Me siento feliz bajo este limonero libanés en Notre Dame du Monde, Asamblea mundial de la CVX.
Llegó al Líbano "con el corazón dispuesto a vivir esta experiencia de encuentro con los hermanos cvxianos de todo el mundo. Me preguntas por mis expectativas y podría mencionarte muchas pero que se resumen en una que da sentido al encuentro y es el discernimiento comunitario sobre las nuevas fronteras en las que como cuerpo apostólico laical, estamos llamados a servir en adelante. Este proceso de discernimiento sin lugar a dudas implicará la inspiración y escucha del Espíritu y la experiencia orante entre hermanos con realidades muy disimiles, pero unidos por una misma vocación eclesial, nuestro carisma CVX. Esta posibilidad de alejarnos de lo cotidiano para tomarnos un tiempo y sentarnos como María de Betania a los pies de Jesús para recibir su palabra y reflexionar juntos la misión a la que seremos enviados como comunidad, es una gracia que ya vivo anticipadamente con corazón agradecido y con mucha emoción y responsabilidad como delegada de mi país junto a Santiago y Pablo sj.
En cuanto a mis expectativas pues primero está el deseo de entrar en comunión con tantos países que viven su seguimiento al Señor desde lo ignaciano. Poder vivenciar esa diversidad cultural, las distintas formas de ver la realidad y dar una respuesta.
Ya en cuanto a los temas será una asamblea de agradecimiento y de seguir planteando retos cada ves más como cuerpo apostólico estando en el lugar en que Dios nos está pidiendo... las fronteras. Seguimos hablando ... abrazos
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