Friday, June 20, 2014

El Papa en Santa Marta: Acumular riquezas, prestigio y poder esclaviza el corazón. Audio, video y extracto homilía


El Papa: “Cuantos hombres poderosos terminan en la miseria o en la cárcel”


Francisco en Santa Marta: “No hacerse encadenar el corazón con dinero, vanidad y orgullo”


DOMENICO AGASSO JRROMA

Riqueza, vanidad y poder “encadenan el corazón” y sin embargo “Jesús quire que tengamos un corazón libre”. Es el mensaje del Papa Francisco lanzado en la misa diaria de la Casa de Santa Marta, según recoge Radio Vaticano. “Cuantos grandes, orgullosos, hombres y mujeres de poder han acabado en el anonimato, en la miseria o en prisión”. De aquí la exhortación a no acumular dinero, vanidad, orgullo, poder. Estos tesoros, ha remarcado, “no sirven”. El Señor, ha dicho de nuevo el Papa, nos pide que acumulemos “tesoros en el cielo”.

El Papa Francisco ha desarrollado su homilía basándose en el consejo de Jesús, de quien habla en el Evangelio de hoy. “Es un consejo de prudencia” porque los tesoros de la tierra “no son seguros: vienen los ladrones”. Y si alguien piensa estar “seguro con sus inversiones”, el Papa ha advertido: “Quizá cae la Bolsa y te quedas sin nada”. Las riquezas pueden servir “a hacer cosas buenas, llevar hacia adelante la familia. Pero si las acumulas como un tesoro, ¡te roban el alma!”.

El Pontífice ha remarcado que la verdaderas riquezas son la que hacen “luminoso” el corazón como la adoración a Dios y el amor al prójimo. Y después ha advertido sobre los tesoroso mundanos que “encadenan” el corazón.

El Papa Bergoglio ha explicado los “tesoros en los que piensa Jesús”: “Principalmente en tres y vuelve siempre sobre el mismo argumento”.

“El primer tesoro: el oro, el dinero, la riqueza... “Pero no estás seguro porque, igual, te lo roban, ¿no?; 'No, estoy seguro con las inversiones”; “Igual cae la Bolsa y te quedas sin nada. Y después, dime, ¿un euro te hace ser más feliz o no?. La riqueza, tesoro peligroso, peligroso...Pero la riqueza es buena, sirve para hacer tantas cosas buenas, para llevar hacia adelante la familia: ¡esto es verdad! Pero si tu las acumulas como un tesoro, ¡te roban el alma! Jesús, en el Evangelio, vuelve sobre este argumento, sobre la riqueza, sobre el peligro de la riqueza, sobre poner nuestra esperanza en la riqueza”.

El otro tesoro “es la vanidad: tener prestigio, dejarse ver”. Francisco ha advertido: El Hijo de Dios “¡siempre condena esto!”; basta con pensar “a lo que dicen los doctores de la ley, cuando ayunan, cuando dan limosna, cuando rezan para dejarse ver”. La vanidad “no sirve, se acaba”. Y después ha citado las palabras de San Bernardo: “Tu belleza acabará por ser la comida de los gusanos”.

Y después está el tercer tesoro precisado por el Papa: “El orgullo”, “el poder”. Sobre este aspecto Francisco se ha basado en la Primera Lectura, en la que se cuenta la caída –cruel-- de la reina Atalia: “Su poder duró siete años, después fue asesinada. ¡El poder acaba!”. El Pontífice ha destacado: “Cuantos grandes, orgullosos, hombres y mujeres de poder acaban en el anonimato, en la miseria o en prisión”. Por lo tanto –ha sido la exhortación del Papa-- es necesario no acumular dinero, vanidad, orgullo, poder. Porque “no sirven”.

Dios, ha continuado Francisco, pide a los hombres que acumulen “tesoros en el cielo: aquí está el mensaje de Dios: “Pero si tu tesoro está en la riqueza, en la vanidad, en el poder, en el orgullo, tu corazón estará encadenado allí. Tu corazón será esclavo de la riqueza, de la vanidad, del orgullo”. Y lo que Jesús quiere es que tengamos un corazón libre. Este es el mensaje de hoy. 'Por favor, tened un corazón libre', nos dice Jesús. Nos habla de la libertad del corazón. Y un corazón libre sólo se puede tener con los tesoros del cielo: el amor, la paciencia, el servicio a los demás, la adoración a Dios. Estas son las verdaderas riquezas que no pueden ser robadas. Las otras riquezas pesan al corazón, lo encadenan, no lo dejan ser libre”.

Y un “corazón esclavo no es luminoso: será tenebroso”, ha añadido. Los tesoros de la tierra “nos dan la alegría, pero sobre todo nos dan la libertad”. Al contrario, “un corazón libre y luminoso, ilumina los otros, hace ver el camino que lleva hasta Dios: un corazón luminoso, que no está encadenado, un corazón que va hacia adelante y que envejece bien, porque envejece como el buen vino: cuando el buen vino envejece es un buen vino envejecido. Que el Señor nos de esta prudencia espiritual –ha concluido Francisco-- para entender bien donde está mi corazón, a qué tesoro está unido mi corazón. Y también nos de la fuerza de desencadenarlo, si está encadenado, para que sea libre, luminoso y nos de la felicidad de ser hijos de Dios: la verdadera libertad”.

Vatican Insider

No dejarse encadenar el corazón por el dinero, la vanidad y el poder: homilía del Santo Padre Francisco en la capilla de la Casa de Santa Marta

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El Papa en Santa Marta: Acumular riquezas, prestigio y poder esclaviza el corazón



Es su Misa en Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló de los riesgos de concentrarse en acumular bienes materiales. Puso como ejemplos la riqueza, el prestigio o el poder.

PAPA FRANCISCO
 "Este es el mensaje de Jesús: 'Pero si tu tesoro está en la riqueza, la vanidad, el poder, en el orgullo, tu corazón estará encadenado ahí. Tu corazón será esclavo de la riqueza, la vanidad, el orgullo'. ¡Y lo que Jesús quiere es que tengamos un corazón libre! Este es el mensaje de hoy”. 

Francisco explicó que el amor, la paciencia, servir a los demás y adorar a Dios son "tesoros del Cielo”. Añadió que dan alegría y luz, y hacen que el corazón mejore con los años, como el buen vino. Sin embargo, dijo que si el corazón está esclavizado, se convierte en vinagre y se pierde. 


EXTRACTO DE LA HOMILÍA DEL PAPA
Fuente: Radio Vaticana 

"El primer tesoro: el oro, el dinero, las riquezas..."Pero con estos no están seguros porque, tal vez, te lo pueden robar, ¿no? '; No, yo estoy seguro con las inversiones "; 'Per quizá el mercado de valores se derrumba y te quedas sin nada! Y luego dime ¿un euro de más te hace feliz o no? La riqueza, son un tesoro peligroso, peligroso... Sí pero las riquezas son buenas, sirven para hacer un montón de cosas buenas, para llevar adelante la familia: ¡esto es verdad! ¡Pero si tú las acumulas como un tesoro, te roban el alma! Jesús, en el Evangelio, vuelve sobre este tema, las riquezas, sobre el peligro de las riquezas, sobre el poner las esperanzas en las riquezas". 

"Este es el mensaje de Jesús: 'Pero si tu tesoro está en la riqueza, la vanidad, el poder, en el orgullo, tu corazón estará encadenado ahí. Tu corazón será esclavo de la riqueza, la vanidad, el orgullo'. ¡Y lo que Jesús quiere es que tengamos un corazón libre! Este es el mensaje de hoy. '¡Por favor, tened un corazón libre!', nos dice Jesús. Nos habla de la libertad del corazón. Y un corazón libre sólo se puede tener con los tesoros del cielo: el amor, la paciencia, el servicio a los demás, la adoración a Dios”. ¡Éstas son las verdaderas riquezas que no son robadas! ¡Las otras riquezas gravan el corazón. Pesan sobre el corazón: lo encadenan, no le dan la libertad!” 

"Un corazón luminoso, que no está encadenado, un corazón que va hacia adelante y que envejece bien, porque envejece como el buen vino: cuando el buen vino envejece es un buen vino de crianza. En cambio, el corazón que no brilla es como el vino malo: el tiempo pasa y lo estropea, lo vuelve vinagre. Que el Señor nos dé esta prudencia espiritual, para entender bien dónde está mi corazón, al lado de qué tesoro está unida mi corazón. Y que nos dé también la fuerza para desencadenarlo, si está encadenado, para que sea libre, luminoso y nos dé esta hermosa felicidad de hijos de Dios: la verdadera libertad" 

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