«No soy el único que ha viajado al cielo»

El pequeño Colton, que tiene ahora 13 años, asegura haber estado junto a Dios cuando tenía 4 años. En la imagen de abajo, junto a su familia

Un niño relata en un libro su experiencia con Dios cuando estaba al filo de la muerte

02 de febrero de 2013. 01:24hR. Cruz. 

Madrid- Viajar al cielo, estar junto a Dios y volver para contarlo no es un hito muy común; de hecho, sólo unos pocos han vivido esta experiencia. Uno de los elegidos es Colton, un joven de 13 años de Nebraska (EE UU), que tuvo la oportunidad cuando solamente tenía 4 años y fue operado de apendicitis. Entre la vida y la muerte, como dicen sus padres, Colton subió, pero afortunadamente, volvió con nosotros. «El cielo lo cambia todo» es el nuevo libro que narra la historia de los Burpo, basado en el best-seller mundial «El cielo es real», que ha vendido más de 9 millones de ejemplares en todo el mundo y que Zenith edita en España.

Colton no es un niño normal, para sus 13 años aparenta una madurez impropia, aunque no muchos jóvenes con su edad han vivido una historia tan intensa. «Me siento especial por haber vivido esta experiencia, aunque no he sido el único que he viajado al cielo, pero la gente tiene miedo a contarlo», señalaba Colton en una entrevista concedida a LA RAZÓN. Él tiene una idea muy clara del cielo: «Es mi destino final, es como llegar a casa después de un largo viaje, sólo anhelas dormir en tu cama, eso es para mí el cielo y sé que estaré ahí el resto de mi vida».

Todd, padre de Colton y escritor del libro, se mostraba escéptico en un principio con las confesiones de su hijo, que afirmó haberse reunido en el cielo con su bisabuelo Pop y su hermana –que no llegó a nacer–. «Yo siempre me pregunto cosas, quiero saber exactamente cómo es, yo creo en el cielo pero claro tengo muchas dudas, entonces yo le iba preguntando a Colton, pero realmente lo hacía como haría cualquier lector», afirmaba Todd. Además, añadió que «esto le daba una oportunidad a Colton de demostrarme que era cierto, especialmente cuando nos habla de mi abuelo, al que reconoció en una foto, pese no haberlo visto en vida. Esto hace que lo creas y te ayude a entender».

Risas y lágrimas envuelven la experiencia de Colton. Sonja, su madre, habla con tristeza de la hija que perdió, «él no sabía de su existencia porque fue algo muy duro que nos ocurrió, uno de los peores momentos de nuestra vida junto al problema de Colton y no lo contamos a mucha gente, lo teníamos como una herida que no queríamos abrir, y esto nos aportó paz y consuelo». Asimismo, añadió que «nosotros no sabíamos que era una niña, fue una gran alegría». Según el padre de Colton, «este tipo de historias refuerzan creencias, en mi caso fue así, porque es exactamente lo que cuenta la Biblia. Además, puede que esto anime a mucha gente a releerla». Así, este tipo de historias «hacen falta en un mundo en el que las creencias se han atacado mucho, en el que se ha dicho que los que creemos somos tontos, porque no tenemos un pensamiento racional y ninguna base científica». Todd quiso mandar un mensaje a la juventud: «Yo digo siempre que yo no creí en Dios porque me lo dijeran mis padres, sino porque me encontré con Él. Yo le digo a los jóvenes que recen y le pidan a Dios que aparezca en su vida, que se haga presente».

La Razón