Tuesday, March 05, 2013

CUARESMA: 40 DÍAS CON LOS ÚLTIMOS


R.D.CONGO
Población: 69.575.000
IDH: 0,286




3ª semana: Nuestra forma de consumir y de usar el dinero

La gota de pus

Unos días antes se había cortado en la palma al extraer a mano el mineral en bruto. Simon apenas tenía nueve años, pero ya acumulaba varios de experiencia en la mina de coltán, ese mineral gris que tan importante parecía y del que decían que era la causa de tantas desgracias en la región de Ituri. En las condiciones en las que trabajaba junto con otra docena de niños como él, era impensable pensar en una cura, de modo que Simon no dijo nada y la herida se le infectó. Esa mañana, una gota de pus se mezcló con el precioso mineral.
Más tarde el coltán se enriqueció con gotas del sudor de Gilbert, Odong, Raymond y otros compañeros adolescentes, mientras acarreaban las canastas de hasta setenta kilos. Para cuando llegaron al camión, varias gotas de sangre se habían añadido a la masa de tierra, coltán, pus y sudor. Sangre de los compañeros muertos y de los familiares brutalmente asesinados sin saber muy bien por quién y por qué.
Unos kilómetros más hacia levante, el camión cambió de manos, a la vez que también lo hacían unos pocos billetes verdes que nunca vería Simon. Con los nuevos propietarios, sobre la carga, viajaba Alice, que padecía desde el año anterior una fístula vaginal, resultado de una violación múltiple por parte de los contrabandistas. Desde entonces, no podía contener la orina y unas gotas se le escurrieron, mezcladas con rabia e impotencia.
Al otro de lado de la frontera con Uganda –tras un nuevo intercambio solapado de billetes–, la mercancía completó un cargamento que viajaría en avión hasta Malasia, donde refinarían el coltán, limpiándolo de impurezas, sudor, sangre y orina. Pero por algún motivo la gota de pus siguió aferrada al mineral, de modo que cuando lo utilizaron para fabricar el teléfono móvil impregnó toda la circuitería.
Unas semanas después, a muchos kilómetros de distancia una niña inocente abría con ilusión el regalo que tanto esperaba. Pero al encenderlo torció el gesto: “Papá, a este móvil le pasa algo raro; en vez de pedirme el código PIN me pide el código PUS.”
José Eizaguirre
El origen del coltán
El coltán es un mineral muy valioso en la fabricación de aparatos electrónicos, como ordenadores portátiles y teléfonos móviles. Se estima que el 80 % de las reservas mundiales de esta materia prima se encuentran en el este de la República Democrática del Congo.
La sangre de los niños y adultos que se han dejado la vida en las minas de coltán es, comparativamente, una cantidad simbólica ante la de los más de cinco millones de muertos de forma violenta desde que empezó este conflicto olvidado.
La violencia ha sido agravada por la explotación ilegal de los recursos minerales, una débil autoridad estatal y unas fronteras defectuosas que permitieron el comercio de armas.
Uno de cada tres niños del país no puede asistir al colegio, y la mayoría de las personas no llegan a cumplir los 50 años. A pesar de las riquezas del país (o precisamente por ello), la R. D. Congo figura en el último puesto en la lista del Índice de Desarrollo Humano del Informe del PNUD de 2011.

¿Qué podemos hacer (o dejar de hacer)?

Seguir informándonos, preguntar…
• No cambiar de móvil, ordenador, ni aparato electrónico mientras el anterior siga funcionando. Si lo necesitamos, comprarlo de segunda mano.
• Expresar nuestro desacuerdo ante la profusión de nuevos aparatos.
• Apoyar a organizaciones que trabajan a favor de los derechos humanos en la R. D. Congo y paliando las consecuencias de la injusticia…
Y todo esto con actitud positiva, siendo conscientes de que, a la larga, una forma así de comportarse contribuye a cambiar el mundo.

Que nadie os engañe con vanas razones. Examinad qué es lo que agrada al Señor, y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas. (Ef 5, 10-11)

Señor, ayúdanos a saber sin engaños lo que te agrada y a rechazar y denunciar las obras de las tinieblas.

Para profundizar:

Conflicto en la R.D. del Congo. Artículo de Intermón Oxfam.

La guerra del Coltán República Democrática del Congo posee el 80% del colt



El informe 'Heridas' recoge testimonios de víctimas del conflicto en RDC
Médicos Sin Fronteras recuerda la dramática situación de esta guerra olvidada
30.12.2009
"Le cogieron, se lo llevaron entre los arbustos y allí le mataron. Después me dieron un machete y me ordenaron que le cortase en pedazos. Si no lo hacía me matarían a mí también".

No es el argumento de una película de terror, es el testimonio de Michiel de 13 años. Una de las miles de víctimas que pone voz al horror que nos llega desde el informe 'Heridas' de la ONG Médicos sin fronteras.

La organización humanitaria intenta con este trabajo, lleno de historias sobrecogedoras, dar luz a uno de los conflictos más sangrientos y olvidados del planeta, el de la República Democrática del Congo.

La Primera Guerra Mundial africana
El país, situado en el corazón de África, vive inmerso en la violencia generalizada desde hace más de quince años.

La guerra, a la que se ha dado en llamar la Primera Guerra Mundial africana, se ha cobrado más de cinco millones de vidas según Intermon Oxfam. Es el conflicto más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial.



En medio de esta debacle humana parece normal que la República Democrática del Congo sea uno de los países más pobres del mundo. Exactamente, ocupa el puesto número 155 de un total de 163 países según la ONU.

Sin embargo, el país africano esconde en su tierra un auténtico escándalo geólogico de riqueza: oro, diamantes y sobre todo el 80% del total del coltán del planeta. Paradojicamente esta riqueza es parte de la maldición del país.

La guerra del Coltán
El coltán es conocido como el petrólero del siglo XXI. Para el escritor y periodista, Alberto Vázquez-Figueroa "quien domine el coltán dominará el mundo, nuestras vidas y las comunicaciones.

"Este mineral es básico, esencial, para móviles, ordenadores, videoconsolas, televisores, GPS de aviones, armas teledirigidas, satélites artificiales..." explica el autor de la novela 'Coltán'

Sin embargo, toda esta tecnología punta se ve manchada con la sangre de niños que son utilizados como manos de obra semi esclava.

Los pequeños son los únicos que consiguen llegar a los recovecos de las minas, aunque les cueste la vida. Se estima que cada kilo de Coltán causa la muerte a dos niños.

La extracción y venta de coltán y diamantes es, además, la principal fuente de financiación de varios de los grupos armados que alimentan esta tragedia sin fin.

Intereses + violencia = heridas




El peor lugar de mundo para las mujeres
La situación es especialmente desesperada para las mujeres y niñas. La República Democrática del Congo es considerado el peor lugar del mundo para el género femenino.

El 75 por ciento de los casos de violación que Médicos sin fronteras atiende en el mundo provienen de la RDC.

En muchos casos las violaciones son tan atroces que dejan terribles secuelas con los aparatos digestivo y reproductor destrozados. También se producen mutilaciones. Algunas mujeres han narrado cómo fueron violadas frente a sus maridos e hijos. En muchos casos la familia las repudia después de la violación.

Las víctimas son siempre las mismas: las mujeres y niñas. Pero los culpables tienen muchos nombres: milicianos Mai-Mai, tutsis alzados contra el Gobierno, guerrilleros hutus que huyeron tras perpetrar el genocio de Ruanda o incluso los soldados del Ejército regular. Muchos nombres y un sólo apellido común: la impunidad.


Salir del olvido
Pierrette, Nizeiyman, Michiel son sólo algunos de los nombres del informe 'Heridas' pero hay muchos más como Antoine que sobrevivió a cuatro meses de palizas y cautiverio.

Todos ellos han aunado sus voces y revivido sus pesadillas para formar parte de la inicitiva de Médicos sin fronteras.

"Creemos que deben ser los habitantes de la República Democrática del Congo quienes relaten sus dramáticas experiencias. Nadie puede expresar mejor lo que significa que tu vida dependa de una guerra y que, después de 15 años, sigas intentando sobrevivir mientras el mundo mira para otro lado" subraya Paula Faria, presidenta de MSF en España


COLTÁN Y ORO: LOS MINERALES DE LA GUERRA



El coltán o coltan es una mezcla de los minerales columbita (una mena de columbio o niobio) y tantalita (una mena de tantalio). El coltán es de color gris metálico oscuro.
La columbita está compuesta por óxidos de niobio, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Nb2O6], y la tantalita está compuesta por óxido de tantalio, hierro y manganeso [(Fe, Mn) Ta2O6] en cualquier proporción. Estos óxidos constituyen una solución sólida en ambos minerales. Son escasos en la naturaleza y dan un claro ejemplo de materiales que han pasado de ser considerados simples curiosidades mineralógicas a estratégicos para el avance tecnológico debido a sus nuevas aplicaciones.
El principal productor de coltán es la República Democrática del Congo con cerca del 80% de las reservas mundiales estimadas,1 si bien existen menores reservas probadas o en explotación en Brasil con el 10% de las reservas, Sierra Leona con el 5% de las reservas, y un 5% alrededor del resto del mundo. Según informes de agencias internacionales de prensa, la exportación de coltan ha ayudado a financiar a varios bandos de la Segunda Guerra del Congo,2 un conflicto que ha resultado con un balance aproximado de más de 5 millones de muertos,3 como también ha servido a algunas guerrillas colombianas donde existe el mismo problema.4 Ruanda y Uganda están actualmente exportando coltan robado del Congo a occidente (principalmente a los Estados Unidos), en donde se utiliza casi exclusivamente en la fabricación de condensadores electrolíticos de tantalio. Es utilizado en casi la totalidad de dispositivos electrónicos.
Actualmente, las 2 mayores procesadoras de coltán se encuentran en Alemania.
La Segunda Guerra del Congo fue el conflicto armado que tuvo lugar en gran parte del territorio de la República Democrática del Congo (el antiguo Zaire), con posterioridad a la Primera Guerra del Congo. Este conflicto se inició en 1998 y terminó formalmente en 2003, cuando asumió el poder un gobierno de transición bajo los términos del Acuerdo de Pretoria. Los combatientes provenían de nueve naciones (además de existir dentro del país veinte facciones armadas distintas), lo que lo convierte en el conflicto continental africano más grande del que se tenga noticia.
Conocida también como Guerra Mundial Africana, Gran Guerra de África o la Guerra del coltán, provocó la muerte de aproximadamente 3,8 millones de personas, la mayoría de ellas por hambre y enfermedades prevenibles y curables. Dentro de estos graves hechos, se considera a este episodio el más álgido dentro del llamado "genocidio congoleño". Esta trágica cifra convirtió a esta guerra en el conflicto más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial, y eso sin contar los millones de desplazados y refugiados en los países vecinos.
Pese a la paz formal alcanzada en julio de 2003 en Pretoria y al acuerdo de los intervinientes de establecer un gobierno de unidad nacional, la institucionalidad estatal sigue siendo débil y escasa en grandes sectores del país, los cuales sufren todavía brotes esporádicos de violencia. En el año 2004 se calculaba que cerca de cien personas morían diariamente como resultado de las escaramuzas ocasionales y de la falta de servicios y alimentación. La migración forzada de habitantes continúa desangrando la región en una crisis que parece no terminar, mientras que la esquiva paz aún no ha llegado a todas las regiones.
Uno de los principales intentos de los grandes grupos en conflicto fue controlar la magnífica riqueza en recursos naturales del país. Los países de los Grandes Lagos de África pagaron a sus combatientes concediéndoles la extracción de recursos tales como diamantes y madera. Los esfuerzos de explotación convirtieron a los oficiales de los ejércitos de Ruanda y Uganda en tenedores de pequeñas y grandes fortunas, que con el tiempo desplazaron al objetivo inicial de perseguir, capturar y castigar a los principales autores del genocidio de 1994, por sostener el control en el este de la RDC. En la interinidad las fuerzas de ocupación establecieron impuestos prohibitivos a los habitantes nativos, confiscando casi todo el ganado y buena parte de los alimentos de las zonas ocupadas. Se sabe hoy que hubo intereses de muchas partes involucradas por controlar los yacimientos de coltán, un preciosísimo mineral con un importante uso en la industria informática y espacial.


Minerales de Guerra



Congo: Minerales de guerra, es un estupendo documental que nos habla de una de las mayores riquezas de la República Democrática del Congo, los minerales.

Lo paradójico es que esa riqueza --justamente- es la cuna de sus desgracias, y maquina de sufrimiento de la población de origen, que dejan sus cuerpos en las minas con el fin de poder dar de comer a sus hijos, ganando una miseria que, en la mayoría de los casos, no alcanza para COMER.

La mayor desolación y desgracia se encuentra en las zonas limítrofes con Ruanda, Uganda y Burundi, aunque todo el país se resiente con la "fiebre" de algunos minerales (como el Coltán y la Casiterita, por ejemplo), que los países ricos comercializan a precios exageradamente mayores...

Injusticias mundiales que te llevan a reflexionar y recordar que muchos de los congoleños que llegan a nuestras costas, han sido los que trabajaron duro en la mina para que nosotros podamos tener un móvil de última generación. Congoleños con unos riquísimos recursos mineros que, lo único que han obtenido a través de ellos es pobreza y sufrimiento.

Hablamos de seres humanos que sobreviven con menos de un dólar diario y con una esperanza de vida de 43 años...
Por último quién relata la historia, Donato Lywando, un fenómeno, me encantó la manera de abordar el tema.
Les dejo aquí el documental, que lo disfruten.




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