Wednesday, March 06, 2013

Latinoamérica: El padre Pepe vuelve a “Baires”


PEPE CON BERGOGLIO (FOTO JULIÁN BONGIOVANNI )

Hace dos años, las amenazas de los narcos lo obligaron a trasladarse al norte de la Argentina. Ahora, el sacerdote José María Di Paola vuelve a Villas Miserias con la bendición del cardenal Bergoglio

GIANNI VALENTEROMA
Duró poco más de dos años la ausencia forzada del padre José María (Pepe) Di Paola de las Villas Miseria de Buenos Aires, el conjunto de viviendas lleno de inmigrantes argentinos y extranjeros que se han diseminado incluso en el corazón opulento de la metrópolis sudamericana.

El domingo pasado, después de un periodo como cura de provincias en Campo Gallo (Santiago del Estero), el sacerdote porteño celebró su primera misa en la capilla de Nuestra Señora del Milagro, entre los callejones de Villa La Carcova, en el área municipal de San Martín. Le ha sido confiado el cuidado pastoral de otras tres Villas que se encuentran a lo largo del Río Reconquista, el segundo más contaminado del país.


El padre Pepe (de mirada abierta, energía volcánica y alegría contagiosa) retomará la que considera su misión en la Iglesia: hacer que viva el Evangelio entre los villeros, promover en el corazón de las Villas una trama de vida cristiana que aleje a los niños y a los jóvenes del asedio de la droga y de la marginalidad.


En la primavera de 2010, Pepe y otros del Equipo de Curas Villeros, los sacerdotes que viven y actúan entre los habitantes de las Villas, difundieron un documento para denunciar que los narcotraficantes estaban inundando las Villas con el “paco” (sustancia mortal hecha con los desechos del proceso para fabricar cocaína). Después de la denuncia, los traficantes respondieron que ya había una bala lista para Pepe. Con las amenazas, la situación del sacerdote se vio envuelta por una presión mediática insostenible. Por lo que la decisión de alejarse de los reflectores pareció la mejor y más razonable, sobre todo para tratar de que disminuyera la tensión y evitar poner en peligro las iniciativas de asistencia para los chicos de las Villas. Y también porque a Pepe le queda chica la etiqueta del “sacerdote valiente”, comprometido 24 horas al día con las emergencias sociales. En esta situación se pueden encontrar algunas características del catolicismo latinoamericano, a menudo deformadas por el juego de frases hechas y de los lugares comunes.


El cardenal Bergoglio siempre los ha apoyado. Según su opinión, los padres villeros encarnan la vocación misionera alejada de la retórica que la última Asamblea de los obispos latinoamericanos propuso para todos desde Aparecida (y llamando a la conversión pastoral sobre todo a los sacerdotes y a los obispos).

En las Villas, a través de Pepe y compañía, la Iglesia muestra a todos el rostro «de la proximidad y de la misericordia», según repite bastante a menudo el purpurado jesuita. El mismo rostro que se muestra en las iniciativas pastorales con las que la arquidiócesis bonaerense trata de facilitar el bautismo de los que (niños, muchachos y adultos), por diferentes circunstancias que se han creado con el nuevo contexto de la secularización, no han podido hacerlo. Porque, según Bergoglio, el nuevo rigor clerical acaba por «alejar al pueblo de Dios de la salvación».

Vatican Insider

No comments: