RD/Ep).-La Fraternidad de San Pio X, la comunidad cismática fundada por Marcel Lefebvre en 1988, ordenó hoy ocho nuevos sacerdotes, desafiando así al Vaticano, que considera que este tipo de ordenaciones son "ilegítimas". La ceremonia tuvo lugar en el seminario de Econe (Suiza), la sede principal de esta comunidad, y fue presidida por el obispo y superior general de la Fraternidad, Bernard Fellay.
En total, los lefebvrianos han ordenado recientemente a una treintena de nuevos sacerdotes, lo que enfría las relaciones con el Vaticano en un momento en el que ambas partes están intentando acercar posiciones con respecto al cisma que Marcel Lefebvre inició en 1988, precisamente a raíz de la ordenación de Fellay y otros tres obispos.
En total, los lefebvrianos han ordenado recientemente a una treintena de nuevos sacerdotes, lo que enfría las relaciones con el Vaticano en un momento en el que ambas partes están intentando acercar posiciones con respecto al cisma que Marcel Lefebvre inició en 1988, precisamente a raíz de la ordenación de Fellay y otros tres obispos.
Durante la ceremonia, a la que acudieron unas 2.500 personas, monseñor Fellay consideró que, tras el levantamiento el pasado mes de enero de la excomunión a los cuatro obispos lefebvrianos, entre los que se encuentra él mismo, la Fraternidad se encuentra en una situación canónica "intermedia" y debe seguir adelante con su misión.
No obstante, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, reiteró en declaraciones a Europa Press que las ordenaciones de sacerdotes por parte de los obispos lefebvrianos son "ilegítimas", tal y como la Santa Sede y el mismo Papa han dejado claro en las últimas semanas.
A finales de enero, el Papa Benedicto XVI decidió retirar la excomunión a los cuatro obispos lefebvrianos como signo de apertura al diálogo. Sin embargo, él mismo aclaró que si bien los prelados "han sido liberados de la sanción eclesiástica, no ejercen de modo legítimo ningún ministerio en la Iglesia" y por lo tanto, no pueden ordenar sacerdotes, entre otras cosas, según detalló en una carta dirigida a los obispos de todo el mundo para aclarar lo sucedido.
La remisión de la excomunión a los cuatro obispos cismáticos, que habían sido ordenados sin el permiso del entonces Papa Juan Pablo II, coincidió a finales del pasado mes de enero con las polémicas declaraciones de uno de ellos, Richard Williamson, en las que minimizaba la magnitud del Holocausto judío y llegaba a decir que las cámaras de gas nunca habían existido.
El caso alimentó una intensa polémica tanto entre católicos y judíos como en el interior de la Iglesia católica, lo que llevó al Papa y al Vaticano a aclarar en varias ocasiones sus posiciones sobre el Holocausto y a pedir a Williamson que se retractara de sus declaraciones para poder ser readmitido en la Iglesia católica.
Asimismo, el Vaticano aseguró que, en el momento del levantamiento de la excomunión, el Papa no tenía conocimiento de las declaraciones que Williamson había concedido a una televisión sueca pocos días antes.
El episodio sirvió para que el Papa reconociera y advirtiera a sus colaboradores que la Santa Sede debe prestar más atención a las noticias de actualidad que se difunden en todo el mundo para evitar malentendidos como este.
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