Friday, July 04, 2008

Buscar el bien y la verdad, desafío para los comunicadores (II)


Un lugar con memoria


Tras la misa presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz en la parroquia El Sagrario, los cerca de 90 comunicadores y periodistas asistentes se trasladaron hasta el Edificio Arzobispal contiguo, en el lugar donde hace tres décadas funcionaba la Vicaría de la Solidaridad.


Fue precisamente el recuerdo emocionado a esta histórica institución de la Iglesia de Santiago la que marcó el saludo de Mons. Goic.


A propósito de la invitación que formula el Papa Benedicto XVI en su mensaje para la 42ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en el sentido de que "los medios de comunicación pueden y deben ser instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario", el obispo de Rancagua recordó que en el mismo lugar donde se realiza este encuentro "transitaron muchos hermanos nuestros en busca de un Buen Samaritano. La Vicaría de la Solidaridad recibió también en sus pasillos a muchos periodistas y comunicadores que, en una época difícil para la libertad de expresión, se convertían en testigos de una parte de la historia. Aquí se escribían además las páginas del periódico que llevaba el nombre de este valor cristiano: “Solidaridad”, y que sorteando mil escollos lograba ponernos al tanto de información fidedigna sobre lo que pasaba en Chile", destacó el pastor.


Y agregó: "He querido recordar el pasado de este lugar porque lo que aquí se vivió no fue sino la expresión viva de una Iglesia que ha querido ser fiel a Jesucristo y al Evangelio. Por ser consecuentes entonces con lo que el Señor pedía a su Iglesia en una hora dramática para el país, sus pastores no siempre fueron comprendidos, y muchas veces recibieron un trato injusto de autoridades y también de algunos medios de comunicación. Cuando la vida, los derechos humanos y las libertades individuales estaban amenazadas, no podíamos callar, no podíamos dejar de ser refugio solidario. Algunos sacerdotes dieron la vida en ese afán. También algunos periodistas y comunicadores. A todos ellos los recordamos, en este día, en este lugar, con una oración al Padre de eterna bondad".


Mons. Goic reflexionó sobre cuánto ha cambiado Chile en tres décadas, su sociedad, valores y costumbres; cómo han cambiado la Iglesia y sus pastores, cómo han cambiado los medios de comunicación y sus profesionales. "Indudablemente estamos muy lejos de las arbitrariedades y amenazas que se vivieron en aquél entonces. Pero nuestra sociedad está aún lejos del progreso humano y del desarrollo social que tanto afirmamos desear para nuestra patria".


Como ayer, atrapados

Agregó que tampoco hoy los obispos pueden callar "cuando se amenazan la vida humana, la dignidad de las personas, la vida familiar y las relaciones laborales; cuando se afecta al medio ambiente, se instala la violencia como algo cotidiano, se desconoce la identidad cultural de nuestros pueblos originarios y se propone el exitismo de una sociedad consumista como modelo de logro social".


Mons. Goic expresó su sensación de que muchos periodistas y comunicadores siguen, como ayer, atrapados. "Pero son distintas las mordazas: los vemos atrapados frente a las lógicas de algunos medios de comunicación prisioneros de los indicadores de sintonía, de tiraje o de visitas; rindiendo culto a unas supuestas exigencias del mercado, hipotecando sus principios editoriales, llenando páginas y minutos con contenidos banales, reduciendo el nivel del debate, exacerbando conflictos".


En este escenario, sostuvo el obispo, "sentimos que es nuestro, como Iglesia, un deber de gratitud hacia los periodistas y comunicadores que comparten una fe común en Cristo. A ustedes, hermanos, que buscan la verdad para compartirla en la certeza de Aquél que es Verdad con mayúscula, Verdad que nos hace libres, a ustedes les expresamos nuestra cercanía. También les animamos para que sigan siendo consecuentes con los valores del Evangelio. Para que no olviden nunca que la misión del comunicador encuentra su sello trascendente cuando se orienta a la verdad, cuando promueve el respeto de la dignidad de las personas, cuando procura el bien común de todos, de un modo especial de los más pobres y vulnerables".


Finalmente, el Presidente de la Conferencia Episcopal pidió la bendición del Señor a los periodistas y comunicadores, así como a sus familias, "que siempre son las primeras que sufren las consecuencias de una profesión que lamentablemente no respeta horario".


No comments: