Tuesday, May 17, 2011

Entrevista a Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago Chile



Compartimos con nuestros lectores la entrevista del DECOS CELAM a Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de santiago Chile y Presidente del departamento de Cultura y Educación -CELAM-



1. Expectativas frente a la Asamblea XXXIII del CELAM

Espero que la XXXIII Asamblea del Celam sea una experiencia de profunda comunión eclesial. Nos encontraremos Obispos de de diversas culturas y nacionalidades, pero hermanos que viven la misma fe en el Señor Resucitado; hermanos que desde Aparecida buscan ser mejores discípulos misioneros de Jesucristo que ofrezcan a los hombres y mujeres de América Latina y El Caribe la vida nueva y abundante que brota del acontecimiento pascual de Jesucristo. Por eso espero, y estoy seguro que así será, la Asamblea del Celam nos fortalecerá nuestra comunión misionera y nos ayudará a descubrir el paso salvador de Jesucristo en nuestra historia. La Misión continental, que está en curso en muestras Iglesias, se revela como una iniciativa de gracia y una buena noticia para nuestros pueblo.

2. ¿Qué resultados se esperan de esta asamblea electiva?

Una asamblea electiva busca encontrar las personas idóneas que puedan llevar adelante, de la mejor forma posible, los objetivos que son propios de una colectividad. En el caso del CELAM, sin embargo, hay que tener en cuenta no se trata de una empresa o de una institución de carácter cultural o deportiva, sino de un servicio eclesial de comunión y colaboración de los Obispos latinoamericanos y caribeños para servir mejor el crecimiento del Reino de Dios. Por lo tanto, la lógica es distinta: no se busca poder o prestigio, sino servir, y servir desde la fecundidad del Espíritu en su obra que es el crecimiento y la vitalidad del Reino. Los miembros del Pueblo de Dios que peregrinan por América, de los Obispos que sean elegidos para este servicio, esperan disponibilidad, sabiduría, humildad y entrega generosa.

La Asamblea,, sin embargo, no se agota en la elección de la presidencia o de los responsables de los demás servicios prestados por el CELAM . En el espíritu del Documento de Aparecida, la Asamblea deberá discernir los caminos por donde el Espíritu quiere conducirnos en estos tiempos atormentados y esperanzadores a la vez para que, como discípulos y misioneros de Jesucristo, seamos testigos y portadores de la Vida abundante del Resucitado para nuestros pueblos.

3. ¿Por qué considera que el CELAM es importante para América Latina y el Caribe?

Las Iglesias de América Latina y El Caribe han recibido un gran impuso por el servicio prestado por el CELAM. Bastaría destacar el significado de las cinco grandes Asambleas Generales de su historia. Las orientaciones que han surgido del intercambio y de la colaboración episcopal han sido fuentes de sabiduría pastoral, de adecuada formación y de discernimiento frente a los problemas de nuestros pueblos. Estoy convencido que todas las Conferencias Episcopales se han visto y sentido acompañadas y fortalecidas.

4. Avances y retrocesos en estos cuatro años del 2007-2011.

El cuatrienio que termina, coincide con el inmediato post- Aparecida. Y, Aparecida ha sido una cima alta, una experiencia cumbre. No fue tarea fácil mantener la tensión del cuadrienio que preparó Aparecida y que culminó con la celebración de la V° Conferencia. Sin embargo, creo que fue un cuadrienio fecundo que vio el nacimiento de la Misión Continental y la puesta en marcha de las orientaciones pastorales de Aparecida. Cada Departamento se ha esmerado para traducir en itinerarios y programas formativos las grandes intuiciones de la V° Conferencia General.

En Chile la Misión Continental ha impregnado positivamente la vida y la misión de nuestras Diócesis. Desde la Conferencia Episcopal, un equipo pastoral ha asesorado a los equipos diocesanos y animado gestos comunes, como la iniciativa llamada “El Evangelio de Chile” y “La peregrinación de la Virgen del Carmen”, por todas las Regiones del País. Por otra parte, “Chile, una mesa para todos”, es el lema que ha convocado las comunidades cristianas a prestar atención solidaria y preferencial a los más pobres.

5. Mencione dos grandes desafíos para el CELAM que deben tenerse en cuenta en los próximos años

Los desafíos de la Iglesia en el Continente son múltiples; muchos de ellos se identifican con los desafíos sociales de nuestros países. Es más, como nos ha enseñado la Gaudium et Spes del Vaticano II, ningún desafío de nuestros pueblos es extraño a para los discípulos de Cristo. Quisiera destacar dos desafíos que involucran a muchos otros: en primer lugar, el desafío de inculturar el Evangelio de Jesús en las culturas de nuestros contemporáneos y, en segundo lugar, el desafío de dar visibilidad evangélica a la Iglesia, “sacramento de Cristo”. Por cierto, no se trata de la visibilidad farandulera o de marketing, sino de la visibilidad que nos pide Jesucristo. Entonces, ¿qué significa, hoy, ser “luz del mundo”, y “sal de la tierra”? ¿Qué significa “vean vuestras obras buenas y glorifiquen al Padre”? La Iglesia necesita “visibilizar” la belleza y la fecundidad del acontecimiento cristiano, especialmente para los jóvenes y para quienes están lejos, y hacerlo significativo para sus vidas.

6. Ofrézcanos un testimonio personal sobre su experiencia en el CELAM ¿creció como persona, como servidor de la Iglesia?

Para mi vida y ministerio de obispo, la experiencia vivida en el CELAM, ha sido un don maravilloso. El trabajo de preparar Aparecida, en el mes de enero de 2007; después, la participación en la V° Conferencia con el servicio prestado en ella, y estos últimos cuatro años, como presidente del departamento y Cultura y Educación, me han ofrecido la oportunidad de valorar la misión propia del CELAM y de palpar con mis manos la fecundidad pastoral de su servicio. Creo que el CELAM es una bendición de Dios para las Diócesis de América Latina y El Caribe, una bendición que ojalá siga acompañando nuestra vida eclesial.

CELAM

No comments: