Monday, September 22, 2008

Al anochecer, los invitamos a tener un encuentro con el Señor de la Vida

Lucas 8:16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener."



¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy

El Amor y la Palabra de Dios es una lámpara para nuestros pasos, una lámpara que brilla desde el interios de nuestras personalidades.
Nada puede apagarla.
La luz es la luz del Amor de Dios, y a menudo no podemos creer en ese Amor. Está siempre ahí, brillando en la oscuridad, la duda, la maldad y el pecado.
Nuestra luz la guardamos como un secreto; escondemos nuestra bondad hacia los demás.
La oración nos estimula para que admitamos y confesemos, no sólo nuestras faltas, sino que también nuestra gran belleza interior, en cada uno y en cada una.

Espacio Sagrado

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