El obispo auxiliar de Santiago Mons. Andrés Arteaga bendijo la temporada 2008-2009 del circo Los Tachuelas, simbolizando en éste el acompañamiento de la Iglesia a toda la familia circense chilena.
La ceremonia que cada septiembre se realiza con el fin de dar inicio a los meses más intensos de trabajo del circo -declarado oficialmente patrimonio cultural de Chile-, se vivió momentos antes de que se iniciara la primera función.Luego que un conjunto folclórico ofreció un esquinazo, aparecieron en escena los hermanos Maluenda, más conocidos por sus personajes de los payasos Tachuelas, quienes rindieron un homenaje a tres personas que han destacado en la trayectoria del circo chileno y posteriormente encomendaron a Dios su labor.
“Nuestro trabajo, que consiste en hacer reír, lo hacemos siempre encomendándonos a Dios, por eso para nosotros es muy importante en esta primera función pedir que nos bendiga”, señaló Gastón Maluenda.
En compañía de los capellanes circenses padres Marcelo Catril y Guillermo Ellis, de las diócesis de Valparaíso y Puerto Montt, respectivamente, subió a la pista Mons. Andrés Arteaga, quien resaltó la significancia que tiene el circo en la transmisión de valores en la familia chilena, como la alegría y la superación.
El pastor destacó que su forma de vida recuerda que nuestra estadía es pasajera en esta tierra.“El circo es una actividad muy interesante de la sociedad y de la cultura. Los circenses itineran y ayudan a que la gente pueda unirse a otros mundos. Nos recuerdan que todos nosotros somos migrantes en esta vida y que tenemos que vivirla con alegría”, expresó Mons. Arteaga.
Añadió que “también son ejemplo de superación, porque generalmente son familias que con esfuerzo y por tradición van transmitiendo estas costumbres y valores a sus hijos. Por lo tanto es un mundo muy querido por la Iglesia y la Iglesia del mundo entero ha querido acercarse al circo”.
`El trabajo de acompañamiento en Chile se realiza a través de la Pastoral Circense, un ámbito de la pastoral de Movilidad Humana y que es coordinada por el Instituto Chileno Católico de Migración (INCAMI) de la Conferencia Episcopal.
Más información: http://www.incami.cl/
Fuente: Comunicaciones INCAMI
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