Benedicto XVI "siente profundamente" que no se pueda distribuir hoy la comunión a los cientos de miles de jóvenes que asisten a la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, debido a que las hostias preparadas han quedado inservibles debido a la fuerte tormenta caída anoche en el lugar.
21 Agosto 11 - Madrid - Efe
"El papa lo siente profundamente. No es una decisión del Pontífice", dijo a Efe el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que señaló que la tormenta y fuerte vendaval que anoche azotó la base aérea de Cuatro Vientos durante la vigilia ha dañado las capilla instalada en el lugar en las que se custodiaban las 600.000 hostias para el sacramento de la comunión.
Lombardi precisó que el agua dañó directamente muchas hostias y que algunas capillas fueron precintadas por la policía por seguridad, ante el temor de que puedan derrumbarse y causar daños, por lo que no se pueden sacar las formas, que han quedado asimismo inservibles.
Por ello, la gran distribución durante la misa no se producirá, lo que ha causado "dolor" en el Pontífice, subrayó Lombardi a Efe.
En la explanada de Cuatro Vientos habían sido construidas 17 capillas, en su gran parte dañadas por el temporal. Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) informaron también de que "el huracán" vivido ayer ha "destrozado" algunas de las capillas en las que se habían ubicado las 600.000 hostias, por lo que se optó por retirarlas. "Por respeto al Santísimo no se repartirá la comunión, así que tendremos que conformarnos con hacer una comunión espiritual", han dicho los presentadores del acto por megáfono. Durante la misa, Benedicto XVI usa un cáliz español del siglo XVII, y el vino es de Jerez.
La Razón
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