La participación de la franciscana Florence Deacon en la Asamblea plenaria de la Unión Internacional de las Superiores Generales en Roma; nuevas dudas sobre la relación con la Santa Sede
MARCO TOSATTIROMA
Las monjas estadosunidenses de la Leadership Conference of Women Religious (LCWR) tratan de suscitar solidaridad entre las demás religiosas del mundo y esperan poder obtener un encuentro directo con el papa Francisco.
Su presidenta, la monja franciscana Florence Deacon, habló ante 800 religiosas durante la Asamblea plenaria de la Unión Internacional de las Superioras Generales, el grupo que engloba a alrededor de 2000 superioras de órdenes religiosas. Sor Deacon, que llevaba un traje “rojo cardenalicio” más que franciscano, denunció la existencia de «serias incomprensiones» entre la LCWR y el Vaticano. Sor Deacon habló durante unos 20 minutos y expuso un cuadro detallado sobre la situación que en este momento están viviendo las monjas de la LCWR, que representa el mayor grupo de los Estados Unidos (aunque el mayor número de vocaciones se encuentre en el otrro gran grupo, más tradicional).
Sor Deacon declaró que la LCWR «ha sido considerada como responsable de individuos y actos que están más allá de nuestra autoridad». Las acusaciones dirigidas en contra de las monjas, según la inspección vaticana, eran graves. Se habían identificado «Serios problemas doctrinales» por parte de muchas religiosas: muchas de ellas, según la “evaluación”, se habían alejado del centro cristológico fundamental y de la consagración religiosa.
Entre otras cosas, se indicó que la LCWR ha organizado congresos en los que ha habido oradores que, «a menudo, contradicen o ignoran la enseñanza y el magisterio». Hace algunas semanas, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe indicó al Papa Francisco que había confirmado tanto la evaluación crítica como el mandato, confiado a tres obispos estadounidenses bajo la dirección del arzobispo de Seatle, Peter Sartain, de reformar la LCWR.
Las monjas, tal vez, esperaban que Francisco se habría mostrado más disponible que Benedicto XVI. Pero la desilusión fue muy grande. Lo expresó de esta manera sor Deacon: «Nos preguntamos qué es lo que fue indicado al Papa. Dudo que nos haya seguido muy de cerca cuando estaba en Argentina, y nos preguntamos si le han informado acerca de todo».
Y añadió: «Oramos para que la elección de Francisco marque una nueva relación entre las monjas católico-romanas y la jerarquía vaticana, en este viaje de fraternidad, confianza y amor, obispos y pueblo juntos». Pero, en realidad (y hay que recordarlo), no fue tanto la Santa Sede, sino los Obispos estadounidenses los que impulsaron la evaluación de las religiosas justamente por las dificultades que han tenido con ellas. En los próximos días, el Papa Francisco se reunirá probablemente con las monjas reunidas en la Asamblea plenaria. Será muy interesante escuchar cuáles indicaciones dará y cuáles serán los aspectos sobre los que insistirá.
Además de la LCWR hay otro órgano semejnate en los Estados Unidos: el Council of Major Superiors of Women Religious (CMSWR), que agrupa a alrededor del 20% de las 57 mil monjas estadounidenses. Esta asociación nació justamente porque la LCWR era considerada demasiado distante de la doctrina y del magisterio. Un estudio de 2009 de la Georgetown University indicó que la edad promedio de las que pertenecen al CMSWR es de 60 años, mientras que la edad promedio de las monjas de la LCWR es de 74 años.
El estudio también indicó que, mientras el 43% de las comunidades de monjas representadas en el CMSWR tenían, cada una, por lo menos 5 novicias en formación, solamente el 9% de las órdenes de la LCWR tenía el mismo número de novicias. Hecho que podría indicar que muchas de estas congregaciones podrían desaparecer en el futuro.
Vatican Insider
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