"La palabra solidaridad está en peligro de ser excluida del diccionario"
Bergoglio defiende el derecho de las personas a tener "la dignidad de llevar el pan a casa"
El Papa Francisco ha arremetido de nuevo contra el actual sistema económico, al que considera responsable de los actuales niveles de desempleo al ser incapaz de crear puestos de trabajo, durante una audiencia a los trabajadores de la Acería de Terni, con motivo del 130 aniversario de la fundación.
"El paro es la consecuencia de un sistema económico que ya no está capacitado para crear trabajo, porque ha puesto al centro a un ídolo que se llama dinero", ha lamentado, al tiempo que se ha preguntado qué se puede hacer ante el grave problema del "desempleo" que afecta a varios países en Europa.
Por eso, el Papa ha hecho un llamamiento a los sectores políticos, económicos y sociales para que favorezcan una economía diversa basada en la "justicia y la solidaridad" que asegure a todos "la posibilidad de desarrollar un trabajo digno".
En esta línea, el Pontífice ha lamentado que la palabra "solidaridad" esté en peligro de "ser excluida del diccionario" porque este sistema "no quiere a la solidaridad que asegura a todos un trabajo digno". En esta línea, ha subrayado que para afrontar esta fase de grave dificultad y paro hay que usar los instrumentos de la "creatividad" y la "solidaridad".
Por ello, considera que se necesita "la creatividad de empresarios y artesanos valientes que miran al futuro con esperanza y confianza" y también "la solidaridad de todos los miembros de la sociedad, que renuncien a algo y adopten un estilo de vida más sobrio, para ayudar a los que se encuentran en condiciones de necesidad".
"Si falta el trabajo, la dignidad del hombre viene herida", ha alertado, para añadir que los desocupados corren el riesgo de ser "marginados" sociales y convertirse en "víctimas de la exclusión" porque necesitan "la dignidad de llevar el pan a casa". A su juicio, las personas en paro, sobre todo los jóvenes, pueden "caer en el desánimo crónico, o peor, en la apatía". Por ello, ha recalcado que no debe perderse la esperanza en "un futuro mejor" y que no hay que dejarse llevar "por el pesimismo".
Finalmente, ha asegurado que el valor primario del trabajo es el "bien de la persona humana", porque se realiza a través de él, "con sus actitudes, su capacidad intelectual, creativa y manual". Asimismo, ha destacado que el "trabajo no tiene solo una finalidad económica, sino también una finalidad que interesa al hombre y a su dignidad". "Este es un desafío que interpela a toda la comunidad cristiana", ha concluido. (RD/EP)
Francisco a los trabajadores: ¡Luchad por un futuro mejor!
El Papa Francisco recibió en el Aula Pablo VI a cientos de trabajadores de unafábrica de acero de Terni, en Italia central. Muchos de ellos se presentaron con sus familias.
El Papa les habló de la dignidad que da el trabajo y de la exclusión social a la que conduce el desempleo. Les pidió que no se dejen llevar por el pesimismo.
Francisco
"Queridos hermanos y hermanas... No dejéis nunca de esperar un futuro mejor. Luchad por eso. Luchad”.
Francisco también explicó cómo la fe ayuda al trabajo. Para el Papa, una fe vivida con alegría se convierte en una "fuerza humanizadora” en la sociedad.
Francisco
"Si cada uno hace su parte, si todos ponen siempre en el centro a la persona humana, no al dinero, y su dignidad, si se consolida una actitud de solidaridad y reparto fraterno inspirado en el Evangelio, se podrá salir del pantano de una situación económica y laboral cansina y difícil”.
Para terminar el encuentro, Francisco invitó a los presentes a rezar en ese momento para trabajar siempre con creatividad, solidaridad y fe.
El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos: el Papa a los obreros del Complejo siderúrgico de Terni
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El Santo Padre Francisco recibió en audiencia esta mañana en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de 7 mil dirigentes y obreros del Complejo siderúrgico de Terni con sus familias y junto a los fieles de la diócesis italiana de Terni-Narni-Amelia, con ocasión del 130 aniversario de la fundación de este complejo industrial del sur de Italia. Un encuentro que ofreció al Papa la oportunidad de hablar del derecho al trabajo en este territorio y en general en el mundo entero, en momentos que está viviendo las consecuencias de una grave crisis económica y laboral.
“Ante el desarrollo actual de la economía -dij el Santo Padre- es necesario reafirmar que el trabajo es realmente esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos. El trabajo, de hecho, tiene que ver directamente con la persona y su dignidad, su vida, su libertad y su felicidad. El principal valor del trabajo es el bien de la persona humana, porque la realiza como tal, con sus actitudes y su capacidad intelectual, creativa y manual. Es por ello que el trabajo no sólo tiene una finalidad económica y ganancias, sino también un objetivo que afecta al hombre y a su dignidad. ¡Y si falta el trabajo esta dignidad queda herida! Cualquier persona desempleada o subempleada queda, de hecho, situada en los márgenes de la sociedad, convirtiéndose en una víctima de la exclusión social. Muchas veces sucede que personas sin trabajo - especialmente numerosos jóvenes - caigan en el desánimo o peor aún en la apatía crónica.
¿Qué podemos decir, se ha preguntado Francisco, ante el gravísimo problema del desempleo que está afectando a tantos países europeos?
“¡Que es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear puestos de trabajo, porque ha puesto en el centro a un ídolo, que se llama dinero! Por lo tanto, los diferentes representantes políticos, sociales y económicos están llamados a promover un enfoque diferente, basado en la justicia y la solidaridad, para garantizar a todos la posibilidad de desarrollar una actividad laboral con dignidad. El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos. Esta fase de graves dificultades y de desempleo debe ser afrontada con las herramientas de la “creatividad” y la “solidaridad”. La creatividad de empresarios y artesanos valientes, que miren hacia el futuro con confianza y esperanza. Y la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad, que renunciando un poco cada uno, y adoptando un estilo de vida más sobrio, puedan ayudar a los que están en condiciones de necesidad”.
Este desafío dijo el Papa Francisco interpela a toda la comunidad cristiana. “Y por esta razón la historia contemporánea de vuestra Iglesia está inseparablemente vinculada a la visita del Beato Juan Pablo II al Complejo siderúrgico de Terni”. Toda la Iglesia está comprometida en una conversión pastoral y misionera, como ha señalado su obispo. En este sentido, dijo el Papa, el principal compromiso es siempre el de revivir las raíces de la fe en Jesucristo. “Una fe vivida con alegría, vivida plenamente y con generosidad puede dar a la sociedad una fuerza humanizadora”. “Queridos hermanos y hermanas, nunca pierdan la esperanza de un futuro mejor. No se dejen atrapar por el vórtice de pesimismo!”
“Ante el desarrollo actual de la economía -dij el Santo Padre- es necesario reafirmar que el trabajo es realmente esencial para la sociedad, para las familias y para los individuos. El trabajo, de hecho, tiene que ver directamente con la persona y su dignidad, su vida, su libertad y su felicidad. El principal valor del trabajo es el bien de la persona humana, porque la realiza como tal, con sus actitudes y su capacidad intelectual, creativa y manual. Es por ello que el trabajo no sólo tiene una finalidad económica y ganancias, sino también un objetivo que afecta al hombre y a su dignidad. ¡Y si falta el trabajo esta dignidad queda herida! Cualquier persona desempleada o subempleada queda, de hecho, situada en los márgenes de la sociedad, convirtiéndose en una víctima de la exclusión social. Muchas veces sucede que personas sin trabajo - especialmente numerosos jóvenes - caigan en el desánimo o peor aún en la apatía crónica.
¿Qué podemos decir, se ha preguntado Francisco, ante el gravísimo problema del desempleo que está afectando a tantos países europeos?
“¡Que es la consecuencia de un sistema económico que ya no es capaz de crear puestos de trabajo, porque ha puesto en el centro a un ídolo, que se llama dinero! Por lo tanto, los diferentes representantes políticos, sociales y económicos están llamados a promover un enfoque diferente, basado en la justicia y la solidaridad, para garantizar a todos la posibilidad de desarrollar una actividad laboral con dignidad. El trabajo es un bien de todos, que debe estar al alcance de todos. Esta fase de graves dificultades y de desempleo debe ser afrontada con las herramientas de la “creatividad” y la “solidaridad”. La creatividad de empresarios y artesanos valientes, que miren hacia el futuro con confianza y esperanza. Y la solidaridad entre todos los miembros de la sociedad, que renunciando un poco cada uno, y adoptando un estilo de vida más sobrio, puedan ayudar a los que están en condiciones de necesidad”.
Este desafío dijo el Papa Francisco interpela a toda la comunidad cristiana. “Y por esta razón la historia contemporánea de vuestra Iglesia está inseparablemente vinculada a la visita del Beato Juan Pablo II al Complejo siderúrgico de Terni”. Toda la Iglesia está comprometida en una conversión pastoral y misionera, como ha señalado su obispo. En este sentido, dijo el Papa, el principal compromiso es siempre el de revivir las raíces de la fe en Jesucristo. “Una fe vivida con alegría, vivida plenamente y con generosidad puede dar a la sociedad una fuerza humanizadora”. “Queridos hermanos y hermanas, nunca pierdan la esperanza de un futuro mejor. No se dejen atrapar por el vórtice de pesimismo!”
Radio Vaticano
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