Francisco rechazó el puesto de honor diciéndo a Benedicto XVI: "somos hermanos", tras lo cual los dos juntos rezaron de rodillas en el mismo banco
GIACOMO GALEAZZICIUDAD DEL VATICANO
Pasean juntos después del almuerzo, compartiendo sus opiniones sobre las prioridades de la Iglesia. Ambos emocionados, se tratan de «usted», sienten que son protagonistas de un acontecimiento histórico sin precedentes. Luego, las imágenes del Centro Televisivo Vaticano muestran a Francisco y a Benedicto dialogando, sentados en una pequeña sala. En la mesa ratona que los separa hay una caja blanca con documentos en su interior y un sobre cerrado encima. Se arrodillaron frente a la imagen de la Virgen y oraron juntos.
Imágenes imposibles de imaginar hasta hace pocas semanas: dos hombres vestidos de blanco conversan como «hermanos». Francisco se reunió con Benedicto XVI en Castel Gandolfo. «El helicóptero aterrizó en el helipuerto de Castel Gandolfo alrededor de las 12.15, y el automóvil en el que viajaba el papa emérito se acercó al lugar de aterrizaje del helicóptero», relata el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi. Francisco estaba acompañado por el sustituto de la Secretaría de Estado, Becciu, y por los eclesiásticos Sapienza y Alfred Xuereb. Apenas Bergoglio descendió del helicóptero, el papa emérito se acercó a él y «hubo un hermoso abrazo entre ambos».
Luego, después de breves saludos a las demás personas presentes (el obispo de Albano y el director de las Villas Pontificias, Petrillo) ambos subieron al coche. Francisco se sentó a la derecha, el lugar clásico del papa, mientras que Benedicto XVI se sentó a la izquierda. En el coche se encontraba también monseñor Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia. Y así, el coche se dirigió a los ascensores y los dos protagonistas del histórico encuentro subieron al apartamento y se dirigieron enseguida a la capilla, para un momento de oración.
«En la capilla, el papa emérito le ofreció a Francisco el lugar de honor, pero este dijo: "Somos hermanos", y quiso que se arrodillaran juntos, en el mismo reclinatorio», cuenta el padre Lombardi. Después de un breve momento de oración, se dirigieron a la biblioteca privada, donde, alrededor de las 12.30, comenzó el encuentro privado. Esta es la biblioteca en la que normalmente el papa recibe a los invitados importantes en Castel Gandolfo. Francisco llevó como regalo al papa emérito una bella imagen, y luego comenzó la reunión, que duró aproximadamente 45 minutos, hasta las 13.15.
«Vale destacar, en lo que se refiere a la indumentaria, que el papa emérito lleva un simple talar blanco, sin faja ni esclavina: son dos prendas particulares que distinguen, en cambio, el vestido de Francisco, que tiene una esclavina y la faja», subraya el portavoz vaticano.
En el almuerzo estuvieron presentes los dos secretarios, don Georg y don Xuereb, por lo que el aspecto totalmente privado y reservado del encuentro finalizó con la reunión en la biblioteca. El papa emérito también acompañó a Francisco hasta el helipuerto, cuando llegó el momento de volver. «Este no es el primer encuentro —destaca el padre Lombardi—. Es el primer encuentro en persona, pero el papa Francisco ya había dedicado palabras al papa emérito: desde la Logia de las Bendiciones, cuando apareció por primera vez en la Logia, y en dos llamados telefónicos personales: la noche misma de la elección y el día de San José, para enviarle sus deseos».
La reunión, po lo tanto, yase había iniciado, si bien el encuentro personal, físico, aún no se había concretado. «Recordemos que el papa emérito ya había manifestado su reverencia y obediencia incondicionales hacia su sucesor con ocasión del encuentro con los cardenales el 28 de febrero y, por lo tanto, ha podido en este encuentro (que fue un momento de altísima y profunda comunión) renovar su acto de reverencia y obediencia a su sucesor, mientras que Francisco renovó su gratitud y la de toda la Iglesia por el ministerio llevado a cabo por el papa Benedicto en el curso de su pontificado», afirma el director del Departamento de Prensa de la Santa Sede. «Es la Virgen de la Humildad; cuando la vi, pensé enseguida en regalársela». Con estas palabras, el papa Francisco entregó su regalo, una imagen, al papa emérito, Benedicto XVI. El momento en el que se los ve orando juntos, uno al lado del otro, en el mismo reclinatorio, en la capilla del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, es el momento más intenso del histórico encuentro.
Dice padre Lombardi, al salir del Palacio Apostólico: «El papa emérito deseaba que Francisco orara en el reclinatorio de honor, colocado frente al altar. Pero el papa le dijo: "No, somos hermanos", y quiso que se arrodillaran juntos en el mismo reclinatorio a rezar». Al finalizar el encuentro, no se dará ninguna bendición desde el balcón del Palacio Apostólico. Mañana durante el ángelus, la reflexión de este día histórico.
Vatican Insider
23 de marzo, 2013. (ROMEREPORTS.com) (SÓLO VÍDEO) Por primera vez el papa Francisco se reunió con el papa emérito Benedicto XVI. Fue un encuentro sencillo, emotivo y, sin duda, histórico.
Después de subir al helicóptero en el Vaticano, el primer Papa latinoamericano llegó a Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros al sur de Roma, en torno a las 12:15. Rezó con su predecesor, se reunieron en el estudio y almorzaron juntos.
Francisco entregó a Benedicto una imagen de la Virgen de la Humildad. “Cuando la vi pensé a usted”, dijo a Benedicto. “Gracias por la humildad durante su Pontificado, nos ha dado un gran ejemplo de humildad y ternura”, añadió.
Benedicto XVI, seguirá viviendo en Castel Gandolfo durante el mes de abril, pero también se trasladará al Vaticano en mayo, al monasterio Mater Ecclesiae.
No comments:
Post a Comment