Alda Beatriz Fortes, militante del Movimiento de Trabajadores Cristianos de Brasil y co-presidenta del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC), de visita en España fue acogida por la Comisión Permanente de la HOAC y tuvo la oportunidad de acompañarlos en su visita a la Diócesis de Calahorra-La Calzada y Logroño.
–¿Qué es lo que le ha movido a pasar unos días en nuestro país?
–Siempre he tenido ganas de conocer España. Pero últimamente más, por las noticias de los indignados y el movimiento de fuerte contestación a las medidas anti-crisis. Gracias a la gran relación con la HOAC y, ya que estaba de camino al Consejo Mundial del MMTC en Bélgica, quería tener una visión más completa del país y de sus organizaciones. Tenemos muchos encuentros en América Latina, también a nivel mundial, pero se me presentaba una oportunidad muy interesante de conocer mejor a la base de la militancia de la HOAC. Toda la vida de Europa se puede ver por lo que están pasando los movimientos obreros en España, también las relaciones con Iglesia, cómo se posiciona, qué apoyos tienen en los curas…
–¿Cuál ha sido su trayectoria hasta llegar al Consejo Mundial del MMTC y qué compromisos está desarrollando en la actualidad?
–En Brasil soy una maestra jubilada. Me crié en la JEC, luego en la JOC, en el principio de la dictadura militar. Después llegó la diáspora por la represión y encontré otra vez el movimiento de la ACO en 1986, que pasó a llamarse Movimiento de Trabajadores Cristianos (MTC), cuando me encontraba muy involucrada en la lucha de la educación, los sindicatos y las comunidades. Estoy en un grupo del MMTC que a su vez está integrado en una coordinadora regional del Sur y pertenezco a la coordinación nacional desde hace seis años. En 2009 fui propuesta para el Consejo Mundial del MMTC por América. En Brasil hay ocho regionales, que actúan por todo el país, con muchos compromisos. Yo estoy en el Partido de los Trabajadores (PT), tenemos mucha relación con los sindicatos más grandes, con los jubilados, con los de la educación y de otros sectores. Hay muchas actividades en los consejos temáticos, de Salud, de Educación, de la Mujer, de la Infancia… En Brasil estamos en un proceso de apertura democrática muy interesante y hay muchos foros. Son consejos institucionales en los que participa la ciudadanía, pero muchas veces su participación es frágil por falta de preparación de las personas. En este momento estoy más involucrada en los foros de la Mujer, los Derechos Humanos, la Educación y la Economía Solidaria. Este último es crucial para la protección y avance de muchos trabajadores de la economía informal. Tengo un trabajo especial con los recicladores de basura.
–¿Y cuál es, un poco más concretamente, su vinculación con los recicladores?
–En mi zona, en el Valle del Río Sino, en la Región Metropolitana de Porto Alegre, hay un sector de trabajadores de reciclaje que ha cumplido dos años. Es un foro muy avanzado, muy protagonista. Desde 2004, les apoyo intentando contribuir en lo que necesitan. Además tengo cuatro hijos (tres mujeres y un varón) y dos nietas lindísimas de cuatro meses.
–¿Nos puede hablar del trabajo que tiene por delante el Consejo Mundial del MMTC?
–El Consejo Mundial se reúne todos los años, en torno a febrero, en Bélgica, con militantes de todas las regiones para ver la realidad de cada una de ellas y hacer un plan global más objetivo a partir de ahí. El Consejo está realizando un papel fundamental para las organizaciones regionales, tiene un equipo de apoyo muy bueno, con el trabajo de Betina y Jean-Michael, muy comprometidos con las bases. En estos momentos estamos haciendo una valoración del trabajo de los cuatro últimos años sobre la globalización y los trabajadores migrantes y preparamos la próxima Asamblea de julio en Alemania. El tema fue muy debatido en el último consejo y llegamos al consenso para hablar de cómo llegar a una sociedad más justa, fraterna y sostenible. Son temas muy profundos y muy extensos, pero cada regional, cada equipo, lo puede profundizar y hacer planes muy ricos en los próximos cuatro años.
–¿Qué valoración hace del Fondo de Solidaridad Internacional de la HOAC, que acaba de cumplir ya más de 20 años, para el MTC de Brasil e incluso para el MMTC?
–Para América y Brasil, el Fondo de Solidaridad (FSI) de la HOAC, y toda la relación con la HOAC, es muy importante. Nos respetan mucho y nos apoyan en las tareas propias de formación. Son actividades fundamentales para la comunicación, el fortalecimiento de los equipos, la extensión del movimiento, el desarrollo de actores que tengan las ideas y compromisos claros. El Fondo fue muy importante hace dos años para trabajar la cuestión de inmigración también con Cuba, con América Central y Canadá. El seminario de Cuba fue clave para conocer la realidad de Cuba, identificarnos mejor y hacer un buen diagnóstico de la situación en América Central. Lo mismo podemos decir del encuentro en Chile. El MOAC Latinoamérica está frágil y disperso y el aporte del FSI nos permitió reunirnos y trabajar bien. Vivimos una coyuntura en América del Sur muy favorable para los trabajadores con gobiernos realmente populares y tenemos que fortalecer esos gobiernos que están muy divididos y muy presionados, porque el capitalismo y el imperialismo están muy presentes. Al mismo tiempo, las propuestas de consumismo y alienación del capitalismo son muy fuertes. Hay muchas dificultades con la comunicación, todas las grandes redes de comunicación son privadas, apenas hay redes públicas que permitan tener una información al día, confiable y transparente. Por eso es clave el aporte de la HOAC y los movimientos más comprometidos.
–¿Qué pudo ver y qué le ha llamado la atención en su visita, en compañía de la Comisión Permanente de la HOAC, tanto a la Comisión diocesana de la HOAC de Logroño como a los equipos de militantes?
–Ha sido una gran riqueza lo que podido vivir, empezando por una acogida muy cariñosa en el aeropuerto, en un día de descanso. He podido ver el compromiso y la relación muy dialógica con los militantes, los equipos e incluso con sectores de la Iglesia cuando a menudo a los miembros de nuestros movimientos les resulta muy difícil entablar esa relación. Contactar con los militantes, ver los esfuerzos de coordinación y asistir a ese diálogo tan abierto entre personas ha sido motivador. He sentido mucha vida, mucho compromiso, mucha sensibilidad. Todo el encuentro ha estado rodeado de gran belleza y fraternidad. También ha sido una grata sorpresa la postura de los curas que les asesoran, los consiliarios. En el MMTC se está proponiendo un encuentro de consiliarios que va a depender de los aportes y recursos pero viendo a los consiliarios de la HOAC, tan gentiles, con esa capacidad de escuchar, veo la necesidad de intercambiar experiencias. En Brasil hay muchos equipos animados por laicos, más que nada porque no hay esa proximidad con muchos sectores de la Iglesia. Los militantes, los grupos muchas veces andamos ansiosos por la angustia de los resultados, por el número de la militancia, por falta de respuesta. Por eso es importante el diálogo, la coordinación con los dirigentes, la valoración de las luces y sombras que tienen los militantes. Esa es la vida, es el pan de nuestro trabajo. Veo a la HOAC muy comprometida con la vida plena para todos.
HOAC
Hermandad Obrera de Acción Católica
No comments:
Post a Comment