(José Manuel Vidal, Rio).- Sentado al lado de Bergoglio, el cardenal Claudio Hummes, tuvo la inspiración de susurrarle, cuando fue elegido Papa, el ya famoso "no te olvides de los pobres". Cuatro meses después del cónclave, el prefecto emérito del Clero estuvo en la JMJ de Rio feliz y radiante. Por la Iglesia, que "antes estaba triste y, ahora, feliz y con la cabeza levantada". Y por su amigo Francisco, "la sorpresa del Espíritu" y el Papa que va a reformar la Curia. Saluda al Padre Ángel, al que conoce de oídas, y le dice que es "un admirador de su obra".
Está aquí "su" Papa, al que usted le propuso el nombre, y al que usted le dijo "no te olvides de los pobres"
Sí, estoy muy feliz con la estancia del Papa, y por todo lo que él es y representa. Porque realmente el Papa Francisco es un gran don, un don extraordinario que el Espíritu Santo concede a la Iglesia. Su nombre ya es todo un programa pastoral, porque él va a ser exactamente el Papa que conduzca a la Iglesia a este nuevo milenio. Y lo va a hacer de una forma nueva.
¿Va a llevar adelante Francisco una "revolución tranquila"?
Creo que sí, una forma nueva de hacer las cosas, con la que sobre todo está indicando lo esencial, lo importante, aquello a lo que debemos estar abiertos. Él sobre todo es un hombre que piensa mucho en las periferias, en los pobres. Lleva en su corazón a los olvidados.
¿Los que tienen que volver a ser los preferidos?
Claro. Eso es lo que él está mostrando, no solamente con palabras, sino mucho más todavía con gestos, con su forma de ser y de hacer, de relacionarse con las personas. Para todos nosotros está siendo una luz que nos indica nuevos caminos.
¡Supieron elegir bien!
Creo que el Espíritu Santo condujo el corazón de los cardenales para elegir muy bien, y yo estoy feliz: Creo que fue una cosa extraordinaria. E inesperada.
¿Se puede decir que ha empezado una primavera en la Iglesia?
Sí, se ve que el pueblo católico está de nuevo feliz, está de nuevo con la cabeza levantada. Antes estaba medio triste, preocupado debido a todas las crisis que se estaban descubriendo en el seno de la Iglesia. Y hoy el pueblo está de nuevo con esperanza. Claro que los problemas siguen ahí y tienen todavía que ser solucionados, pero el Papa ya ha comenzado con las soluciones, y el pueblo tiene la esperanza de que los problemas realmente serán subsanados.
¿Cree que va a hacer la reforma de la Curia?
La hará, sí. Ya ha comenzado por la reforma de la figura del Papa. Ahora reformará la curia y luego tendrá que enfrentar también asuntos que tienen que ver con toda la Iglesia.
¿Será capaz de contagiar esa esperanza a la sociedad civil desilusionada, especialmente en Europa?
Claro que sí, con toda seguridad. Tanto así, que ya se han escuchado en Europa gobernantes que se preguntan: "¿Pero cómo puede ser que la Iglesia en un día y medio de cónclave produzca una nueva Iglesia, y nosotros no consigamos hacer eso en nuestros países y con nuestros gobiernos?". También se ve, de facto, una apreciación mundial muy positiva hacia el Papa, incluso por parte de los gobiernos.
¿Tuvo miedo de que le pudiera pasar algo en Brasil?
No, no. Siempre estuvo bien protegido, especialmente por el cariño del pueblo
¿Las protestas no son contra el Papa?
No. Y después de todo, terminarán siendo controladas. Las fuerzas de seguridad a veces tienen un poco de falta de práctica para lidiar con este tipo de nuevas manifestaciones, pero poco a poco se ve que todo va siendo controlado normalmente. Claro que está habiendo actos de vandalismo y de violencia, pero están siendo aislados y controlados.
¿Qué piensa que va a quedar del paso del Papa por Río? ¿Cuál cree que fue el mensaje principal que les deja?
El Papa sobre todo piensa en dar fuerza a la Iglesia desde aquí, especialmente en la dirección que el encuentro de Aparecida, donde él participó, ya había señalado. Él tiene las orientaciones de Aparecida gravadas muy fuertemente en su interior. Y lo que nos está indicando a nosotros, al mismo tiempo con su mensaje y con su ejemplo, es de qué forma debemos vivir Aparecida. Y allí entran, en primer lugar, los pobres, la nueva evangelización, y la propuesta de una Iglesia más abierta, más misericordiosa, más cercana al pueblo y a todas las personas. Y sobre todo a los que sufren, a los pobres.
Desde Religión Digital, propusimos que el Papa visitara a Casaldáliga. ¿Le habría gustado un gesto así?
Con certeza, me encantaría. Me habría gustado que lo pudiera haber visitado, pero sé que era imposible.
¿No pudo ser?
No, no hubo manera de poder hacerlo.
¿Por motivos de seguridad?
Claro. Era irrealizable.
¿Y Casaldáliga tampoco pudo venir a Rio?
No lo sé, pero quizás ya no pueda desplazarse en un viaje tan largo.
Algunos titulares
-Francisco sobre todo es un hombre que piensa mucho en las periferias, y que lleva en su corazón a los olvidados
-Creo que el Espíritu Santo condujo el corazón de los cardenales para elegir al Papa, y yo estoy feliz, creo que fue una cosa extraordinaria e inesperada
-El pueblo católico antes estaba medio triste, preocupado, pero desde la elección de Francisco está de nuevo feliz, con la cabeza levantada
-Francisco ya ha comenzado la reforma, reformando precisamente la figura del Papa. Ahora reformará la curia y luego la Iglesia
-¿Cómo puede ser que la Iglesia en un día y medio de cónclave produzca una nueva Iglesia, y los gobiernos de Europa no consigamos hacer eso sus países?
-Francisco tiene Aparecida gravada muy fuertemente en su interior
-Me habría gustado que Francisco pudiera haber visitado a Casaldáliga, pero sé que era imposible
RD