«Los casos de pedofilia están dañando a la Iglesia»

Paloma Gómez Borrero, periodista en el Vaticano

"Hay que reconocer que los sacerdotes tendrían que dar ejemplo"


Visita relámpago de Paloma Gómez Borrero a Cáceres. Llegó ayer por la tarde desde Roma para participar en el II Congreso Teológico Pastoral, que se celebra en el Seminario Mayor hasta el próximo domingo. Vino para hablar de los viajes de los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. Esta mañana vuelve a casa. Anoche, tras su intervención en el simposio, cenó en el Palacio Episcopal. Su nombre está vinculado a la Santa Sede desde hace décadas. Ahora no se imagina su vida fuera de Italia pero reconoce que no le hubiera importado trabajar en Moscú o China. La entrevista M.J.T. en Hoy.



-Su intervención gira sobre sus viajes con los dos últimos papas. ¿Llegó a acompañar a algún otro pontífice?

-No. Cuando llegué a Roma, Pablo VI estaba muy enfermo y no viajaba. Luego me tocó un papado de 31 días y no hubo tiempo para viajar. Pero me desquité con Juan Pablo II. Hice 104 viajes con él. Creo que los kilómetros que hizo el Papa y que, naturalmente, me adjudico yo equivalen a dar la vuelta al mundo 36 veces. De Benedicto XVI pensamos todos que sería un Papa tranquilo y que no saldría de la Plaza de San Pedro. Pero ya llevamos 15 viajes con el de Fátima.



-¿Cuál fue el destino de su primer viaje con Juan Pablo II?

-México. Nos dieron un recibimiento apoteósico. Increíble. Toda una nación se volcó con el Papa. Tardamos siete horas en recorrer los 122 kilómetros que separan Ciudad de México de Puebla de los Ángeles.



-¿Cómo era la relación del Papa con los periodistas?

-Juan Pablo II siempre venía a vernos a la ida y a la vuelta del viaje. A mí al principio me llamaba Televisión Española. Y luego pasó a llamarme Paloma. Estuve siguiéndole 27 años y medio. Fue mucho tiempo y me conocía.



-Las noticias sobre los casos de pedofilia están dañando la imagen de la Iglesia...

-Están dañándola muchísimo. Benedicto XVI ha hecho suyo el dolor de toda la Iglesia y la vergüenza de toda la Iglesia por lo que ha ocurrido. Desgraciadamente, los fenómenos de pedofilia no se limitan a la Iglesia. Lo que pasa es que hay que reconocer que los sacerdotes tendrían que dar ejemplo. Por eso, es doblemente triste. También hay que reconocer el valor que ha tenido Benedicto XVI en destapar algo doloroso y vergonzoso con fuerza, coraje y tolerancia cero.



-¿Qué información le gustaría dar desde el Vaticano?

-Que un día vinieran los hombres de la ETA a decirle al Papa que deponen las armas y que habría paz en el País Vasco y en España entera. Esa noticia me gustaría darla en exclusiva.



-¿Cambiaría Roma por otra corresponsalía?

-No. Ahora ya es demasiado tarde para cualquier cosa. Pero si me hubieran ofrecido Moscú o China hace años, hubiera sido una aventura.



-¿Cree que el lujo del Vaticano produce rechazo entre los creyentes?

-La Iglesia ha sido mecenas durante muchos siglos. El hambre sólo se combate cambiando la mentalidad y el corazón de la gente, no vendiendo la Piedad de Miguel Ángel.



-¿Cuál es su rincón favorito dentro de la basílica de San Pedro?

-Me gusta estar delante de la Piedad de Miguel Ángel.

RD