Cavaco Silva la rubrica, pese a estar en contra
"No quiero alargar inútilmente este debate"
La visita de Benedicto XVI a Portugal no ha frenado nada. A última hora de la tarde de ayer, el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, rubricaba la ley que dotará a las uniones homosexuales de los mismos derechos que cualquier otro matrimonio, a excepción de la adopción. El jefe de Estado, contrario a la norma, señaló que ha optado por promulgar la ley -que excluye el derecho a la adopción- porque devolverla al Parlamento sólo causaría un retraso de su entrada en vigor al mantener sus posiciones las fuerzas, de la izquierda, que la aprobaron.
Cavaco, católico practicante, demoró varias semanas su decisión y la anunció ayer en un mensaje a la nación que leyó tres días después de que concluyera la visita que hizo la semana pasada a Portugal el Papa Benedicto XVI, que criticó ese tipo de uniones.
El jefe de Estado defendió la necesidad del consenso nacional ante la crisis económica que vive Portugal y dijo que no quiere "alargar inútilmente este debate" ni "desviar la atención de los portugueses de los problemas que afectan gravemente la vida de las personas".
Pero señaló la falta de un consenso amplio en Portugal sobre el asunto del matrimonio homosexual y subrayó que sólo lo han aprobado siete países del mundo entero y cuatro de los 27 que integran la UE.
No es verdad que "la ausencia de matrimonio entre personas del mismo sexo sea un fenómeno residual en el mundo contemporáneo, un resquicio arcaico típico de sociedades culturalmente mas atrasadas", sostuvo Cavaco.
El presidente puso como ejemplo "las soluciones jurídicas adoptadas en Francia, Alemania, Dinamarca o Reino Unido que no son discriminatorias y respetan la institución matrimonial como unión entre hombre y mujer".
También recordó que había enviado la norma a examen del Tribunal Constitucional, el cual dio luz verde a su contenido el mes pasado.
Al final de su breve alocución Cavaco anunció que promulgaba la ley tras puntualizar que "hay momentos en la vida de un país en el que la ética de la responsabilidad tiene que colocarse encima de las convicciones personales".
La norma fue aprobada en el Parlamento con el apoyo del gobernante Partido Socialista (PS) y los partidos marxistas de la Asamblea Legislativa y tuvo el rechazo de los democristianos y los socialdemócratas, fuerza de la que proviene Cavaco.
El PS, que perdió la mayoría absoluta en las elecciones de septiembre pasado, había rechazado en 2008 dos proyectos de ley sobre matrimonio homosexual presentados por la izquierda marxista con el argumento de que no estaban en su programa de Gobierno de entonces.
(Rd/Agencias)
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