La comunidad de Esphigmenou –en contra del diálogo con el Vaticano– se atrincheró en el monasterio para resistir al desalojo decretado por Bartolomeo I. Piedras y “molotovs” contra la policía
GIORGIO BERNARDELLIMILÁN
Una unidad anti-disturbios en el monte Athos, en Grecia, para plegar la resistencia de un grupo de monjes. Es lo que sucede desde hoy por la mañana en el monasterio de Esphigmenou –uno de los veinte del célebre complejo ortodoxo. Este monasterio es famoso desde los años setenta por su guerra contra el Patriarcado ecuménico de Constantinopla, acusado de traicionar la ortodoxia con su apertura ecuménica hacia el Vaticano. Según lo que indicó la agencia Associated Press, los monjes tradicionalistas habrían respondido con piedras y bombas “molotov” cuando los oficiales judiciales y la policía intentaron hacer irrupción en el edificio. Desde 2002, el Patriarca Bartolomeo I, bajo cuya jurisdicción eclesiástica se encuentra la República monástica del monte Athos, declaró ilegal a la fraternidad monástica de Esphigmenou, por lo que ordenó el desalojo. Pero los monjes no quieren acatar la orden, pues sostienen que el Patriarca de Constantinopla no tiene ningún poder al respecto.
Este enfrentamiento, en realidad, lleva ya algunas décadas. Todo comenzó en ocasión de la visita de Pablo VI al Patriarca Atenágoras en 1967. Como protesta en contra de la oración común de ambos líderes religiosos, los monjes de Esphigmenou respondieron con banderas negras en las que escribieron “Ortodoxia o muerte”. Para resolver la cuestión, el actual Patriarca Bartolomeo I llamó al ministerio del exterior griego, que, según la compleja jurisdicción de los veinte monasterios que conforman el núcleo monástico, se ocupa de la seguridad y del orden público en el monte Athos. Durante las últimas décadas, las autoridades de Atenas han tratado de plegar la resistencia de Esphigmenou; incluso trataron de impedir la llegada de vívieres a los monjes, pero no sirvió a nada.
Lo que complicó todavía más la situación fue que hace algunos días la nueva comunidad monástica que Bartolomeo querría instalar en Esphigmenou obtuvo un mandato por parte de un tribunal griego: lo que está en juego también es un financiamiento de 500 mil euros por parte de la Unión europea para la restauración de Esphigmenou, cuyo edificio actual fue construido en el siglo XI. En una situación como la que está viviendo Grecia hoy en día, el dinero de la Unión Europea se ha convertido en otro elemento de tensión entre los monjes rebeldes y Constantinopla.
Según fuentes locales, los monjes que se atrincheraron dentro del edificio sacro son alrededor de veinte, aunque durante la tarde se habrían granjeado algunos seguidores. Desde su sitio en internet, los religiosos de Esphigmenou piden ayuda a los fieles ortodoxos y acusaron al gobierno «de haber dado luz verde a la intervención de la policía», sin considerar el hecho de que esto podría llevar a la muerte «de los monjes del monte Athos».
Vatican insider
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