Monday, November 05, 2012

El fundamentalismo que invade África



Un detallado informe en el número de noviembre de “Missioni Consolata” afronta con enorme competencia el fenómeno del integralismo africano. La alarma y la preocupación de las comunidades cristianas

LUCA ROLANDIROMA
El 7 de agosto de 1998 explotaron contemporáneamente dos potentes artefactos en las embajadas estadounidenses de Nairobi y Dares-Sallam, en Tanzania. Murieron 223 personas y 4000 resultaron heridas. Fue el día en el que comenzó el proceso degenerativo y peligroso del aumento del integralismo de inspiración islámica en África. Desde entonces, el fenómeno no ha dejado de aumentar, ni las dimensiones del terror y opresión que causan en la población. El de 1998 fue el ataque más cruel antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Se trataba de la declaración de guerra del fundamentalismo en tierra africana, que entonces estaba bajo el mando de Osama Bin Laden y de Al Qaeda; quince años después se encuentra en manos de grupos como los milicianos somalíes de Al Shabaab, los nigerianos de Boko Haram y los grupos jihadistas del norte y del centro del continente. Estos grupos islamistas han tomado el control de todo el territorio y aplican la ley islámica, por lo que las guerras civiles están a un paso de explotar.

El número de noviembre de la revista “Missioni Consolata”  presenta un rico dossier (“El integralismo islámico a la conquista del continente. Jihad africana”) con textos, análisis y reportajes de distinguidos periodistas y analistas (Massimo Campanini, orientalista; Gianandrea Gaiani, director de la revista “Analisi Difesa”; Matteo Guglielmo, experto de Limes; Marc-Antoine Pérouse de Montclos, politólogo  francése del Institut de recherche pour le développement; Arturo Varelli, investigador del Instituto para los estudios de política internacional de Milán), coordinados por dos expertos de cuestiones africanas, los periodistas Marco Bello de “Missioni Consolata” y Enrico Casale de la revista  “Popoli”.  

Durante las últimas décadas, el terror se ha convertido en una práctica ordinaria en muchos países africanos sub-saharianos; las comunidades católicas y cristianas han sido a menudo el blanco de un enfrentamiento que va más allá de la guerra de religión, pues se presenta en escenarios de dominio y control político de áreas completas, además de la construcción de una red de estrategias a nivel económico. Hay muchos ejemplos de ello, algunos más conocidos que otros: el más dramático fue el de la guerra en Sudán y la división del país, con la emergencia humanitaria en Darfur. En este número especial también se habla del Movimiento Nacional de Liberación de la Azaward, con la declaración de independencia de Mali del norte y la secesión  de Bamako, de los casos de Libia y de Nigeria.

En los artículos de este dossier se toman en cuenta diferentes casos: la bomba libia de la época después de Gadafi, Mali y los dos países que se constituyeron con una guerra, Nigeria y el saqueo de Boko Haram y Somalia con la influencia de Al Shabaab. Como telón de fondo están las cuestiones geopolíticas y el papel de las grandes potencias, desde los Estados Unidos hasta Europa y sobre todo China, gran protagonista de un nuevo colonialismo político-cultural y económico.

Los islamistas, escriben los responsables del dossier, «están ganado terreno progresivamente […] a menudo se trata de movimientos con orígenes diferentes (y que con el tiempo se han transformado). Pero, ¿cuáles son los contactos que tienen entre sí? ¿En cuáles ideales se inspiran? ¿Dónde y cómo operan en el terreno? ¿Quién les financia, quién les ofrece verdaderos arsenales militares?».

Son solo algunas de las preguntas que los autores tratan de responder, o, por lo menos, describir algunas hipótesis y escenarios para el futuro. Con el integralismo islámico en el África sub-sahariana habrá que hacer cuentas, y los primeros que han denunciado este fenómeno han sido las iglesias cristianas, los misioneros y los que operan en el territorio y ven cómo aumentan la violencia y su recrudecimiento, la muerte, la anti-modernidad, la discriminación. Todo ello induce a la reflexión profunda.

Vatican Insider

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