1 Reyes 17:1-6
Elías, del pueblo de Tisbé, en Galaad, dijo a Ahab: "Por la vida de Yavé, el Dios de Israel a cuyo servicio estoy, no habrá estos años lluvia ni rocío mientras yo no mande." Luego habló Yavé a Elías diciendo: "Levántate y dirígete al oriente: te esconderás cerca del torrente de Kerit, al este del Jordán. Tomarás agua del torrente y, en cuanto al alimento, he ordenado a los cuervos que te lo den ahí."
Obedeció, pues, las palabras de Yavé y se fué a vivir a orillas del torrente de Kerit, al oriente del Jordán; y los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y tomaba agua del torrente.
Elías, del pueblo de Tisbé, en Galaad, dijo a Ahab: "Por la vida de Yavé, el Dios de Israel a cuyo servicio estoy, no habrá estos años lluvia ni rocío mientras yo no mande." Luego habló Yavé a Elías diciendo: "Levántate y dirígete al oriente: te esconderás cerca del torrente de Kerit, al este del Jordán. Tomarás agua del torrente y, en cuanto al alimento, he ordenado a los cuervos que te lo den ahí."
Obedeció, pues, las palabras de Yavé y se fué a vivir a orillas del torrente de Kerit, al oriente del Jordán; y los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y tomaba agua del torrente.
¿Qué me estás diciendo, Señor?
Reflexiones sobre la lectura de hoy
La imágen de los cuervos trayendo alimento a Elías, es a menudo utilizada como un signo de la Providencia de Dios. Agradezco a Dios por el alimento que recibo.
Pienso sobre las inesperadas formas y los improbables mensajeros que me entregan alimento a lo largo de mi vida. Como Elías, escucho la Palabra del Señor, quien desea conducirme a las fuentes de la vida.
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