‘VN’ entrevista a Pedro Mª Lahora, tras las acusaciones de abusos a menores contra un miembro de la Orden
(Miguel Ángel Malavia) El religioso español de la Orden de San Viator, José Ángel Arregui, ha sido condenado por un tribunal chileno a 817 días de prisión (2 años y casi tres meses) por un delito de posesión de pornografía infantil. Tras su detención en Chile el pasado agosto, recientemente se levantaba el secreto de sumario del caso. Al condenado se le acusaba de de poseer centenares de cintas con material pornográfico que reflejarían los abusos sexuales que el propio Arregui, presuntamente, habría cometido en centros educativos de la Orden. Vida Nueva ha contactado con el Superior Provincial de San Viator, Pedro Mª Lahora.
- ¿Cuál es el sentimiento de la congregación ante las acusaciones que recaen sobre uno de sus miembros?
El sentimiento de la congregación es de asombro, dolor y consternación, unido a un planteamiento claro de condena sin paliativos de los hechos que se le imputan. Estamos doloridos en nosotros y sobre todo en las posibles personas que han podido ser afectadas directamente por esos condenables actos. A esas personas ofrecemos nuestro apoyo, nuestra solidaridad y nuestra asistencia.
- Benedicto XVI está siendo muy claro en cuanto a la actuación frente a los abusos en el seno de la Iglesia. Así, lo pone de manifiesto en su Carta a los católicos de Irlanda, publicada estos días: tolerancia cero, huir de la ocultación o el alejamiento del problema y total colaboración con la Justicia. En San Viator, partiendo del “pleno respeto a la presunción de inocencia”, han seguido esas directrices al pie de la letra.
En la congregación, desde el principio, nuestro actuar ha sido de plena colaboración con la policía judicial en la investigación. El propio sumario constata esta actitud por nuestra parte. Y seguimos colaborando con claridad con la Justicia, lejos de nosotros la ocultación. Hemos afrontando el problema, hemos dado la cara ante la sociedad, con profundo dolor; y seguiremos afrontando con el apoyo de nuestros hermanos y del Señor lo que nos venga.
- ¿Puede calar en la sociedad la idea de que en la Iglesia los abusos están fuertemente extendidos?
La situación es de mucha confusión y oportunismo. Pero desde nuestro planteamiento no hay que negar la realidad de los hechos constatables.
En nuestro caso, ha sido un hecho puntual, dentro de una historia de más de cien años de labor educativa. Miles de alumnos y de profesores avalan nuestro buen hacer. Nos toca afrontar esta realidad única y, la verdad, es que han sido muchas las muestras de apoyo a nuestra labor.
Vida Nueva
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