Histórica declaración de perdón, sin paliativos, de los legionarios a todas las víctimas de la congregación
Eduardo Robles Gil, nuevo director general. El Papa impone a Arrieta y Sabadell como consejeros
(Jesús Bastante).- Parecía posible, peroFrancisco lo ha conseguido. El Papa logra "refundar" la Legión de Cristo, eligiendo un consejo general afín a las víctimas y a larenovación profunda de la institución, y promoviendo una histórica declaración en la que, por vez primera, la congregaciónrompe definitivamente con Marcial Maciel, condena su conducta sin ningún tipo de paliativos, así como la reacción de la orden, de ocultación, mentiras y falta de misericordia durante años.
El Capítulo General, además, eligió al mexicano Eduardo Robles Gil, uno de los miembros de la comisión de acercamiento a las víctimas de Maciel, como nuevo director general. La votación se produjo el 20 de enero, pero no se pudo hacer pública hasta que el propio Papa confirmara los resultados e hiciera las modificaciones oportunas. Éstas llegaron esta mañana, cuando José Rodríguez Carballo indicó algunas elecciones, confirmó otras e impuso, personalmente, a dos de los legionarios más abiertamente partidarios de la refundación como consejeros generales: Juan María Sabadell (quien publicó en RD una petición de perdón, en la que se ha basado el comunicado oficial de la Legión) y Juan José Arrieta, quien también será vicario general.
Junto a ellos, han sido elegidos consejeros generales los Padres Sylvester Heereman(Alemania), y Jesús Villagrasa (España). El Capítulo General, además, eligió Administrador General al P. José Cárdenas(México) y Procurador General al P. Clemens Gutberlet (Alemania).
Una refundación en toda regla, aunque oficialmente no se llame así, y que se plasma en una declaración de diez puntos en el que se rompe "de manera conclusiva" conMarcial Maciel, se denuncian sus "gravísimos y objetivamente inmorales" del fundador de la congregación, y se afronta el futuro sin él y con el compromiso de trabajar por una Legión más acorde a los nuevos tiempos, con una "profunda revisión" del carisma, la formación y el ejercicio de la autoridad. Y con una sonora petición de perdón a las víctimas, sin paliativos. A las de Maciel y a las de la propia estructura de la Legión.
En la nota se reconoce que "nuestra congregación religiosa habría podido desaparecer", y que "la ayuda de la Santa Sede fue imprescindible para descubrir cómo la personalidad y el modo de actuar del P. Maciel estaban afectando a nuestra congregación religiosa".
"Sabemos que éste es el inicio de un camino y que nos queda mucho por hacer", afirman. "Todo esto exige no sólo un cambio de textos legislativos, sino una conversión continua de mente y corazón", reconocen. "Estamos comprometidos a continuar con humildad este proceso de renovación y conversión", aseguran.
Sobre Maciel, la Legión es especialmente dura. Y no deja ningún acto sin condenar. "Hemos considerado los comportamientos gravísimos y objetivamente inmorales del P. Maciel que merecieron las sanciones que en su momento la Congregación para la Doctrina de la Fe justamente le impuso. Nuestro fundador falleció en 2008 y suplicamos para él la misericordia de Dios. Al mismo tiempo queremos expresar nuestrohondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros. Nos resulta incomprensible la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe mientras ocultaba estas conductas inmorales. Todo esto lo reprobamos firmemente. Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del P. Maciel y hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas", afirma la declaración.
Pero tampoco se salva la propia congregación, ni sus hasta ahora máximos responsables. "Reconocemos con tristeza la incapacidad inicial de creer los testimonios de las personas que habían sido víctimas del P. Maciel, el largo silencio institucional y, más adelante, los titubeos y errores de juicio a la hora de informar a los miembros de la congregación y a las demás personas. Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y desconcierto de muchos", reconoce la Legión.
La Legión confirma que "no puede proponer al P. Maciel como modelo ni sus escritos personales como guía de vida espiritual. Reconocemos su condición de fundador. Sin embargo, una congregación religiosa y sus rasgos esenciales no tienen origen en la persona del fundador; son un don de Dios que la Iglesia acoge y aprueba y que después vive en el instituto y en sus miembros", explica.
La Legión reconoce también que "una comprensión inadecuada del concepto de fundador, la exaltación excesiva y la visión acrítica de la persona del P. Maciel nos llevó muchas veces a dar un valor universal a sus indicaciones y a aferrarnos demasiado a ellas. Por esto, en la revisión de las actuales constituciones, una de las tareas principales ha sido separar lo que realmente expresa el patrimonio carismático de nuestra congregación de otros elementos accidentales. Además hemos asegurado la conformidad de todo nuestro derecho propio con las normas universales de la Iglesia. Lostres años del proceso de revisión han sido semejantes a un prolongado examen de conciencia comunitario para descubrir y purificar lo que en nuestro comportamiento personal e institucional no era propio de la vida religiosa. Constatamos algunas tendencias que han ofuscado la comprensión de nuestro carisma, entre otras cosas, la falta de una mayor inserción en la Iglesia local y una insistencia desmedida en el propio esfuerzo, la eficacia humana, el prestigio externo y el cumplimiento de normas minuciosas".
En la declaración se reitera en varias ocasión la petición de perdón a todas las víctimas y personas afectadas por el fundador, así como a todas las personas cuyo "dolor y desconcierto" aumentó por las deficiencias en el proceso, y a quienes han dejado la congregación "si no los hemos escuchado y acompañado evangélicamente". Recoge un balance de la Comisión de acercamiento, que atendió los doce casos que se le presentaron, y que ha concluido su trabajo. La congregación "le pide al nuevo Gobierno que mantenga este compromiso de seguir buscando la reconciliación".
El comunicado recoge además las conclusiones del informe realizado por la Comisión para el estudio y revisión de la situación económica de la Congregación de los Legionarios, presentado por Mons. Mario Marchesi, que subraya que en las auditorias internas y externas "no se han encontrado malversaciones de dinero u otras irregularidades en los ejercicios fiscales revisados".
Los legionarios de Cristo expresan en el punto 10 de la declaración un agradecimiento profundo a quienes han hecho posible este proceso de renovación, especialmente la Iglesia y al Papa, al Cardenal Velasio De Paolis y sus consejeros, a todos los legionarios de Cristo, "especialmente a aquellos sacerdotes mayores que durante tantos años nos han ofrecido un ejemplo de autenticidad y de entrega a la misión", a los miembros de Regnum Christi y a todas las personas "que nos han acompañado estos años con su oración y caridad", dicen
"Los sucesos de estos años marcarán la identidad y la vida de nuestra congregación", asegura la declaración, que afirma: "A la luz de la Providencia divina podemos acogerlos, afrontarlos y transformarlos en eslabón para una nueva etapa de nuestra historia".
En definitiva, un gran paso adelante para la supervivencia de una congregaciónsin su fundador, sin su carisma personal y arrastrando el peso de un pasado marcado por la injusticia, los abusos, el silencio y la destrucción de muchas personas. Un paso adelante forzado por la voluntad de muchos de los que hoy siguen en la Legión, por los que la abandonaron en su día, por los que denunciaron -frente a viento y marea- losabusos del pederasta Marcial Maciel y por las víctimas. Y, cómo no, por un Papa que parece haber superado su primer gran desafío.
El comunicado íntegro puede leerse aquí:
Legionarios de Cristo ¿Error de Francisco?
La designación del nuevo gobierno de la congregación de los Legionarios de Cristo despierta esperanza entre los miembros de ese instituto. El nuevo director general es un hombre conciliador y prudente quien fungirá como el quicio propicio para refundar, como se ha expresado en un comunicado que ha dado la vuelta al mundo.
Creo que ese comunicado es una expresión sincera de lo que la Legión quiere después de un doloroso tránsito. Primero confirma una adhesión completa al Santo Padre declarando, sin objeciones, que la congregación hubiera “podido desaparecer” y, analizado su carisma, la autoridad y la formación, la Legión de Cristo se reestructura para dar golpe de timón y salir del océano del pecado que hubiera conducido a la extinción.
Cuando Francisco fue electo, se rumoró que algunos buenos cardenales le habrían sugerido tomar el nombre de Clemente en revancha por aquel quien suprimió a la Compañía de Jesús. Y hoy se alzan las voces feroces, más que eso, rugidos que dicen que Francisco cayó en error al ratificar el nuevo gobierno de la Legión y no haber acabado con la congregación. Benedicto XVI y Francisco dieron luces muy esclarecedoras sobre el bien que ese instituto hace a la Iglesia. Ni el guardián de la fe ni el Papa renovador dieron la firma para extinguir satisfaciendo el hambre de venganza de muchos que ven a los legionarios como mafia y corrupción. Es muy cómodo pensar así, pero sería contradictorio con el espíritu mismo de revolución de Francisco. Y es un voto de confianza también porque, si hay conversión sincera, entonces no hay pecado que no pueda ser perdonado.
¿En justicia? Sí, la Legión de Cristo deberá responder por lo que sea responsable en cuanto a la comisión de actos irregulares, pero el reconocimiento de sus pecados y enterrar a Marciel Maciel, confiándolo a la misericordia divina, es un gesto tremendo de humildad y de valentía para hundir el bisturí en una llaga que aún mana pus y sangre. Hay que sanar para vencer autosuficiencia, elitismo y exclusivismo, vencer el clericalismo y abundar en el verdadero significado de Iglesia que no se reduce a una congregación. Preservar a los Legionarios de Cristo no ha sido un error papal; es, por el contrario, un gran acierto que demuestra la gran realidad del pecado y el infinito amor que Dios puede tener por su Iglesia, siempre y cuando haya genuina disposición para cambiar las cosas porque “Dios es más grande que nuestro pecado y nos ama gratuitamente, siempre, y que estamos hechos para la comunión y para la vida eterna. ¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza!” (Francisco, mensaje para la Cuaresma 2014). Y esa es una lección para esta congregación: Ahora se refundan en la misericordia y la esperanza de ser Legionarios de Cristo simplemente.
Guillermo Gazanini
Sursum corda
RD
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