Juan 13:31-33, 34-35
Cuando Judas salió, Jesús dijo: "Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él. Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto. Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros".
Cuando Judas salió, Jesús dijo: "Ahora es glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él. Por lo tanto, Dios lo va a introducir en su propia Gloria, y lo glorificará muy pronto. Hijos míos, yo estaré con ustedes por muy poco tiempo. Me buscarán, y como ya dije a los judíos, ahora se lo digo a ustedes: donde yo voy, ustedes no pueden venir. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado. En esto reconocerán todos que son mis discípulos, en que se amen unos a otros".
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
El entusiasmo no le permitió a Pedro ser calculador o medido. Ruego a Dios por la misma voluntad de seguir a Jesús, incluso mientras estoy consciente que necesito la valentía y la voluntad que le fallaría a Pedro en su hora más oscura.
Las negaciones de Pedro eran compensadas por sus profesiones de Fe. Me preparo para caminar con Jesús en su camino hacia la Cruz, al recordar cuando he sido fuerte y pidiendo perdón cuando he sido débil.
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