Buenos Aires (Patricio Downes, Religión Digital).- El Episcopado de la Argentina, a través de su vocero Jorge Oesterheld, se alegró porque la ciudadanía haya expresado "su voluntad en libertad" en las elecciones legislativas del domingo. En ellas sufrió un severo revés electoral el ex presidente Néstor Kirchner, quien ha mantenido una relación plagada de fricciones con los obispos.Oesterheld consideró "positivo" el normal desarrollo del comicio y que hayan existido escasas denuncias de irregularidades.
"Lo importante es que la voluntad popular se haya podido expresar libremente", dijo el vocero de la Conferencia Episcopal Argentina a la agencia de noticias privada DyN.
El sacerdote Oesterheld recordó además que los obispos "siempre valoran" estas instancias democrática. Oesterheld evitó opinar sobre la pérdida de la hegemonía parlamentaria del gobernante Frente para la Victoria, principal soporte de la presidente Cristina Fernández de Kirchner.
El matrimonio presidencial mantiene una dura relación con la Iglesia Católica en el país, al punto de negarse a asistir al tradicional Tedeum del 25 de mayo, aniversario del primer gobierno criollo. Para ello, cada año, mudan la celebración a capitales del interior, quebrando una tradición de casi 200 años.
Los Kirchner se ofendieron con el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, cuando en 2003 pronunció una severa homilía en el Tedeum de mayo. Allí llamó a los dirigentes políticos a dejar los enfrentamientos y restablecer una democracia solidaria.
Luego, Kirchner despidió al vicario castrense, el obispo Antonio Baseotto, luego que el prelado recomendó "tirar al mar" al ministro de Salud, Ginés González García, por su opinión favorable al aborto. La mención del prelado trajo al inconciente colectivo la siniestra historia de los "vuelos de la muerte", cuando la dictadura militar usaba aviones y helicópteros para arrojar, vivos, a disidentes políticos sobre el Río de la Plata y el mar Atlántico.
Más tarde, el Vaticano negó el plácet de embajador ante la ciudad estado al ex ministro Alberto Iribarne, por ser un católico divorciado y vuelto a casar.
En noviembre pasado, en el documento "Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad", los obispos encabezados por el cardenal Jorge Bergoglio llamaron a construir la comunidad nacional sobre la base del liderazgo ético y el fortalecimiento de la democracia y las instituciones republicanas.
"Muchoas signos nos hacen pensar que está por nacer un país nuevo, aunque todavía no acaba de tomar forma -señaló el Episcopado en su documento 'Hacia el bicentenario...'-. En los últimos años, gracias al diálogo, hemos vivido aprendizajes cívicos importantes. De manera institucional, logramos salir de una de las crisis más complejas de nuestra historia".
En esa oportunidad, como ahora, los obispos elogiaron el camino de "la no violencia y se establecieron programas específicos para el cuidado de los más débiles. La experiencia histórica nos ha demostrado que por el camino de la controversia se profundizan los conflictos, perjudicando especialmente a los más pobres y excluidos".
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