Los creyentes están sinceramente comprometidos en la construcción de una sociedad justa, solidaria y equitativa, en los contextos y situaciones socio-políticas en que viven. Así lo subrayó Benedicto XVI en el discurso dirigido a los obispos del Vietnam, al término de su visita ad limina. La Iglesia está activamente comprometida en el campo de la caridad y la religión no es un peligro para la unidad de la nación, contrariamente, está al servicio desinteresado del bien del prójimo. Teniendo presente la particular situación que vive la Iglesia de Vietnam, Benedicto XVI recordó que las prioridades pastorales se centran en la formación y la aportación de los laicos, particularmente en el campo de la educación y de la familia. El próximo año, la Iglesia de Vietnam celebra sus 50 años de la constitución de la jerarquía episcopal y, en este contexto, Benedicto XVI reveló que un eficaz trabajo pastoral presupone una estrecha coordinación entre las distintas realidades eclesiales locales.
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