Polémicas por las tarjetas navideñas “neutras” que mandó Estrasburgo. Postales en las que no aparecen ni los símbolos ni el nombre de la fiesta cristiana
GIACOMO GALEAZZICIUDAD DEL VATICANO
¿Y la Navidad? Después de las calabazas de Halloween en lugar de los crucifijos simbólicamente estigmatizadas por el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, surgen las polñemicas por las tarjetas de navideñas del Parlamento Europeo, sin Navidad. Además del que tiene la representación de ángel, en las versiones impresas de las tarjetas navideñas y en las diez en versión electrónica que propuso el Parlamento Europeo, no hay (tampoco este año) ningún símbolo de la fiesta cristiana. “Si es así, entonces los burócratas y los parlamentarios se presentarán a trabajar el 25 de diciembre”, protestó Lorenzo Fontana, líder del partido italiano la Liga del Norte en el Europarlamento. “A pesar del intento de cancelar el nombre de Dios de la historia, su luz sigue brillando sobre la humanidad a través de Cristo”, recordó Benedicto XVI al recibir en una audiencia a la delegación del pequeño pueblito italiano de Pescopennataro, que este año donó el árbol navideño para la Plaza San Pedro.
El año pasado, las tarjetas de navidad del Parlamento Europeo habían desatado la irritación de un grupo de parlamentarios, que pidieron explícitamente que en los años siguientes las tarjetas navideñas tuvieran immágenes “reconociblemente cristianas”. Pero la petición no fue acogida y la edición de 2012 tiene árboles de formas estilizadas sobre fondos psicodélicos e imágenes del Parlamento con colores retocados. “Una gráfica ascética, iluminada con flashes de luces blancas y frías que aniquilan la idea del calor del hogar navideño”, dicen nuevamente los que denuncian el nuevo capítulo de la “cruzada anti-cristiana” de Estrasburgo, estigmatizando que no se aluda ni siquiera a una “Buena Navidad”. La frase es un neutro “Feliz 2013”.
Es decir, las instituciones europeas incumbe la pérdida de referencias religiosas. “Es verdaderamente una lástima que el lema ‘unidad en la diversidad’ que Europa propugna -explica Fontana- sean solo palabras al viento, puesto que, ni siquiera en ocasión de una Fiesta muy sentida y compartida como la navideña, las instituciones comunitarias han sido capaces de reflejar la sensibilidad de sus ciudadanos, cuya enorme mayoría es de fe cristiana. Parece que este lema pretenda hacer parecer diferentes a todos los que se sienten todavía vinculados a una Navidad con significado profundamente religioso”, se dice como protesta. Por ello surge incluso un desafío: “ Si para los burócratas y los europarlamentarios ateos la Navidad representa una fiesta que no tiene particulares significados religiosos, estas personas deberían presentarse a trabajar el 25 de diciembre por la mañana”.
De Bruselas, como era de esperarse, el ejemplo para a las naciones, en las que este año se han desencadenado cruzadas en contra de la Navidad, de los pesebres, de los árboles y de las imágenes navideñas tradicionales. En Francia, al sur de París, han llegado a prohibir a Santa Claus, “para respetar las diferentes creencias y los valores de la escuela laica”. Y así en muchos otros sitios de Europa, lamentablemente.
El año pasado, las tarjetas de navidad del Parlamento Europeo habían desatado la irritación de un grupo de parlamentarios, que pidieron explícitamente que en los años siguientes las tarjetas navideñas tuvieran immágenes “reconociblemente cristianas”. Pero la petición no fue acogida y la edición de 2012 tiene árboles de formas estilizadas sobre fondos psicodélicos e imágenes del Parlamento con colores retocados. “Una gráfica ascética, iluminada con flashes de luces blancas y frías que aniquilan la idea del calor del hogar navideño”, dicen nuevamente los que denuncian el nuevo capítulo de la “cruzada anti-cristiana” de Estrasburgo, estigmatizando que no se aluda ni siquiera a una “Buena Navidad”. La frase es un neutro “Feliz 2013”.
Es decir, las instituciones europeas incumbe la pérdida de referencias religiosas. “Es verdaderamente una lástima que el lema ‘unidad en la diversidad’ que Europa propugna -explica Fontana- sean solo palabras al viento, puesto que, ni siquiera en ocasión de una Fiesta muy sentida y compartida como la navideña, las instituciones comunitarias han sido capaces de reflejar la sensibilidad de sus ciudadanos, cuya enorme mayoría es de fe cristiana. Parece que este lema pretenda hacer parecer diferentes a todos los que se sienten todavía vinculados a una Navidad con significado profundamente religioso”, se dice como protesta. Por ello surge incluso un desafío: “ Si para los burócratas y los europarlamentarios ateos la Navidad representa una fiesta que no tiene particulares significados religiosos, estas personas deberían presentarse a trabajar el 25 de diciembre por la mañana”.
De Bruselas, como era de esperarse, el ejemplo para a las naciones, en las que este año se han desencadenado cruzadas en contra de la Navidad, de los pesebres, de los árboles y de las imágenes navideñas tradicionales. En Francia, al sur de París, han llegado a prohibir a Santa Claus, “para respetar las diferentes creencias y los valores de la escuela laica”. Y así en muchos otros sitios de Europa, lamentablemente.
Vatican Insider
No comments:
Post a Comment