Ciudad de México (Agenzia Fides) - El Obispo de Saltillo, Mons. Raúl Vera López, ha advertido que hasta que el gobierno federal no prohiba los llamados "Pozos del carbón” para la extracción de carbón y no oblige a las empresas mineras a ser más rigurosas en las normas de seguridad, los trabajadores seguirán muriendo por accidentes en el trabajo, como ocurrió el pasado martes, con la explosión que se produjo en el pozo número 3 de la empresa Beneficios Internacionales del Norte (Binsa).
El Obispo ha invitado a las autoridades, especialmente a los Secretarios de Trabajo y Seguridad Social y de Economía, a dejar de ignorar los hechos y, poner fin a esta situación de "esclavitud moderna" que sufren los mineros. También ha pedido al Ministerio de Economía que no conceda el permiso para trabajar en estas condiciones, porque, "los pozos ilegales, se convierten en tumbas toleradas". En una entrevista con un diario local (La Jornada), Mons. Vera López ha dicho que es un error decir que se tolera la actividad de los pozos porque son fuentes de empleo, cuando en realidad "son fuentes de explotación y muerte”.
El Obispo también ha criticao las declaraciones que un gerente de zona ha concedido a varias emisoras de radio sobre la imposibilidad de controlar totalmente el territorio por la falta de un número suficiente de inspectores y por la dificultad para detectar las minas. "Es una excusa", ha dicho el Obispo. "¿Cómo se puede decir que no se sabe dónde están los pozos, cuando se ven?. ¡Tal vez Lozano (el encargado de la zona) nunca ha estado en una zona minera!”.
Mons. Vera, por último ha afirmado que si las autoridades realmente tuviesen la voluntad de actuar contra los "dadores de trabajo de los pozos”, con muy pocos inspectores, "se podría cerrar todo”, y ha añadido que muchas cosas no se quiere ver, porque están cubiertas por la "corrupción" que en la zona de Pasta de Conchos, se ha cobrado la vida de 65 mineros y ha dejado sepultados a 63 más
(CE) (Agencia Fides, 06/05/2011
No comments:
Post a Comment