En un comunicado conjunto -emitido el 24 de noviembre- por el Presidente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila; el presidente de Ruanda, Paul Kagame y el Presidente de Uganda, Yoweri Kaguta Museveni, se instaba a los rebeldes del M23 a cesar inmediatamente el fuego y retirarse de Goma en un plazo de 10 días
El pasado martes 27 de noviembre, bajo una fuerte presión diplomática, los rebeldes aceptaron retirarse de Goma en los próximos tres días. Tras la retirada, el presidente Kabila se ha comprometido a escuchar y responder a sus demandas.
Las dos ONGD jesuitas, Alboan y Entreculturas, denuncian que en este complejo conflicto intervienen los intereses de diferentes actores, tanto de países extranjeros como de diversos colectivos congoleños, y todo ello con el trasfondo del control sobre la explotación de los recursos naturales en una zona de alta riqueza mineral.
Entreculturas y Alboan llevan años trabajando en la zona en coordinación con otras ONGD europeas de los jesuitas integradas en la Red Xavier. Todas han apoyado el trabajo del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS, por sus siglas en inglés), que ofrece servicios educativos a las personas desplazadas y refugiadas por la guerra, principales víctimas de este conflicto que prácticamente dura desde el genocidio de 1994 en Ruanda.

En la actualidad, en Goma, las organizaciones humanitarias y organismos internacionales siguen trabajando para dar una respuesta humanitaria coordinada y eficaz a las necesidades urgentes de mujeres, menores y hombres recientemente desplazados por los enfrentamientos en la ciudad esta semana pasada. El suministro de alimentos, servicios médicos y la reanudación de los centros de salud que fueron saqueados son las más altas prioridades indicadas por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). En la actualidad, el JRS trabaja junto a OCHA y otros actores humanitarios para ofrecer asistencia inmediata a las personas desplazadas.
En Masisi y en los campamentos de desplazados internos en Lushebere y Bukombo, el Servicio Jesuita a Refugiados ha decidido cesar su actividad debido a la gran sensación de inseguridad que allí se está viviendo. En la zona de Mweso, por razones de seguridad, los programas de educación formal e informal del JRS y la asistencia a las personas vulnerables siguen suspendidos.
Las dos ONG han comenzado a recaudar fondos para poder atender a esta crisis humanitaria olvidada por la mayoría de la comunidad internacional que afecta a más de 200.000 personas.

Entreculturas