El Papa Francisco es recibido con música en el Teatro Municipal de Río
27 de julio, 2013 (Romereports.com) (-SOLO VIDEO) Una vez dentro delTeatro Municipal de Río de Janeiro, en donde tenía previsto reunirse con líderes políticos de Brasil, el Papa Francisco fue recibido por la orquesta sinfónica del lugar.
Ya antes de su llegada los músicos estaban tocando una canción. Cuando elPapa se acercó al escenario la orquesta interpretó, en clave clásica, el himno oficial de la JMJ.
El Papa Francisco saluda a un grupo de indígenas en Brasil
27 de julio, 2013 (Romereports.com) (-SOLO VIDEO-) Al término del encuentro con representantes de la clase dirigente, social y eclesiástica brasileña, el Papa Francisco saludó a varios miembros de una comunidad indígena e incluso accedió a probarse uno de sus adornos.
El Papa a los políticos: tienen una obligación con la sociedad, y, sobre todo, con Dios
27 de julio de 2013. (Romereports.com) Al son de la canción oficial de la JMJ interpretada por una orquesta, el Papa Francisco dirigió sus pasos al escenario del Teatro Municipal de Río. Allí tuvo un encuentro con representantes sociales, religiosos, culturales y políticos brasileños en donde les recordó que deben superar sus diferencias para favorecer el diálogo.
PAPA FRANCISCO
“Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo con el pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad ”
Francisco les recordó la responsabilidad moral que tienen a la hora de legislar. No sólo ante la sociedad y ante las próximas generaciones sino que también ante Dios.
PAPA FRANCISCO
“Quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios. Este sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes. Además de la racionalidad científica y técnica, en la situación actual se impone la vinculación moral con una responsabilidad social y profundamente solidaria”.
Una vez que Francisco terminó su discurso, se produjeron varios momentos entrañables.
Un grupo de niñas alumnas de danza rodeó al Papa y acto seguido, una más pequeña entregó a Francisco un ramo de flores ante las ovaciones del público.
Veinte representantes políticos y culturales del país pudieron saludar personalmente al Papa. Entre ellos, Francisco bendijo a una madre embarazada y a su hijo. Por último, también saludó a un grupo de indígenas emocionados. Uno de ellos incluso prestó uno de sus adornos al Papa.
PAPA FRANCISCO
“Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo con el pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad ”
Francisco les recordó la responsabilidad moral que tienen a la hora de legislar. No sólo ante la sociedad y ante las próximas generaciones sino que también ante Dios.
PAPA FRANCISCO
“Quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios. Este sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes. Además de la racionalidad científica y técnica, en la situación actual se impone la vinculación moral con una responsabilidad social y profundamente solidaria”.
Una vez que Francisco terminó su discurso, se produjeron varios momentos entrañables.
Un grupo de niñas alumnas de danza rodeó al Papa y acto seguido, una más pequeña entregó a Francisco un ramo de flores ante las ovaciones del público.
Veinte representantes políticos y culturales del país pudieron saludar personalmente al Papa. Entre ellos, Francisco bendijo a una madre embarazada y a su hijo. Por último, también saludó a un grupo de indígenas emocionados. Uno de ellos incluso prestó uno de sus adornos al Papa.
Francisco invita a Brasil
a una "actitud abierta y
sin prejuicios, es decir
humildad social"
El Papa se reúne en el teatro municipal con la sociedad civil.
Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy"
(José M. Vidal, Rio).- Después de reunirse con los "suyos" en la catedral, el Papa se fue al teatro municipal de Rio, para ver a la sociedad civil. Con un discurso en el que abogó por "rehabilitar la política", siempre que erradique la pobreza, por el "sentido ético", por la "laicidad respetuosa" y por la "humildad social". Y con escenas conmovedoras, como el momento en que le puso la mano sobre el vientre de una embarazada.
Tras la bienvenida del arzobispo de Rio, el testimonio de un joven procedente de la favela y ex adicto a la droga, salvado por la parroquia y por Jesús y, ahora, es profesor de la Universidad de los jesuitas de Rio. Y recuerda a muchos jóvenes que cayeron, como los masacrados ante la iglesia de la Candelaria, los niños de la calle, los olvidados.."todos son, Santo Padre, nuestros hermanos".
"Los jóvenes en Brasil están en la calle. luchando por una vida digna".
Discurso del Papa
"Bon dia"
"Prefiro falar en castellano, os pido la cortesís de perdonarme"
"Esperanza de que esta patria siga desarrollándose en el pleno respeto de los principios éticos"
"Memoria dle pasado y utopía del futuro se encuentran en el presente"
"Tres aspectos de esta mirada tranquila: la originalidad de la cultura brasileña, la responsabilidad, diálogo constructivo"
"Es de justicia valorar la originalidad dinámica de la cultira brasileña"
"Ha recibido la fe de la savia del Evangelio"
"Cultura del encuentro"
"El cristianismo combina trascendencia y encarnación"
La responsabilidad social
"Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones"
"Hay que rehabilitar la política, una de las formas más altas de la caridad"
"Una política que evite el elitismo y erradique la probreza, que a nadie le falte lo necesario y se asegure a todos la dingidad"
"Venden al pobre por un par de sandalias...Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy"
"Aquel a quien la vida ha ungido como guía..."
"Apelo a la dinámica de la esperanza, que nos impulsa a ir siempre más allá"
"El sentido ético es hoy un desafío histórico sin precedentes"
El diálogo constructivo
"Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay la salida del diálogo"
"Un país crece cuando sus diversas realidades dialogan de forma constructiva"
"Las tradiciones religiosas animan la democracia"
"Las religiones se ven beneficiadas por la laicidad del Estado"
"Diálogo, diálogo, diálogo"
"La cultura del encuentro: el otro siempre tiene algo que darme"
"Actitud abierta y sin prejuicios, es decir la humildad social"
"O se apuesta por el diálogo o todos perdemos"
"La hermandad no es un sueño fantasioso"
"De corazón, pido a Dios que los bendiga"
Discurso del Papa. Texto íntegro
Excelencias,
Señoras y señores
Señoras y señores
Doy gracias a Dios por la oportunidad de encontrar a una representación tan distinguida y cualificada de responsables políticos y diplomáticos, culturales y religiosos, académicos y empresariales de este inmenso Brasil.
Hubiera deseado hablarles en su hermosa lengua portuguesa, pero para poder expresar mejor lo que llevo en el corazón, prefiero hablar en español. Les pido la cortesía de disculparme.
Saludo cordialmente a todos y les expreso mi reconocimiento. Agradezco a Monseñor Orani y al Señor Walmyr Júnior sus amables palabras de bienvenida y presentación. Veo en ustedes la memoria y la esperanza: la memoria del camino y de la conciencia de su patria, y la esperanza de que ella, siempre abierta a la luz que emana del Evangelio de Jesucristo, continúe desarrollándose en el pleno respeto de los principios éticos basados en la dignidad trascendente de la persona.
Quien tiene un papel de responsabilidad en una nación está llamado a afrontar el futuro «con la mirada tranquila de quien sabe ver la verdad», como decía el pensador brasileño Alceu Amoroso Lima («Nosso tempo», en A vida sobrenatural e o mondo moderno, Río de Janeiro 1956, 106). Quisiera considerar tres aspectos de esta mirada calma, serena y sabia: primero, la originalidad de una tradición cultural; segundo, la responsabilidad solidaria para construir el futuro y, tercero, el diálogo constructivo para afrontar el presente.
Hubiera deseado hablarles en su hermosa lengua portuguesa, pero para poder expresar mejor lo que llevo en el corazón, prefiero hablar en español. Les pido la cortesía de disculparme.
Saludo cordialmente a todos y les expreso mi reconocimiento. Agradezco a Monseñor Orani y al Señor Walmyr Júnior sus amables palabras de bienvenida y presentación. Veo en ustedes la memoria y la esperanza: la memoria del camino y de la conciencia de su patria, y la esperanza de que ella, siempre abierta a la luz que emana del Evangelio de Jesucristo, continúe desarrollándose en el pleno respeto de los principios éticos basados en la dignidad trascendente de la persona.
Quien tiene un papel de responsabilidad en una nación está llamado a afrontar el futuro «con la mirada tranquila de quien sabe ver la verdad», como decía el pensador brasileño Alceu Amoroso Lima («Nosso tempo», en A vida sobrenatural e o mondo moderno, Río de Janeiro 1956, 106). Quisiera considerar tres aspectos de esta mirada calma, serena y sabia: primero, la originalidad de una tradición cultural; segundo, la responsabilidad solidaria para construir el futuro y, tercero, el diálogo constructivo para afrontar el presente.
1. En primer lugar, es importante valorar la originalidad dinámica que caracteriza a la cultura brasileña, con su extraordinaria capacidad para integrar elementos diversos. El común sentir de un pueblo, las bases de su pensamiento y de su creatividad, los principios básicos de su vida, los criterios de juicio sobre las prioridades, las normas de actuación, se fundan en una visión integral de la persona humana.
Esta visión del hombre y de la vida característica del pueblo brasileño ha recibido mucho de la savia del Evangelio a través de la Iglesia Católica: ante todo, la fe en Jesucristo, el amor de Dios y la fraternidad con el prójimo. Pero la riqueza de esta savia debe ser valorada en toda su plenitud. Puede fecundar un proceso cultural fiel a la identidad brasileña y constructor de un futuro mejor para todos. Así dijo el amado Papa Benedicto XVI en su discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida.
Hacer crecer la humanización integral y la cultura del encuentro y de la relación es la manera cristiana de promover el bien común, la alegría de vivir. Y aquí convergen la fe y la razón, la dimensión religiosa con los diferentes aspectos de la cultura humana: el arte, la ciencia, el trabajo, la literatura... El cristianismo combina la trascendencia y la encarnación; revitaliza siempre el pensamiento y la vida ante la frustración y el desencanto que invaden el corazón y se propagan por las calles.
Esta visión del hombre y de la vida característica del pueblo brasileño ha recibido mucho de la savia del Evangelio a través de la Iglesia Católica: ante todo, la fe en Jesucristo, el amor de Dios y la fraternidad con el prójimo. Pero la riqueza de esta savia debe ser valorada en toda su plenitud. Puede fecundar un proceso cultural fiel a la identidad brasileña y constructor de un futuro mejor para todos. Así dijo el amado Papa Benedicto XVI en su discurso inaugural de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida.
Hacer crecer la humanización integral y la cultura del encuentro y de la relación es la manera cristiana de promover el bien común, la alegría de vivir. Y aquí convergen la fe y la razón, la dimensión religiosa con los diferentes aspectos de la cultura humana: el arte, la ciencia, el trabajo, la literatura... El cristianismo combina la trascendencia y la encarnación; revitaliza siempre el pensamiento y la vida ante la frustración y el desencanto que invaden el corazón y se propagan por las calles.
2. Un segundo punto al que quisiera referirme es la responsabilidad social. Esta requiere un cierto tipo de paradigma cultural y, en consecuencia, de la política. Somos responsables de la formación de las nuevas generaciones, capaces en la economía y la política, y firmes en los valores éticos. El futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor la participación de las personas, evite el elitismo y erradique la pobreza. Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino a seguir. Ya en la época del profeta Amós era muy fuerte la admonición de Dios: «Venden al justo por dinero, al pobre por un par de sandalias. Oprimen contra el polvo la cabeza de los míseros y tuercen el camino de los indigentes» (Am 2,6-7). Los gritos que piden justicia continúan todavía hoy.
Quien desempeña un papel de guía debe tener objetivos muy concretos y buscar los medios específicos para alcanzarlos, pero puede haber el peligro de la desilusión, la amargura, la indiferencia, cuando las expectativas no se cumplen. La virtud dinámica de la esperanza impulsa a ir siempre más allá, a emplear todas las energías y capacidades en favor de las personas para las que se trabaja, aceptando los resultados y creando las condiciones para descubrir nuevos caminos, entregándose incluso sin ver los resultados, pero manteniendo viva la esperanza.
La dirigencia sabe elegir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés por el bien común; ésta es la forma de ir al centro de los males de una sociedad y superarlos con la audacia de acciones valientes y libres. En nuestra responsabilidad, aunque siempre sea limitada, es importante comprender la totalidad de la realidad, observando, sopesando, valorando, para tomar decisiones en el momento presente, pero extendiendo la mirada hacia el futuro, reflexionando sobre las consecuencias de las decisiones. Quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios. Este sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes. Además de la racionalidad científica y técnica, en la situación actual se impone la vinculación moral con una responsabilidad social y profundamente solidaria.
La dirigencia sabe elegir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés por el bien común; ésta es la forma de ir al centro de los males de una sociedad y superarlos con la audacia de acciones valientes y libres. En nuestra responsabilidad, aunque siempre sea limitada, es importante comprender la totalidad de la realidad, observando, sopesando, valorando, para tomar decisiones en el momento presente, pero extendiendo la mirada hacia el futuro, reflexionando sobre las consecuencias de las decisiones. Quien actúa responsablemente pone la propia actividad ante los derechos de los demás y ante el juicio de Dios. Este sentido ético aparece hoy como un desafío histórico sin precedentes. Además de la racionalidad científica y técnica, en la situación actual se impone la vinculación moral con una responsabilidad social y profundamente solidaria.
3. Para completar la «visión» que me he propuesto, además del humanismo integral que respete la cultura original y la responsabilidad solidaria, termino indicando lo que considero fundamental para afrontar el presente: el diálogo constructivo. Entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay una opción posible: el diálogo. El diálogo entre las generaciones, el diálogo con el pueblo, la capacidad de dar y recibir, permaneciendo abiertos a la verdad. Un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva: la cultura popular, universitaria, juvenil, la cultura artística y tecnológica, la cultura económica, de la familia y de los medios de comunicación. Es imposible imaginar un futuro para la sociedad sin una incisiva contribución de energías morales en una democracia que no sea inmune de quedarse cerrada en la pura lógica de la representación de los intereses establecidos. Es fundamental la contribución de las grandes tradiciones religiosas, que desempeñan un papel fecundo de fermento en la vida social y de animación de la democracia. La convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad, favoreciendo sus expresiones concretas.
Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Sólo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas y en el respeto de los derechos de cada una. Hoy, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden; seguir la vía correcta hace el camino fecundo y seguro.
Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: Diálogo, diálogo, diálogo. El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios. Sólo así puede prosperar un buen entendimiento entre las culturas y las religiones, la estima de unas por las otras sin opiniones previas gratuitas y en el respeto de los derechos de cada una. Hoy, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden; seguir la vía correcta hace el camino fecundo y seguro.
Excelencias,
Señoras y señores
Gracias por su atención. Tomen estas palabras como expresión de mi preocupación como Pastor de la Iglesia y del amor que tengo por el pueblo brasileño. La hermandad entre los hombres y la colaboración para construir una sociedad más justa no son una utopía, sino que son el resultado de un esfuerzo concertado de todos por el bien común. Les aliento en su compromiso por el bien común, que requiere por parte de todos sabiduría, prudencia y generosidad. Les encomiendo al Padre celestial pidiéndole, por la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, que colme de sus dones a cada uno de los presentes, a sus familias y comunidades humanas y de trabajo, e imparto a todos mi Bendición.
Señoras y señores
Gracias por su atención. Tomen estas palabras como expresión de mi preocupación como Pastor de la Iglesia y del amor que tengo por el pueblo brasileño. La hermandad entre los hombres y la colaboración para construir una sociedad más justa no son una utopía, sino que son el resultado de un esfuerzo concertado de todos por el bien común. Les aliento en su compromiso por el bien común, que requiere por parte de todos sabiduría, prudencia y generosidad. Les encomiendo al Padre celestial pidiéndole, por la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, que colme de sus dones a cada uno de los presentes, a sus familias y comunidades humanas y de trabajo, e imparto a todos mi Bendición.
No comments:
Post a Comment