Uno de los lugares más significativos del encuentro será el hipódromo de Randwick, donde el sábado por la noche se celebrará una vigilia de oración con el Santo Padre y el domingo por la mañana la misa de conclusión de la Jornada Mundial de la Juventud.
Lo más importante es la liturgia. Por esto los trabajadores de la construcción han hecho todo lo posible para adaptarse a esta exigencia.
"Básicamente, hay cuatro áreas en el centro a las cuales los peregrinos pueden acceder, y contienen figuras de adoración. Una de las figuras más grandes se encuentra detrás de nosotros. Son las estructuras más grandes a excepción del escenario".
"En esta zona será posible confesarse. Todo se hará a cielo abierto. Se trata, en realidad, no de una estructura verdadera sino de un área separada que puede acoger a decenas de sacerdotes para las confesiones".
"Este sitio y el escenario, así como cada lugar de la JMJ, han sido inspeccionados por expertos en construcción, por parte del cardenal y el Vaticano con el fin de asegurar la mejor experiencia de los peregrinos".
"El escenario se ve enorme. El espacio ha sido transformado en pocos días por Andrew Murphy y su equipo de construcción. El techo es de 40 por 30 metros, y el escenario tendrá una capacidad de 1000 personas aproximadamente: 500 obispos y cardenales, 300-350 coro y orquesta".
"El altar será levantado otros 8 metros más arriba de donde yo estoy y el techo del escenario será 17 metros más alto".
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