En la ocasión, el Arzobispo de Santiago valoró el legado social y pastoral de Don Carlos, además de su rol como presidente de la Conferencia Episcopal.
El miércoles 17 de septiembre el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, visitó a don Carlos González, Obispo Emérito de Talca, quien sufre de un cáncer hepático que tiene bastante complicado su estado de salud.
En su visita el Cardenal destacó el legado de Mons. Carlos González “en su compromiso con la juventud, con los pobres, con la justicia, y todo esto iluminado por el Evangelio. Don Carlos es un enamorado del Evangelio, es sorprendente la manera de como él saca conclusiones de las distintas parábolas, de las enseñanzas de Jesús, arrojando luz a nuestra convivencia nacional”.
Sobre el rol que cumplió Monseñor González en los años del gobierno militar, el Arzobispo de Santiago afirmó que “Don Carlos Siempre buscaba la verdad ante todo, al igual que otros Obispos que han pasado por la historia de nuestro país (…) Gracias a Dios en ese momento de forma muy unida los obispos de Chile estuvieron buscando que hubiera justicia en nuestro país, que no hubiera discriminación por razones políticas, que se respetaran los derechos humanos, que tuviera protección el encarcelado y no se sabía dónde estaba. Es impresionante la labor de esos años no solo con la Vicaría de la Solidaridad en Santiago, sino que también en muchas otras diócesis. En todo eso Don Carlos tuvo un rol muy importante tal como el Cardenal Silva Henríquez, Monseñor Santos, Monseñor Fresno, entre otros”.
Con respecto al diálogo que sostuvo con Mons. González el Cardenal Errázuriz valoró el rol del Obispo Emérito como Presidente de la Conferencia Episcopal, “cuando tuvo una presencia muy grande en el país, mostrando desde el punto de vista del Evangelio, iluminando situaciones concretas en el país”. Cabe recordar que Don Carlos fue Presidente de la CECh por dos períodos, entre 1988 a 1992.
En la ocasión, el padre Rafael Villena, Vocero ante la enfermedad del Obispo, comunicó a los medios presentes que el Cardenal trajo un regalo enviado por Su Santidad Benedicto XVI, que era un rosario bendito por el Papa, que con mucho cariño había sido entregado a don Carlos para acompañar sus oraciones.
Fuente: Comunicaciones Talca
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