Encuentro de provinciales dominicos de Europa en Maguncia
Se trata de favorecer una confrontación
real de nuestros contemporáneos con
el Evangelio
(Fr. Javier Carballo, op, provincial en España).- Como viene siendo habitual cada año en la semana de pascua, se han reunido los provinciales y vicarios dominicos de Europa (IEOP). En esta ocasión en Maguncia (Alemania), organizando el encuentro la provincia de Teutonia. En él participaron el Maestro de la Orden, fr. Bruno Cadoré, y varios de sus socios, junto a 33 provinciales y vicarios de las distintas entidades de la Orden en Europa. El tema elegido, con ocasión del aniversario del Concilio Vaticano II, fue precisamente: "¿Cómo estamos construyendo la Iglesia del Concilio Vaticano II?".
La primera reflexión estuvo a cargo delCardenal Karl Lehmann, arzobispo de Maguncia, en la que disertó sobre "Nuevas vías para las relaciones entre la Iglesia y el mundo: necesidad, experiencias y audacia". Comenzó refiriéndose a las múltiples dimensiones de la relación de la Iglesia con el mundo, a los principios bíblicos y las vicisitudes históricas de esta relación. Después de hacer un sumario recorrido por la evolución del concepto de secularización y, sobre todo, del proceso sociológico a que se refiere, presentó la visión del Vaticano II sobre la relación Iglesia-mundo y el impulso aportado por la Orden Dominicana en las personas de Congar, Chenu y Féret. Por último, expuso algunas tesis sobre la futura recepción de la Gaudium et Spes y la necesidad de un nuevo impulso para afrontar hoy las relaciones de la Iglesia con el mundo. Este impulso debe atender a todas las dimensiones de dicha relación, asumir la necesidad de repensar algunas de las valoraciones morales eclesiales, colaborar con valentía en la transformación del mundo y vivir en la permanente tensión de "estar en el mundo pero sin ser del mundo". La Carta a Diogneto sigue siendo una fuente de inspiración para este nuevo impulso. El prolongado diálogo posterior a la conferencia se centró, sobre todo, en cómo lograr una mejor articulación entre el Evangelio, la moral y las leyes civiles.
La segunda conferencia se centró en la evangelización impulsada por el Vaticano II y en cómo la Orden puede afrontar hoy este desafío, a cargo del dominico francés fr. Hervé Legrand OP, del Instituto Católico de París. Se refirió a la ambigüedad del concepto de secularización, prefiriendo describir algunos rasgos de la secularización como proceso, para concluir que el proceso de secularización en occidente ha revelado un déficit de inculturación de la fe cristiana en el contexto europeo. La inculturación no es una mera adaptación al mundo, ni supone asumir los criterios culturales como criterios de interpretación del Evangelio. Se trata de favorecer una confrontación real de nuestros contemporáneos con el Evangelio, sin que la cultura cristiana aparezca como arcaica. Lo que implica comprender y amar nuestra sociedad. Para superar este déficit de inculturación en Europa propone desarrollar la eclesiología de comunión del Vaticano II, siendo capaces de debatir más sincera y abiertamente los problemas en la Iglesia, potenciar la sinodalidad y fomentar los valores democráticos. Pero ¿cómo afrontar la evangelización de quienes ya no vienen a la Iglesia? Para ello propone salir al encuentro de las demandas de espiritualidad y del interés por lo sagrado (sobre todo, por el arte sacro y su potencial espiritual), desarrollar buenas competencias en el ámbito de lo interreligioso, y renovar el lenguaje para la transmisión de la fe a través de los nuevos medios de comunicación. Concluyó refiriéndose a algunos aspectos de la formación dominicana que promuevan una evangelización mejor inculturada en Europa.
La tercera ponencia fue a cargo del dominico alemán Ulrich Engel, OP, del Instituto M.-Dominique Chenu de Berlín, sobre la inspiración del Vaticano II para la Orden Dominicana hoy en Europa. Su exposición se centró en 4 aspectos en los que la predicación dominicana puede ejercer de mediación en las diferencias entre la sociedad y la Iglesia. Primero, potenciar un quehacer teológico local europeo en el contexto de la Iglesia universal policéntrica. Segundo, el ejercicio teológico como "intellectus amoris" en el marco de las realidades de injusticia y exclusión. Tercero, ser capaces de desarrollar un quehacer teológico que integre varones y mujeres, laicos y religiosos, en el ámbito de la familia dominicana. Cuarto, desarrollar el ámbito de la predicación como "traducción" del mensaje cristiano en una sociedad postsecularizada.
A continuación, tres provinciales, los de Polonia, Portugal e Inglaterra, presentaron la experiencia de sus provincias respectivas en la recepción del Vaticano II y cómo han contribuido a construir la Iglesia evangelizadora y dialogante que impulsó el Concilio. El diálogo posterior entre los asistentes se centró en tres ámbitos. Primero, el papel de la vida comunitaria fraterna en la evangelización, y cómo aquélla se ve afectada por el individualismo, la diversidad intergeneracional, el impacto de las nuevas tecnologías... y la necesidad de recuperar la dimensión comunitaria del estudio y la formación intercultural e internacional. Segundo, la misión compartida con el laicado y el desafío de las potencialidades de la familia dominicana para la evangelización. Tercero, la integración positiva de identidad y apertura, convicción y diálogo, para la evangelización, junto a la necesidad de la formación para saber dialogar con lo secular, tanto en el nivel de las competencias intelectuales como en el de las habilidades socio-emocionales.
El Maestro de la Orden, fr. Bruno Cadoré, presentó algunos de los rasgos de la sociedad europea, como las heridas de su reciente historia; la urgencia de los excluidos o víctimas de la crisis económica e inmigración; las tensiones del pluralismo religioso; la tentación del "identarismo"... para subrayar la misión de comunión y reconciliación a la que estamos convocados. Luego, presentó las principales líneas de su informe al próximo capítulo general de Trogir (Croacia), con dos principios transversales: la importancia de "salir" de las posiciones establecidas y la llamada de los "olvidados" del mundo. Invitó a no ser sólo admiradores de los gestos del Papa Francisco sino imitadores suyos que compartan y desarrollen esos gestos. También presentaron su informe los socios del Maestro para vida apostólica, vida intelectual y la oficina de solidaridad.
El encuentro se completó con una visita al noviciado de Worms y un encuentro con la joven comunidad de formación en Maguncia. La liturgia en los tres idiomas oficiales de la Orden, los momentos de fraternidad compartida y de reuniones regionales completaron el encuentro de la IEOP de 2013 en Maguncia.
Fr. Javier Carballo, O.P.
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