EL CARDENAL CHRISTOPH SCHÖNBORN
Habla el cardenal arzobispo de Viena, Christophe Schönborn, sobre los primeros días del Sínodo. También da su opinión el arzobispo de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZCIUDAD DEL VATICANO
“Si se habla de familia se debería hablar siempre no sólo de las parejas sino también de los hijos, porque la familia es todo, matrimonio e hijos”. El cardenal arzobispo de Viena, Christophe Schönborn, reconoció que la voz de los hijos todavía no ha resonado en el Aula Nueva del Sínodo, donde 191 obispos de diversos continentes buscan respuestas a los desafíos de la familia en el contexto actual.
“Espero que, quizás, en la próxima asamblea del Sínodo se dará atención también a esto, porque sólo se puede hacer familia en el conjunto de las generaciones. Se debería tener tres generaciones para formar una familia”, dijo en entrevista con el Vatican Insider en la puerta del Aula Pablo VI del Vaticano, antes de una de las sesiones de trabajo del Sínodo.
Reconoció que “están funcionando” los cambios en la metodología de la asamblea sinodal, impulsados por el Papa Francisco y puesto en práctica bajo la secretaría del cardenal Lorenzo Baldisseri.
“Evidentemente concentrarse sobre los temas es mejor, de tal manera que los discursos son mucho más focalizados y pienso que eso es un verdadero progreso”, apuntó. En los años pasados, el sistema del Sínodo había demostrado sus limitaciones. Eran necesarios cambios. Al menos en los anteriores cuatro asambleas, las aportaciones sustanciales eran relativamente pocas en comparación al esfuerzo realizado por los participantes, que viajaban a Roma por tres o cuatro semanas.
Schönborn destacó especialmente los testimonios aportados antes de cada sesión de debate por matrimonios de diversas nacionalidades. Y ante la pregunta sobre si sus historias son un “cable de contacto con la realidad” para una asamblea mayoritariamente compuesta por hombres célibes, el cardenal respondió con una sonrisa: “También los obispos tienen familias y vienen de familia, pero es verdad que los primeros que se deben escuchar, el Papa lo dice mucho, son las familias y las parejas”.
“El Sínodo continúa, en estos meses pienso que se hablará mucho de la familia, pienso que ya se logró un resultado importante, que el tema de la familia sea puesto en el centro. Este es un efecto del Sínodo”, insistió.
El arzobispo austríaco es uno de los 100 padres sinodales que ya tomó la palabra ante el pleno de la asamblea episcopal, de la misma manera que el arzobispo de Santiago de Chile y cardenal, Ricardo Ezzati Andrello.
“He hablado de acompañamiento, de cercanía, de comprensión como actitud pastoral frente a la situación de las familias”, señaló el purpurado chileno.
Rescató la “experiencia espiritual de sinodalidad”, que quiere decir “caminar juntos” además del trabajo de todos los junto al Papa, que comparte todos los trabajos con los padres sinodales.
“Es una experiencia de la universalidad de la Iglesia católica, que expresa la única fe en idiomas y experiencias diversas. Nos anima un gran afecto colegial y una enorme libertad y respeto a la diversidad. El Oriente y el Occidente, el Norte y el Sur del mundo y de la Iglesia está viviendo, junto al papa Francisco, la realidad de la comunión y la conciencia de la misión frente a un tema tan crucial como la familia”, estableció.
Vatican Insider
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