“Tengo que ser optimista respecto al proceso de paz de Colombia”
“Nosotros no tenemos cómo agradecerle a
España que nos haya dado a Cristo”
(José Manuel Vidal).- Con su anorak encima del clergyman, el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá aparenta menos años de los 71 años que tiene. Le entrevistamos en Rio, durante la JMJ. El prelado se declara "optimista" respecto al proceso de paz en su país, agradece a España el "don de la fe" y se muestra orgulloso del Papa Francisco, al que los latinoamericanos "sentimos como nuestro, más que nunca".
Monseñor, ¿ha estado en Río para acompañar al Papa?
Sí. En Colombia las Jornadas Mundiales de la Juventud han tenido siempre una enorme importancia, porque lo consideramos como un momento muy fuerte de encuentro de la juventud con Cristo, que arrastra, que entusiasma, que llena de gozo no solamente a los jóvenes, sino a toda la comunidad eclesial. Y la presencia del Papa y de toda la demás gente es como la concreción misma de la presencia del Señor Jesucristo. Por eso para mí, como arzobispo de Bogotá, es muy importante poder acompañar a los jóvenes que vinieron de toda Colombia. No sé el número exacto, pero se calcula que hubo más de 5.000 jóvenes colombianos.
¿O sea que la Iglesia latinoamericana se vuelca con su Papa?
Indudablemente. El hecho de que el Papa sea latinoamericano nos hace sentirlo muchísimo más cercano que a cualquier otro Papa anterior. Lo sentimos como nuestro, más que nunca. Además, estamos convencidos de que con el Papa Francisco, la Iglesia de América Latina hace una contribución sumamente importante a la Iglesia universal, especialmente en lo que tiene que ver con la pastoral, la concepción de la evangelización y la concepción misma de la Iglesia como comunión y participación. Por eso pienso que es bien interesante que vengamos aquí a estar con el Papa, a escucharle y sentir cómo se inflama el gozo y la alegría en el corazón de los jóvenes.
¿Devuelven a España la fe que les trajo?
Sí, sin duda. Nosotros no tenemos cómo agradecerle a España que nos haya dado a Cristo, que nos haya hecho miembros de la Iglesia; y ahora con inmenso gozo estamos viendo cómo podemos testimoniar nuestra fe a toda la Iglesia universal.
¿La situación en Colombia camina hacia la paz?
Eso espero. Yo soy optimista, tengo que serlo, porque tengo esperanza y sé que el Señor es el dueño de la historia, y que por tanto Él nos concederá la paz que le estamos pidiendo intensamente.
En la Iglesia se está abriendo un nuevo clima de esperanza. ¿Cree que esa esperanza puede contagiarse también al mundo, que tanto la necesita en este momento?
Indudablemente. La característica del cristianismo ha sido siempre la esperanza, que lleva a superar todas las dificultades, todos los problemas, y que hace que en la oscuridad siempre se vislumbre la luz. Es la esperanza la que nos hace luchar permanentemente por todo aquello que recibimos de Cristo nuestro Señor: la paz, la justicia, la fraternidad, la solidaridad... Y el mundo de hoy necesita una fuerte esperanza, porque desafortunadamente en el mundo se ha ido creando un clima de desesperanza, de cansancio y agotamiento. Pues bien, creo que nosotros tenemos que aportar al mundo esa fuerza inmensa de la esperanza.
¿La "revolución tranquila" que se espera de Francisco va a ser posible? ¿La reforma de la curia, por ejemplo?
Yo creo que sí. El Papa Francisco es el fruto maduro de 50 años de Concilio ecuménico. Hace 50 años el Concilio empezaba la renovación de la Iglesia, y aunque el post-concilio ha estado caracterizado por incomprensiones, por exageraciones, por dudas e inquietudes, yo creo que ya empiezan a catalizarse todos los frutos de la reforma del Concilio Vaticano II. Y el Papa Francisco es la imagen de ello, el signo claro de esa reforma, que llega ya tranquila y serena a hacer los cambios fundamentales que son necesarios.
¿Le hacía falta a la jerarquía una cura de humildad?
En la Curia romana se metieron muchas de las costumbres de las cortes y algunos obispos de ciertos países fueron tomando ciertas aptitudes de distancia de la gente. Este aire fresco que ha traído el papa Francisco nos hace mucho bien, porque nos recuerda que la iglesia no es una corte ni en Roma ni en ninguna parte. La Iglesia es y tiene que ser el pueblo de Dios que está para servir a los más pobres y necesitados.
¿Es el Papa de la primavera?
Es posible. Dios quiera que así sea.
TITULARES:
-Más de 5.000 jóvenes colombianos han venido a Río para la JMJ
-El hecho de que el Papa sea latinoamericano nos hace sentirlo muchísimo más cercano que a cualquier otro Papa anterior
-Más que nunca, sentimos al Papa como nuestro
-Estamos convencidos de que con el Papa Francisco, la Iglesia de América Latina hace una contribución sumamente importante a la Iglesia universal
-Tengo que ser optimista respecto al proceso de paz de Colombia, porque sé que el Señor es el dueño de la historia
-Los cristianos tenemos que aportar al mundo la fuerza inmensa de la esperanza
-El Papa Francisco es el fruto maduro de 50 años de Concilio
-El post-concilio ha estado caracterizado por incomprensiones y exageraciones, pero ya empiezan a catalizarse todos los frutos de la reforma del Vaticano II
-El Papa Francisco es el signo claro de la reforma que comenzó con el Vaticano II, y que llega ya tranquila y serena a hacer los cambios que son necesarios
RD
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