Estimados hermanos y hermanas,
1. Durante esta semana con el gozo pascual, los obispos de la Iglesia en Chile nos hemos reunido en un ambiente de oración, comunión y fraternidad para, con una mirada de pastores, ver la vida de la Iglesia y de nuestra sociedad.
2. La presente reunión la realizamos cuando recién ha iniciado su servicio en la Iglesia como obispo de Roma y sucesor de Pedro el Papa Francisco. Todos experimentamos como un gran regalo de Dios la presencia cercana, cariñosa y la palabra amable del Papa que hace palpable a Jesús, Buen Pastor. Nos alegramos por esa actitud de fe y simpatía con que el Santo Padre ha sido acogido por todos. Oremos siempre con gran cariño por el Papa y su misión.
Esperamos con ilusión la visita que Él pueda realizar a nuestra Patria para que nos confirme en la fe y nos anime en la comunión, la equidad y la paz social.
3. A los jóvenes de nuestras comunidades que en Julio se reunirán con el Papa Francisco, en Brasil, les animamos a prepararse espiritualmente para acoger las enseñanzas del Sucesor de Pedro.
4. Durante esta Asamblea nos hemos reunido con presbíteros venidos de gran parte del país y con ellos expresamos nuestra gratitud a todos los sacerdotes por su abnegado servicio al pueblo, compartiendo su vida, sus necesidades y esperanzas.
Como obispos deseamos caminar con ellos fraternalmente en la tarea evangelizadora, especialmente en este tiempo de misión. Queremos como discípulos de Cristo, alcanzar la conversión personal y pastoral de todos.
5. Como chilenos, nos preocupa el hoy y el mañana de nuestra Patria. Invitamos a todos los creyentes a orar por la paz y la justicia, el entendimiento y la colaboración entre los pueblos, así como por las futuras autoridades que el país elegirá, también por aquellos temas que en la hora actual de Chile preocupan a todos y especialmente, a nosotros como pastores: el salario mínimo, los conflictos laborales y la educación. Temas como la familia y el respeto por la vida.
6. Siguiendo el deseo que nos ha expresado el Santo Padre en el saludo que nos ha enviado, procuremos ser: “magnánimos y bondadosos, comprensivos y serviciales. Tratando a cada hombre como un hermano al que hay que ayudar, consolar y edificar con el propio testimonio de vida”.
7. A la Virgen del Carmen, encomendamos nuestras comunidades y nuestra Patria entera, con afecto,
1. Durante esta semana con el gozo pascual, los obispos de la Iglesia en Chile nos hemos reunido en un ambiente de oración, comunión y fraternidad para, con una mirada de pastores, ver la vida de la Iglesia y de nuestra sociedad.
2. La presente reunión la realizamos cuando recién ha iniciado su servicio en la Iglesia como obispo de Roma y sucesor de Pedro el Papa Francisco. Todos experimentamos como un gran regalo de Dios la presencia cercana, cariñosa y la palabra amable del Papa que hace palpable a Jesús, Buen Pastor. Nos alegramos por esa actitud de fe y simpatía con que el Santo Padre ha sido acogido por todos. Oremos siempre con gran cariño por el Papa y su misión.
Esperamos con ilusión la visita que Él pueda realizar a nuestra Patria para que nos confirme en la fe y nos anime en la comunión, la equidad y la paz social.
3. A los jóvenes de nuestras comunidades que en Julio se reunirán con el Papa Francisco, en Brasil, les animamos a prepararse espiritualmente para acoger las enseñanzas del Sucesor de Pedro.
4. Durante esta Asamblea nos hemos reunido con presbíteros venidos de gran parte del país y con ellos expresamos nuestra gratitud a todos los sacerdotes por su abnegado servicio al pueblo, compartiendo su vida, sus necesidades y esperanzas.
Como obispos deseamos caminar con ellos fraternalmente en la tarea evangelizadora, especialmente en este tiempo de misión. Queremos como discípulos de Cristo, alcanzar la conversión personal y pastoral de todos.
5. Como chilenos, nos preocupa el hoy y el mañana de nuestra Patria. Invitamos a todos los creyentes a orar por la paz y la justicia, el entendimiento y la colaboración entre los pueblos, así como por las futuras autoridades que el país elegirá, también por aquellos temas que en la hora actual de Chile preocupan a todos y especialmente, a nosotros como pastores: el salario mínimo, los conflictos laborales y la educación. Temas como la familia y el respeto por la vida.
6. Siguiendo el deseo que nos ha expresado el Santo Padre en el saludo que nos ha enviado, procuremos ser: “magnánimos y bondadosos, comprensivos y serviciales. Tratando a cada hombre como un hermano al que hay que ayudar, consolar y edificar con el propio testimonio de vida”.
7. A la Virgen del Carmen, encomendamos nuestras comunidades y nuestra Patria entera, con afecto,
Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile
Punta de Tralca, 12 de Abril de 2013
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