Ven en el comunicado de la Santa Sede cierta esperanza frente a la tibieza con la que se castigó al fundador
Félix Alarcón y Alejandro Espinosa, dos ex legionarios que fueron objeto de abusos sexuales por el fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, ven en el reciente comunicado de la Santa Sede tras la investigación a la orden religiosa un motivo de esperanza frente a la tibieza con que se castigó en el 2006 al fundador.
Patricio Cerda, que salió de la Legión tras presenciar los abusos sexuales de un seminarista por su rector, denunciarlo y tener conocimiento de otros casos que se intentaban ocultar, coincide en esta apreciación, pero recalca que si no hay un cambio profundo de la cúpula y los directores de los centros de la Legión, los cambios necesarios apuntados por la Santa Sede no se podrán llevar a cabo.
Alarcón, Espinosa y Cerda, durante una entrevista concedida a Efe, coincidieron en la "ambigüedad y tibieza" del primer comunicado de la Santa Sede, en mayo de 2006, invitando a Maciel a una vida de retiro y penitencia, renunciando a celebrar un juicio canónico por motivos de edad y sin ninguna mención a las víctimas.
Para el mexicano Alejandro Espinosa, sobrino del fundador, la decisión de Benedicto XVI, un año después de ser elegido Papa, se plasmó en "un comunicado muy comedido, muy sutil para los crímenes de los que se le había acusado a Maciel... Y la realidad es que se provocó una desproporción abismal en relación con los actos denunciados, y a la vez una suerte de traición hacia los denunciantes".
"El cariz nuevo -en el comunicado del 30 de abril último- de que Maciel era un criminal nos ilumina nuevamente, y más cuando el Papa ha manifestado deseos de reunirse con las víctimas. Dentro de todas estas 'ambigüedades' surge esta nueva realidad que sí nos da mucha esperanza", añade Espinosa.
Félix Alarcón, español, uno de los secretarios de Maciel y actualmente sacerdote diocesano, recuerda que "cuando Ratzinger visitó los Estados Unidos no le gustaron ciertas preguntas que le hicieron los periodistas sobre la cuestión... Siempre ha habido un cierto ocultamiento".
Sobre el primer comunicado, explica "yo eché de menos, como todo el mundo una palabra de compasión hacia las víctimas; eso es lo que me aterroriza, que la Iglesia haya tardado tanto, hasta que este tema en toda su crudeza y horror les ha estallado a los jerarcas de nuestra Iglesia y al final no lo han podido evitar... A mi jamás me han llamado para conocer mi situación", apostilla.
El sacerdote afirma que "no necesitamos príncipes, sino pastores", y explica que la Iglesia se enfrenta a "una crisis tremenda de credibilidad y de ocultamiento por la está pagando un sufrimiento real ahora, pero que le va a servir para purificarse".
Patricio Cerda considera que "de una etapa de tibieza y ambigüedad" se ha pasado al último comunicado "en el que veo una transformación muy grande".
El ex legionario, presidente y fundador de una asociación de víctimas de la Legión en España, añade que "viene a condenar todo lo que se está denunciado desde hace tiempo, los abusos sexuales, el abuso sicológico, la separación de la familia... todo lo que hemos venido denunciado desde la asociación".
Mientras que Espinosa recalca que "el problema es que Maciel nunca hubiera llegado a donde llegó si no hubiese tenido cómplices tan importantes, y esos cómplices no sólo están dentro de la Legión de Cristo, y, fuera, no sólo en la Iglesia católica".
La Legión -dice- vive actualmente "un desgarramiento de hermano contra hermano, ya no es sólo una tensión sino una verdadera lucha campal", y afirma, en contraposición con la opinión de Félix Alarcón, que el actual director general Alvaro Corcuera no fue elegido por votación del Capítulo General sino por imposición de Maciel.
Patricio Cerda sostiene que "hay una lucha terrible entre Álvaro Corcuera y Luis Garza. Personalmente, quiero ser sincero con algunas actitudes positivas de Corcuera, no se si como estrategia, de querer acercarse a los ex legionarios que estamos en esto, no como luis Garza que sólo buscar machacar y cargarse a los que critican o hablan mal de la legión".
Luis Garza -recuerda Patricio Cerda- dijo, en un retiro espiritual en Roma la semana pasada, lo mismo que viene diciendo en otros foros "el que no quiera seguir el espíritu de nuestro padre (Maciel) que se largue, el sigue hablando de 'Nuestro Padre' a todo el mundo...".
"Corcuera -sostiene- ha sido mas prudente, pero el problema de los legionarios es que como siempre han mentido y engañado en todo, a mi me resulta difícil, y tengo que hacer un ejercicio casi violento interiormente, dar ese voto de credibilidad de que una persona está actuando de buena fe".
(RD/Efe)
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