Este es un espacio para alimentar y vitalizar la dimensión espiritual y humana de las personas comprometidas con la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria. Todos somos peregrinos. "sal de tu tierra, de tu casa y vete a la tierra que yo te mostraré; haré de tí una gran nación y te bendeciré." (Gén. 12, 1 ss)
Monday, January 19, 2015
Puntos para orar con Carles Marcet SJ. A vino nuevo, odres nuevos
Puntos para orar con la Palabra de Dios y la Vida
EVANGELIO de Marcos 2,18-22:
En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: "Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?" Jesús les contestó: "¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos."
Tengo la impresión que este texto del Evangelio de Marcos nos invita a percatarnos de todo aquello que puede haber de rutinario, monótono e incluso hipócrita y farisaico, en nuestro seguimiento de Jesús.
Nos invita a advertir y a preguntarnos si en nuestro seguimiento de Jesús estamos centrándonos en lo esencial o si bien nos dispersamos atendiendo a cosas más anecdóticas y superficiales.
Efectivamente, parece que para la religiosidad fariseica, ayunar es algo esencial y nuclear. Los discípulos de los fariseos así lo hacen.
¿Por qué, pues, no lo hacen los discípulos de Jesús?
La respuesta de Jesús es contundente. Les viene a decir que ayunar es importante pero no es esencial. Ésta es en función de algo mayor y, por tanto, a veces tocará ayunar y a veces, festejar. Lo esencial es el amor quese pone en aquello que se hace y cuando toca hacerlo.
Por lo tanto, parece que puede haber algo de hipocresía en nuestros ayunos u otras prácticas religiosas. La hipocresía radica en que se puede convertir en una especie de hacer méritos o de ganar ´puntos ante Dios, como si con esas prácticas lo pudiéramos comprar o conquistar a nuestro favor.
Adí perdemos de vista lo esencial. Dios ya está a nuestro favor, más allá de nuestras prácticas. Éstas son simplemente respuestas amorosas a un amor mayor recibido que se nos regala.
Por eso, en la oración de hoy, ayudaría preguntarse por nuestras prácticas religiosas, ayunos, limosnas, oraciones, prácticas piadosas, emociones, etc.
¿Los sigo como una respuesta amorosa a un amor recibido? o ¿son cómo medallas que quiero ponerme para agradar a Dios?
¿Son expresiones amorosas o simples rutinas que hago o por qué toca?
Al final del texto de este Evangelio, Jesús habla de lo nuevo. Vino nuevo requiere de odres nuevos, no viejos. Y la novedad que Jesús quiere comunicarnos es ésta:
Dios se nos acerca gratuitamente como Buena Noticia, no como imposición, obligación o exigencia. Y esta novedad requiere de odres nuevos para acogerla.
Acogida disponible y entrega generosa de lo que Él nos da. Y ello en todo lo que nos toque hacer, ya sea cuando toque ayunar, ya sea cuando toca festejar. Ya sea rezando en la Iglesia o ya sea trabajando por una realidad más justa y más fraterna
Carles Marcer SJ
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