Polémica por la propuesta del cardenal Cañizares
El clero valenciano duda entre la conveniencia y la involución de la medida
La propuesta del cardenal Antonio Cañizares de adelantar la edad para tomar la primera comunión a antes de los siete años, tal como recogía Levante-EMV el pasado miércoles, ha despertado cierta división de opiniones entre el clero valenciano. Este periódico entrevistó ayer a sacerdotes y teólogos de Valencia y su provincia, y cada uno fue mostrando un grado diferente de acuerdo con el prefecto utielano.
Desde el apoyo incondicional del capellán de la Real Basílica, Juan Bautista Antón, a la crítica contundente de Honori Pascual, del Grup de Rectors del Dissabte.Así, el responsable de la Basílica coincide con Antonio Cañizares en la necesidad anticipar la edad de la primera comunión para no privar a los niños del "don de Dios" en el "ambiente tan adverso" en el que crecen. Pero Antón amplía los posibles beneficios de esta medida también a la familia del niño ya que, de esta forma, "se implica antes en la responsabilidad de educar en la fe".
También cercano a la propuesta de Cañizares es el sacerdote franciscano José Remón, amigo del cardenal desde sus comienzos en Utiel. Para Remón, es "urgente que los muchachos entren en el camino cuanto antes. Es más difícil enseñarles la doctrina si se espera mucho tiempo". Según el religioso, que los niños sean más pequeños cuando tomen la comunión no significa que vayan a tener más dificultades en entender el verdadero sentido de este sacramento. "Ahora son más listos que antes".
El canónigo de la Catedral de Valencia, Vicent Pons, mantiene que la propuesta de Cañizares "no es descabellada", aunque cree que su éxito dependerá del ámbito social del niño. "Puede que en el ámbito urbano funcione mejor". Eso sí, Pons incide en que es bueno vincular al menor "lo más pronto posible a la comunidad cristiana".
La transición entre los favorables a las tesis de Cañizares y sus detractores la representa Elías Pastor Verdú, doctor en Psicología, y profesor de Sociología y de Teología en la Facultad San Vicente Ferrer de Valencia, además de párroco de la iglesia de San Jorge Mártir. Según Pastor, desde el punto de vista teológico sí se justificaría la rebaja de la edad, ya que "Dios adelanta así la salvación al hombre y a la mujer", pues la comunión es "una muestra del cariño de Dios hacia el hombre". En cambio, desde el punto de vista pastoral, la propuesta del cardenal Cañizares no parece tan acertada "porque a los 7 años los niños tienen más dificultades para leer, escribir y entender". "El ser humano se mueve a base de motivaciones, y a esa edad es difícil que el niño esté motivado", afirma.
Desde l'Eliana, el cura emérito de la localidad, Ricardo Arnau, señala que la propuesta de adelanto de la comunión "podría ser un pasito, pero tendría que venir acompañado de otros pasos más importantes" si lo que quiere la Iglesia es acabar con ese "clima adverso" que cita Cañizares. "Lo importante no es la edad en la que se tome la comunión, sino la atmósfera de fe en la que se haga", concluye tras preguntarse "¿cuándo se está realmente preparado para algo tan importante como la comunión?".
Por último, el miembro del Grup de Rectors del Dissabte, y adscrito a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles del Cabanyal, Honori Pascual, califica la rebaja de la edad de comulgar como "una postura involucionista" y advierte del riesgo de convertir así la comunión "en un simple acto social". Pascual, que incluso apuesta por retrasar la edad de la comunión para que el comulgante sea realmente consciente de su significado, asegura que con su propuesta, el cardenal Cañizares "parece que esté buscando fidelizar a la clientela cuanto antes".
Actualmente, los sacra de la penitencia y la eucaristía suelen llegar a los niños entre los 8 y los 10 años. En un artículo publicado el pasado domingo en L'Osservatore Romano, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, proponía devolver vigencia al decreto Quam Singulari del Papa Pio X, que fijó la primera comunión y la primera confesión a la edad del uso de la razón: en torno a los siete años. El cardenal Cañizares considera el centenario de aquel decreto "una ocasión providencial para recordar e insistir para que se administre la primera comunión en cuanto los niños tengan el uso de la razón, que hoy parece incluso haberse adelantado". "De cara a lo que está pasando a los pequeños y al ambiente tan adverso en el que crecen, no tenemos que privarles del don de Dios. Los niños viven sumergidos en miles dificultades, rodeados por un ambiente difícil que no les anima a ser lo que Dios quiere de ellos". Respecto al artículo, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, señaló que "no anuncia ninguna norma jurídica en preparación, simplemente es una reflexión de sabiduría pastoral".
Desde el apoyo incondicional del capellán de la Real Basílica, Juan Bautista Antón, a la crítica contundente de Honori Pascual, del Grup de Rectors del Dissabte.Así, el responsable de la Basílica coincide con Antonio Cañizares en la necesidad anticipar la edad de la primera comunión para no privar a los niños del "don de Dios" en el "ambiente tan adverso" en el que crecen. Pero Antón amplía los posibles beneficios de esta medida también a la familia del niño ya que, de esta forma, "se implica antes en la responsabilidad de educar en la fe".
También cercano a la propuesta de Cañizares es el sacerdote franciscano José Remón, amigo del cardenal desde sus comienzos en Utiel. Para Remón, es "urgente que los muchachos entren en el camino cuanto antes. Es más difícil enseñarles la doctrina si se espera mucho tiempo". Según el religioso, que los niños sean más pequeños cuando tomen la comunión no significa que vayan a tener más dificultades en entender el verdadero sentido de este sacramento. "Ahora son más listos que antes".
El canónigo de la Catedral de Valencia, Vicent Pons, mantiene que la propuesta de Cañizares "no es descabellada", aunque cree que su éxito dependerá del ámbito social del niño. "Puede que en el ámbito urbano funcione mejor". Eso sí, Pons incide en que es bueno vincular al menor "lo más pronto posible a la comunidad cristiana".
La transición entre los favorables a las tesis de Cañizares y sus detractores la representa Elías Pastor Verdú, doctor en Psicología, y profesor de Sociología y de Teología en la Facultad San Vicente Ferrer de Valencia, además de párroco de la iglesia de San Jorge Mártir. Según Pastor, desde el punto de vista teológico sí se justificaría la rebaja de la edad, ya que "Dios adelanta así la salvación al hombre y a la mujer", pues la comunión es "una muestra del cariño de Dios hacia el hombre". En cambio, desde el punto de vista pastoral, la propuesta del cardenal Cañizares no parece tan acertada "porque a los 7 años los niños tienen más dificultades para leer, escribir y entender". "El ser humano se mueve a base de motivaciones, y a esa edad es difícil que el niño esté motivado", afirma.
Desde l'Eliana, el cura emérito de la localidad, Ricardo Arnau, señala que la propuesta de adelanto de la comunión "podría ser un pasito, pero tendría que venir acompañado de otros pasos más importantes" si lo que quiere la Iglesia es acabar con ese "clima adverso" que cita Cañizares. "Lo importante no es la edad en la que se tome la comunión, sino la atmósfera de fe en la que se haga", concluye tras preguntarse "¿cuándo se está realmente preparado para algo tan importante como la comunión?".
Por último, el miembro del Grup de Rectors del Dissabte, y adscrito a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles del Cabanyal, Honori Pascual, califica la rebaja de la edad de comulgar como "una postura involucionista" y advierte del riesgo de convertir así la comunión "en un simple acto social". Pascual, que incluso apuesta por retrasar la edad de la comunión para que el comulgante sea realmente consciente de su significado, asegura que con su propuesta, el cardenal Cañizares "parece que esté buscando fidelizar a la clientela cuanto antes".
Actualmente, los sacra de la penitencia y la eucaristía suelen llegar a los niños entre los 8 y los 10 años. En un artículo publicado el pasado domingo en L'Osservatore Romano, el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, proponía devolver vigencia al decreto Quam Singulari del Papa Pio X, que fijó la primera comunión y la primera confesión a la edad del uso de la razón: en torno a los siete años. El cardenal Cañizares considera el centenario de aquel decreto "una ocasión providencial para recordar e insistir para que se administre la primera comunión en cuanto los niños tengan el uso de la razón, que hoy parece incluso haberse adelantado". "De cara a lo que está pasando a los pequeños y al ambiente tan adverso en el que crecen, no tenemos que privarles del don de Dios. Los niños viven sumergidos en miles dificultades, rodeados por un ambiente difícil que no les anima a ser lo que Dios quiere de ellos". Respecto al artículo, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Federico Lombardi, señaló que "no anuncia ninguna norma jurídica en preparación, simplemente es una reflexión de sabiduría pastoral".
RD
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