Monday, December 03, 2012

Meditando con los santos y beatos del día: SAN FRANCISCO JAVIER


Hoy la iglesia se viste de colores ignacianos para celebrar la fiesta de SAN FRANCISCO JAVIER, que muriera santamente en la noche del 2 al 3 de diciembre de 1552 en la isla de Sancian, al frente de China. Nacido el año 1506 en el castillo de Javier, Navarra, España, fue religioso sacerdote de la Compañía de Jesús, compañero y colaborador de San Ignacio de Loyola en la fundación de esta Orden y misionero en la India y Japón. En 1622 el Papa Gregorio XVI lo inscribió en el libro de los Santos, junto con Ignacio de Loyola, Teresa de vila, Felipe Neri e Isidro el Labrador. En 1748 el Papa Benedicto XIV lo declaró patrono de la India, en 1904 Pío X lo proclamó patrono de la propagación de la Fe, y en 1927 Pío XI lo nombró patrono de las misiones. Unidos, pues, a todos los que llevan el mensaje del Evangelio a los rincones más lejanos del mundo, brindemos nuestro cálido aplauso a San Francisco Javier.
Meditación
: QUERIDO SAN FRANCISCO JAVIER: recordar tu vida es recordar a uno de los misioneros más grandes de la Iglesia Católica. Como estudiante en la célebre universidad de París, haces amistad con Pedro Fabro e Ignacio de Loyola, compañeros que influirán decididamente en tu vida. La tenaz palabra de Ignacio que con frecuencia te repetía fue transformando tu corazón: -"Javier, Javier, ¿de que te sirve ganar el mundo entero si luego pierdes tu alma?. Unos ejercicios espirituales motivaron tu integración definitiva al grupo de amigos, germen de la Compañía de Jesús. Colaboras con Ignacio en la fundación de la orden, pero un golpe de la gracia te llevó por mares lejanos. En reemplazo de uno de los designados, partes inesperadamente a la India en donde floreces de manera extraordinaria. Aquí estudias la lengua, costumbres y religión del país y buscas colaboradores locales. Fundas centros misioneros y comunidades cristianas que pudiesen funcionar por sí solas aún después de tu partida. Pero estando aquí te llegó la noticia del descubrimiento de Japón. Tu sangre hecha ya para la Mayor Gloria de Dios no te dejó tranquilo hasta que llegas a esa "tierra nueva". Pero deseoso de más y más, aparece una nueva meta: la inmensa China. Con gran fatiga Llegas hasta sus orillas, pero en otra orilla ya te esperaba tu Señor. Tenías solo 46 años. San Francisco Javier: te recordaremos siempre como el hombre de temperamento sanguíneo y colérico, inclinado al optimismo y a la depresión. Gentilhombre, tanto por nacimiento como por carácter. Experto en filosofía escolástica, sincero devoto de la Virgen María y del apóstol Santo Tomás. Tuviste al demonio como tu diario adversario. Entusiasta y valeroso, considerado como santo desde el día de tu llegada al oriente, mundo al que adaptas admirablemente el mensaje de Dios. Aun hoy nos beneficiamos de tu extraordinaria labor.

Radio vaticano

San Francisco Javier

 de la Compañía de Jesús (Jesuitas) (siglo XVI)


Nombre:
Francisco 
Significado:
El francés, del italiano
Género:
Masculino
Fiesta:
3 de Diciembre
Nacimiento:
7 de Abril de 1506. Javier, Navarra, España
Muerte:
3 de Diciembre de 1552. Shuangzhong, China 
Proceso:

Fue beatificado el 25 de Octubre de 1619 por Pablo V
Fue canonizado el 12 de Marzo de 1622 por Gregorio XV 

Nació en 1506 en la localidad navarra de Javier (España). De familia pudiente, cursó sus estudios en la novedosa universidad de París. Allí coincidió con Íñigo de Loyola, quien minará el ánimo estudiantil de Javier para convencerle finalmente de la temporalidad de los bienes terrenales (“Javier, de qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma”) y de la ingente labor que quedaba para hacer llegar el menaje de Cristo a todos los pueblos. De arrolladora energía, trabaja en la fundación de la Compañía de Jesús (los Jesuitas) e inicia una incansable labor de evangelización. Su periplo le llevará por medio mundo, desde el cabo de Buena Esperanza hasta La India o El Japón, dejando profuna huellas en todas las ciudades que pisó. Deseoso de seguir difundiendo el mensaje de Jesús, muere a las puertas de China tal día como hoy en 1552. Es patrón de las misiones y de la Comunidad Foral de Navarra.

Vida y milagros de San Francisco Javier

Tierras del lejano Oriente conocieron la figura de Cristo y millares de sus gentes le siguieron gracias al sobrehumano esfuerzo apostólico de Javier, apoyado por la corona portuguesa y animado con el aliento del papado.

Las dificultades de las comunicaciones fueron la causa de que la noticia de su muerte llegara a Roma con tres años de retraso. Cuando acariciaba el sueño de entrar en China, en la isla de Sancián, dentro de una cabaña de ramas y arcilla, enfermo de pulmonía, moría Javier con sólo cuarenta y seis años.

Fue canonizado el 12 de marzo de 1622 junto con San Ignacio de LoyolaSan Felipe NeriSanta Teresa de Jesús y el santo de Madrid, San Isidro Labrador. ¡Buen grupo formado por cuarteto español y solista italiano!

Es patrono de las misiones en Oriente y comparte el patronato universal de las misiones católicas con Teresa de Lisieux.

No se sabe con qué pretensión pusieron algunos tanto énfasis en tacharlo de aventurero, poco constante e impetuoso temerario. Puede que juzgue así el tibio, el envidioso o el indiferente, pero no pasarían más allá de unas afirmaciones sin fundamento. Quizá sólo sea el afán de originalidad en el ejercicio de la crítica "ilustrada", o la búsqueda del nombre propio, o la concepción del apostolado concebido por algunos de modo tan particular que se torna exclusivo y excluyente del que hacen los demás, como si el soplo del Espíritu tuviera que estar controlado por su esquema personal. De todos modos, siempre han existido los "prudentes" y hasta los ha habido "muy prudentes" quienes, lógicamente, han corrido el riesgo de que otros llamaran a su prudencia pereza, y a su mucha prudencia cobardía; porque, puestos a pensar, siempre ha habido para todos los gustos ¿verdad? Después de todo, las cosas no son como a uno les gustaría verlas, sino como son; y a fuer de sinceros, Javier es santo ante Dios y ante los hombres, mientras que sus detractores, sólo dijeron cosas.

Javier pertenecía a una familia navarra de clase. Su padre, don Juan de Jassu, es doctor por Bolonia en ambos derechos y experto en negociaciones políticas entre reyes y reinos. Su madre es María de Azpilcueta, de la casa solar del valle del Baztán, heredera de la posesión de Javier. El hijo nació el día 7 de abril de 1506 en el castillo de su familia, cuando aún no se habían ido al traste las instituciones políticas, ni se había arruinado el castillo familiar.

París le conoció como alumno y le poseyó como maestro en el período de once años (1525-1536). Reside en el colegio de Santa Bárbara, patrocinado por el rey de Portugal. Se gradúa en Letras, es licenciado en Filosofía y hace los estudios teológicos hasta el año 1536 con la salsa de luchas intelectuales avivadas por el protestantismo naciente que encontró una de sus principales barreras en la universidad de París.

El contacto con estudiantes como el saboyano Cornelio Fabro y el valenciano Juan de la Peña produce un cambio de esquema en su mente, abriendo el campo de sus aspiraciones eclesiásticas terrenas a otro nivel superior en el que entra ya la aspiración a la santidad. Si se añade como colofón el trato con Iñigo de Loyola se entiende mejor la transformación, a pesar de que la distancia en cuestiones políticas entre Ignacio y Javier fueran diametralmente opuestas.

Hace los primeros votos en Montmartre el 15 de agosto de 1534. Luego está en Roma con el fundador, haciendo unos meses de secretario. Recibe la ordenación sacerdotal en Venecia, el año 1537 y destaca por su afán de santidad y disponibilidad para el apostolado.

Un día interviene el embajador lusitano, Pedro Mascareñas, y hay revuelo. Venía orientado desde París donde le dijeron que aquél incipiente grupo de seguidores de Ignacio tiene la garra y carisma suficiente para colmar las aspiraciones del rey de Portugal, don Juan III, quien tiene en ese momento proyectos de atender, consolidar y extender sus posesiones de Ultramar, tanto en las Indias como en Brasil.

Como el papa Paulo III acepta el plan y lo apoya, no hay mucho más que hablar. Javier pasa un año en Portugal para familiarizarse con la lengua y las costumbres, sin que pase desapercibida su presencia y trabajo en la Corte, logrando por méritos propios la confianza del rey y sus ministros.

Al embarcar para Goa lleva amplísimas facultades que le facilitarán la realización de su labor sin trabas; es legado papal y nuncio por breves pontificios expedidos en la Curia y lleva, además, el encargo oficioso del rey para poner orden y concierto en los asentamientos ya instalados.

Parte en 1542; después del gran éxito en Goa durante cinco meses, extendió su labor al sur de la India y a Ceilán (hoy Sri Lanka), donde convirtió a decenas de miles de personas; también en Malabar, Travancor, y Meliapur. En 1545 Malaca verá su figura enseñando el catecismo predicando por todos sitios; buen púlpito serán las plazas y las calles. Misionero sin límites geográficos irá a las islas Amboino, Cerán, Ternate, Tidoro y las islas del Moro. No lo tendrá fácil -a pesar de sus papeles y credenciales- con las dificultades y obstáculos que le ponen los mercaderes en Ceilán. No siempre y todo es llegar a gentes nuevas; a veces regresa y visita las comunidades primeras, compone catecismos, reagrupa a los cristianos, hace lo que puede para organizarlos y dejarlos preparados para que los pueda atender el clero que viene detrás. Es el primer misionero del Japón, cuando pisa Kagoshima en agosto del 1549, acompañado de otro jesuita y un hermano lego; después de aprender japonés durante un año, la táctica es la misma, predicación sencilla del evangelio con paciencia y caridad. En 1551, cuando abandonó Japón, había fundado una pujante comunidad cristiana. A veces hubo bautismos en masa, porque su impaciencia divina provoca una conmoción espiritual. Le llegó el nombramiento de Provincial cuando estaba en estas lides evangelizadoras.

Embarcado para Sancian (Shuangzhong), le animaba la esperanza de llegar a la China; joven le pilló el cariño de Dios, que fue siempre su patrón, cuando le llamó. Año 1552. Su cuerpo incorrupto se conserva en Goa, en la iglesia del Buen Jesús.

Los misioneros van en las manos de Dios como Francisco Javier, llamado el Apóstol de la Indias; con la confianza puesta en el soplo del Espíritu; si las velas están desplegadas y el soplo es fuerte, se llega pronto y a muchos.

santopedia

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