Con parecido físico y el mismo estilo pastoral de sencillez y cercanía
Al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, lo paran
por la calle para felicitarlo
(José Manuel Vidal).- Son tan parecidos que, si llegase a ponerse una sotana blanca,Carlos Osoro, el arzobispo de Valencia, podría pasar perfectamente por el nuevo Papa Francisco. Se parecen físicamente como dos hermanos gemelos. Y no sólo en lo físico. Los que conocen bien al prelado valenciano aseguran que tiene el mismo carácter humilde y el mismo estilo pastoral cercano, sencillo y de cura de pueblo que el recién elegido Pontífice.
Lo atestigua su buen amigo, el Padre Ángel, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz: "Son como dos gotas de agua. Se parecen en todo. En lo físico, en lo humano, en lo espiritual y en los pastoral. Tanto es así que hasta los niños lo paran por las calles de Valencia para decírselo: '¡Señor obispo, cómo se parece al nuevo Papa!'"
Las únicas diferencias, en cuanto al aspecto físico, estriban en que monseñor Osoro tiene 9 años menos (cumplirá 68 el próximo mes de mayo) y lleva unas gafas más modernas que las del Papa.
Pero es que, además, coinciden en cuanto a personalidad. Los dos son afables, cariñosos, sencillos, cercanos, cordiales y humildes. Sin poses, sin que les cueste serlo. Por forma de ser y por opción espiritual y pastoral.
Lo atestigua su buen amigo, el Padre Ángel, fundador y presidente de Mensajeros de la Paz: "Son como dos gotas de agua. Se parecen en todo. En lo físico, en lo humano, en lo espiritual y en los pastoral. Tanto es así que hasta los niños lo paran por las calles de Valencia para decírselo: '¡Señor obispo, cómo se parece al nuevo Papa!'"
Las únicas diferencias, en cuanto al aspecto físico, estriban en que monseñor Osoro tiene 9 años menos (cumplirá 68 el próximo mes de mayo) y lleva unas gafas más modernas que las del Papa.
Pero es que, además, coinciden en cuanto a personalidad. Los dos son afables, cariñosos, sencillos, cercanos, cordiales y humildes. Sin poses, sin que les cueste serlo. Por forma de ser y por opción espiritual y pastoral.
A monseñor Osoro se le puede ver con sus seminaristas en las Fallas, visitando a la madre de un sacerdote o tomando una caña con un pobre en un bar. Está en todo y a todas horas. Tanto que algunos eclesiásticos, de ritmo más lento y cansino, le acusan de ser "demasiado activista".
Dicen los curas levantinos que "no tardó ni medio mes en meterse a la diócesis en el bolsillo". Lleva cuatro años, pero le han cundido. Como solía decir su obispo auxiliar, Esteban Escudero, ahora titular en Palencia, el arzobispo destaca, desde su llegada, "por su acercamiento entrañable a los sacerdotes", por su "amabilidad y humildad" y por "haber contactado con la gente sencilla de Valencia, que le ha visto pasear por las calles y se ha acercado a él como a un párroco".
'Misericordia con los más pobres'
Unas características personales, que parecen calcadas de las del nuevo Papa Francisco. Y en lo pastoral pasa algo muy parecido. Osoro es de los obispos a los que consume "el celo de Dios". Por eso, nada más aterrizar en la capital del Turia, pedía oraciones a los valencianos, "para que sepa vivir entre vosotros como un Buen Pastor, con caridad hasta el extremo, conocimiento de las persona que se me encarga, solicitud por todos y misericordia para con los más pobres, estando siempre disponible y cercano".
Con ese programa, que parece calcado del del Papa Bergoglio, monseñor Osoro desplegó, durante estos años, una gran actividad pastoral. No sólo se ha pateado toda la archidiócesis, sino que ha puesto en marcha un plan pastoral sumamente interesante y, en cierto sentido, revolucionario. Con tres bases fundamentales: las familias, la acción social y los jóvenes. Con estos últimos suele reunirse a menudo en masivos encuentros de oración.
Tras hacer la mayor reestructuración territorial en medio siglo en la archidiócesis de Valencia, Carlos Osoro, al que el diario Levante llama 'el evangelizador', puso en marcha la renovación espiritual con un plan pastoral llamado Itinerario diocesano de Renovación 200-2014.
Con un objetivo fundamental que el propio arzobispo formulaba así: "Un tiempo de renovación para que juntos tomemos conciencia de nuestra identidad cristiana y del valor de nuestra fe, y así podamos ofrecer a nuestros hermanos el tesoro que llevamos".
Renovación, fe, bondad, ternura, pobres, Cristo... palabras clave que identifica el quehacer pastoral del prelado valenciano y lo asemeja a su Papa Francisco, cuya elección considera "una gracia de Dios".
Un Papa que, desde el mismo inicio de su pontificado "nos está invitando ya con su vida a ser pastores como Dios quiere, con generosidad no como déspotas, sino como modelos del rebaño". Suena a Papa Francisco. En la música y en la letra. Dos pastores casi idénticos, salvadas las distancias, claro está. El Papa es el Papa. Pero, sin duda, este es el tipo de pastor que Francisco quiere para "reparar" la Iglesia de Cristo.
Dicen los curas levantinos que "no tardó ni medio mes en meterse a la diócesis en el bolsillo". Lleva cuatro años, pero le han cundido. Como solía decir su obispo auxiliar, Esteban Escudero, ahora titular en Palencia, el arzobispo destaca, desde su llegada, "por su acercamiento entrañable a los sacerdotes", por su "amabilidad y humildad" y por "haber contactado con la gente sencilla de Valencia, que le ha visto pasear por las calles y se ha acercado a él como a un párroco".
'Misericordia con los más pobres'
Unas características personales, que parecen calcadas de las del nuevo Papa Francisco. Y en lo pastoral pasa algo muy parecido. Osoro es de los obispos a los que consume "el celo de Dios". Por eso, nada más aterrizar en la capital del Turia, pedía oraciones a los valencianos, "para que sepa vivir entre vosotros como un Buen Pastor, con caridad hasta el extremo, conocimiento de las persona que se me encarga, solicitud por todos y misericordia para con los más pobres, estando siempre disponible y cercano".
Con ese programa, que parece calcado del del Papa Bergoglio, monseñor Osoro desplegó, durante estos años, una gran actividad pastoral. No sólo se ha pateado toda la archidiócesis, sino que ha puesto en marcha un plan pastoral sumamente interesante y, en cierto sentido, revolucionario. Con tres bases fundamentales: las familias, la acción social y los jóvenes. Con estos últimos suele reunirse a menudo en masivos encuentros de oración.
Tras hacer la mayor reestructuración territorial en medio siglo en la archidiócesis de Valencia, Carlos Osoro, al que el diario Levante llama 'el evangelizador', puso en marcha la renovación espiritual con un plan pastoral llamado Itinerario diocesano de Renovación 200-2014.
Con un objetivo fundamental que el propio arzobispo formulaba así: "Un tiempo de renovación para que juntos tomemos conciencia de nuestra identidad cristiana y del valor de nuestra fe, y así podamos ofrecer a nuestros hermanos el tesoro que llevamos".
Renovación, fe, bondad, ternura, pobres, Cristo... palabras clave que identifica el quehacer pastoral del prelado valenciano y lo asemeja a su Papa Francisco, cuya elección considera "una gracia de Dios".
Un Papa que, desde el mismo inicio de su pontificado "nos está invitando ya con su vida a ser pastores como Dios quiere, con generosidad no como déspotas, sino como modelos del rebaño". Suena a Papa Francisco. En la música y en la letra. Dos pastores casi idénticos, salvadas las distancias, claro está. El Papa es el Papa. Pero, sin duda, este es el tipo de pastor que Francisco quiere para "reparar" la Iglesia de Cristo.
RD
No comments:
Post a Comment