia se traducen en guerras, destrucción, pobreza, violencia, injusticia y derroche de recursos materiales y humanos”.
Más de un centenar de obispos y religiosos de Camerún, Chad, República Centroafricana, Republica de Congo y Guinea Ecuatorial participaron en el encuentro. Al término de la asamblea se eligió a Monseñor Timothee MOdibo Nzo Kengba, obispo de Franceville (Gabón), como nuevo presidente de la ACERAC.
Kengba sustituirá a Monseñor François Xaveier Yombaindje, obispo de Bossangoa, en el norte de la RCA.
Mundo Negro
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