“El Año Paulino ha sido un tiempo de gracia que ha hecho recordar a la Iglesia la figura y la obra extraordinaria de un gran evangelizador”. Hablando antes del Ángelus a los fieles congregados en la plaza de San Pedro, Benedicto XVI ha unido el Año Paulino que termina, con el inicio del Año Sacerdotal inspirado en la Obra del Cura de Ars, san Juan María Vianney. Precisamente el apóstol Pablo, ha señalado el Papa, es el ejemplo de un sacerdote totalmente identificado con su ministerio, consciente de llevar un tesoro inestimable, es decir, el mensaje de la salvación. Por lo tanto, el sacerdote pertenece por completo a Cristo y a la Iglesia, a la cual está llamado a dedicarse con amor indivisible, como un esposo fiel hacia su esposa. Que la Virgen ayude a cada sacerdote a crecer en la santidad, para testimoniar –si fuera necesario hasta el martirio- la belleza de la total y definitiva consagración a Cristo y a la Iglesia.
Ver video de esta noticia, aquí
No comments:
Post a Comment