Friday, May 14, 2010

Alejandro Goic: “El Chile del futuro sólo se construye desde una sociedad más justa”


Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
(José Luis Celada) Asegura Alejandro Goic que “la Iglesia en Chile ha estado siempre muy presente” en la vida del pueblo, para compartir sus alegrías y sus sufrimientos. Y el terremoto de febrero lo ha vuelto a poner de manifiesto. Aunque fueron 12 las diócesis afectadas, las que más han sufrido son Talca, Linares, Chillán, Concepción y Rancagua, la sede que él pastorea. Sin embargo, el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile confía en que, “con el esfuerzo de todos los chilenos y de la solidaridad internacional”, su país se pondrá “de nuevo de pie”.

- ¿Les ha hecho replantearse su modo de ser Iglesia hoy el trágico terremoto del 27 de febrero?
En la actual tragedia, la Iglesia se movilizó desde el inicio para canalizar la ayuda solidaria. Particularmente significativa ha sido la gestión de Cáritas Chile, que, junto al ‘Hogar de Cristo’ y ‘Un techo para Chile’, se han destacado por su trabajo generoso, constante, abnegado y de alta eficacia. Hemos profundizado el valor de la cercanía, de la palabra oportuna y acogedora, de la fraternidad y de la misericordia, como valores permanentes en nuestra misión pastoral.
- En estas situaciones, aflora lo mejor del ser humano (solidaridad), pero también lo peor (pillajes, saqueo…). ¿Qué hacer cuando se tambalea la escala de valores?
La gente sencilla lo expresa de manera elocuente: “Lo perdimos todo, pero, gracias a Dios, quedamos con vida”. Apareció la grandeza y miseria de lo humano. El terremoto puso en evidencia, en un país sísmico como el nuestro, que lo verdaderamente asísmico es lo que se construye con nuestro amor. Nos hizo preguntarnos: ¿dónde está nuestro tesoro? Es un momento propicio para la reflexión y la acción en nuestra vida: el amor, la solidaridad, la preocupación por los más vulnerables, el compromiso por una sociedad más justa y equitativa, son esenciales en la construcción del Chile del futuro.
Bicentenario
- El año del terremoto y del relevo presidencial es también el del Bicentenario de la independencia. ¿Qué supone para la Iglesia esta conmemoración?
Un compromiso renovado de servicio a la patria. Y el mejor servicio que como Iglesia podemos hacer es presentar a Jesucristo y su Evangelio como proyecto de vida, y que nuestra Iglesia sea acogedora, fraterna, misericordiosa, generosa en la entrega y en el servicio a todos, especialmente a los predilectos del Señor, los pobres, los que sufren, los pequeños.

- Perdón han pedido ustedes ahora a las víctimas de abusos sexuales por parte de miembros del clero. ¿Qué opina de este grave asunto?
En mis 44 años de sacerdocio (31 como obispo), estos abusos constituyen el dolor más grande en mi vida de pastor. El sacerdote está llamado a defender la dignidad humana de todos, especialmente de los más vulnerables. Es una contradicción tremenda. Tenemos “un dolor de Iglesia” inmenso. Aunque fuera un solo abuso. Hemos pedido humildemente perdón. Es total nuestro compromiso de velar incesantemente por que estos gravísimos delitos no se repitan. Estos dolorosos episodios tienen su lado positivo: son un llamado de Dios a una vida de mayor santidad, a vivir de manera coherente la vida privada y pública, a ser humildes y reconocer las propias fragilidades.
Vida Nueva

No comments: