Thursday, September 24, 2009

Chile: “Un Mural para la Ciudad”

La obra de Claudio Di Girólamo fue inaugurada en la Universidad Católica Silva Henríquez, al conmemorarse los 10 años desde que esa casa de estudios adoptó el nombre del Cardenal Raúl. Las máximas autoridades de la Congregación Salesiana y de la UCSH, así como la Ministra de Cultura, estuvieron presentes en la ceremonia de bendición.



“Una Clase de Arte”. Con esas palabras definió la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, el mural que nuestra Casa de Estudios inauguró este miércoles 23 de septiembre, con motivo de cumplirse 10 años desde que acogiera el nombre del Cardenal Raúl Silva Henríquez.


La obra- perteneciente al artista Claudio Di Girólamo junto a su hijo Roberto- se encuentra instalada en el exterior de la Casa Central (orientada hacia calle Carmen) y fue inaugurada y bendecida con la presencia de la Secretaria de Estado, las máximas autoridades de la UCSH, académicos, funcionarios, estudiantes e invitados.


Titulada “Un Mural para la Ciudad”, esta creación da cuenta del carácter de nuestra institución, definida a sí misma como Universidad Católica y Salesiana, que entrega una educación en diálogo constante con el mundo, abierta al debate de ideas, al servicio de la persona humana, y de la formación de profesionales comprometidos con la sociedad y sobre todo con los más desposeídos.


La obra pictórica fue instalada en el exterior del plantel, de manera que su mensaje también pueda ser apreciado por la comunidad urbana, cumpliendo cabalmente su rol de Arte Público. Así lo reafirma el propio Claudio Di Girólamo, quien define este mural como “un aporte a la ciudad, a la belleza y nada mejor que la belleza en la calle. Podría estar en cualquier parte, pero se decidió que estuviera a la vista de toda la gente que pasara por calle Carmen, entonces creo que es un regalo para la ciudad”.


El artista agregó que concebir esta obra también fue un regalo para él, pues es un convencido de que le arte verdadero debe estar al servicio de la comunidad y de la ciudad. “He luchado toda mi vida por el arte público y aquí se dio la ocasión precisa para que un rector, con la apertura de Sergio Torres, pudiera hacer una obra de este tipo que no estuviera enclaustrada dentro de la universidad, generalmente estas obras son para dentro y no para fuera, ésa fue la primera cosa que me interesó (…) la cultura verdadera no sólo es la erudición de las aulas, entonces traté de hacer un lenguaje muy simple, sencillo, para que todo el mundo, de la clase social que sea, hombres, mujeres y niños, pudieran gozar de esto y encontrar preguntas que contestar”.


Finalmente, Di Girólamo señaló que la obra también constituye “un homenaje a mi gran amigo Raúl Silva Henríquez (…) en momentos muy duros de nuestra historia él defendió al ser humano, defendió a este ser humano por el cual trabaja la universidad, por eso también hay que dejarlo en las nuevas generaciones”.



Por su parte, Paulina Urrutia, Ministra Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, felicitó a la universidad por la iniciativa y por haber tenido la visión de regalar arte y hacerlo parte de la vida cotidiana del alumnado y de la ciudadanía. Catalogó la obra como “Clase de Arte”, porque en cada uno sus tres cuadros, que en conjunto forman la unidad, están representados el pasado y los cimientos de la vida universitaria, el presente con el debate de ideas y el futuro de la humanidad, respectivamente.
“Esta clase de don Claudio se hace en el espacio público, para que sea parte de la vida cotidiana de las personas, que es la forma cómo se debe vivir el derecho a la cultura en un país, de manera cotidiana, accesible, como un derecho que nos permita a nosotros enfrentarnos y ser capaces de construir futuro coherentemente con nuestro pasado, reconociendo a quienes antes que nosotros fueron capaces de forjar el futuro que hoy nosotros estamos viviendo como presente. Ésa es la verdadera educación, ser capaces de reconocer al profesor, al maestro, al padre”, afirmó la Secretaria de Estado.
El Rector de la UCSH, en tanto, quiso destacar y explicar a los jóvenes de la universidad por qué la obra fue encargada a Claudio Di Girólamo, indicando que la decisión no sólo responde a la reconocida calidad de sus obras, sino que además a la estrecha relación del artista con el Cardenal Silva Henríquez, quien personalmente le encomendó varias obras significativas.
Asimismo, Sergio Torres recordó que hace 11 años, con ocasión de nuestro cambio de nombre, la universidad ya había contactado a Claudio Di Girólamo, quien no pudo asumir el desafío debido a sus responsabilidades como Jefe de la División de Cultura del Ministerio de Educación.


Próximo a cumplir vigorosos y fecundos 80 años, pienso que es un buen momento para destacar el enorme aporte que Claudio Di Girólamo ha realizado a la cultura en nuestro país. Es un destacado artista, sus obras dan prueba de ello. Ha sido un gran pedagogo, pues no se ha cansado de educarnos al arte y educar a través del arte. Ha sido un destacado impulsor y gestor cultural fortaleciendo la institucionalidad e impulsando numerosas iniciativas en ese sentido. Una Casa de Estudio como la nuestra no puede dejar pasar esta hermosa ocasión para valorar, destacar y agradecer su gran aporte. Qué gran chileno ha sido este bueno, lúcido y alegre italiano”, afirmó el Rector Torres.
La obra
“Un Mural para la Ciudad”- obra que se despliega en una superficie total de 5,60 de ancho por 10,50 de alto- se estructura en tres paneles de iguales dimensiones, los que fueron pintados en acrílico sobre tela, posteriormente fotografiados en alta definición, ampliados, reproducidos digitalmente en sus actuales dimensiones e impresos a fuego en 544 placas de cerámica de alta resistencia.
Primer Panel: Las Raíces
Se rememoran aquí las casi milenarias raíces de la institución universitaria, que nos remiten al año 1084 cuando, en la ciudad de Bolonia en Italia, se fundó la primera universidad europea, y el lema “alma mater”, “la madre alma”, que hasta el día de hoy, acompaña el concepto de universidad, en cualquier país del mundo.
En el panel se recrea idealmente una clase magistral del siglo XIII, dictada por el “magíster” frente a sus discípulos, desde su Cátedra, que ostenta el emblema de esa universidad. Ese acto se desarrolla en uno de los claustros de esa casa de estudios y su iconografía está basada en documentos históricos de la época que, entre otros interesantes datos, dan cuenta de que, desde el siglo XII, ya había mujeres estudiando en las aulas universitarias.
Segundo Panel: El Debate de Ideas
En el transcurso de las reuniones para concebir este panel, se abrió camino la posibilidad de mostrar- en un diálogo de personajes de diferentes épocas- la inculturación del pensamiento y la acción de la Iglesia en el mundo de entonces y de hoy, con sus vaivenes de encuentros y desencuentros entre la fe, la ciencia y el arte.
Es por eso que no debe extrañar el ver debatiendo entre sí, a Santo Tomás de Aquino con Einstein y Galileo, bajo la atenta mirada de Gandhi; o Darwin discutiendo con Theilard de Chardin; o Martín Lutero observando y recordándonos el desafío pendiente del diálogo ecuménico; lo que Pablo Picasso está pintando, o nuestra Gabriela Mistral abrazando a Santa Teresa de Calcuta.
Tercer Panel: La Visión y el Sueño Realizado
La Universidad Católica Silva Henríquez, alimentada por el pensamiento y la doctrina Social de la Iglesia, realiza la visión de Don Bosco y el sueño del cardenal Raúl Silva Henríquez a los pies de la Cordillera de los Andes.
En una síntesis estética, este último panel pretende mostrar y recoger de manera simbólica, el sello específicamente salesiano de la forma de impartir la educación, que, desde los primeros intentos de San Juan Bosco, su fundador, se dedicó especialmente a revestir ese proceso con un componente afectivo de acogida a los educandos, y de acompañamiento muy cercano en las diferentes etapas de la formación académica, nunca desligada del crecimiento de la persona humana en su propia identidad, irrepetible e intransferible, sin distinción de clase y especialmente dirigida hacia los niños y jóvenes de menores oportunidades.
Pretende, rendir además, un homenaje al cardenal Silva Henríquez, quien, entre muchos otros méritos, durante largos años de su vida trabajó y luchó denodadamente para dar forma a una institución educativa que reflejara los ideales de Don Bosco.
Fuente: Comunicaciones UCSH
Santiago, 24/09/2009

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