Una rara fotografÍa del día en que el próximo beato fue investido con el título de “Monseñor”
ALVER METALLIBUENOS AIRES
La foto de época que publicamos reproduce un momento importante en la vida del personaje que se encuentra en el centro: el padre Romero recibe el nombramiento de “monseñor”, tras 25 años de sacerdocio. Es un título que en América Latina, carente durante mucho tiempo de cardenales, adquirió un peso mayor que en otras partes del mundo. Romero –a quien la Iglesia proclamará beato el 23 de mayo próximo- será recordado desde aquel momento ni más ni menos que como “el monseñor”, casi sin necesidad de aclarar el apellido, o “Monseñor Romero”, como se lo conoce ya en todo el mundo.
La fotografía es del 4 de abril de 1967, día en que le fue conferido el título, o inmediatamente posterior, durante el festejo que siguió a la ceremonia religiosa. En la foto, descolorida por el tiempo, Romero tiene en brazos un cordero, símbolo del buen pastor, y está rodeado por algunos invitados –sobre todo jóvenes que se han puesto en pose junto a él- de la sociedad de San Miguel, la localidad donde se encuentra el seminario al que Óscar Arnulfo asistió desde los 13 años. La imagen no muestra el rol que acaba de tener la niña de cabello largo que se encuentra a la izquierda de Romero, quien ha debido acomodarse después de haberle entregado el cordero.
El sitio web SuperMartyrio, que publica la foto, buscó a la jovencita. Se llama Sonia Sosa y vive en Pasadena, California. Aquel día Sonia tenía apenas 9 años, que ahora son 56. Desde la fiesta en el cine Gavidia de San Miguel nunca más volvió a ver a monseñor Romero. Ni vivo ni muerto. Y tampoco había visto la foto de la que ella forma parte hasta que su hija se la mostró en el blog Super Martyrio donde la descubrió inesperadamente.
Contactada por el director, Carlos Colorado, Sonia Sosa relató emocionada las circunstancias que vivió aquel día. Uno de los muchos recuerdos que compartió es que asistía al catecismo con Romero y recibió de sus manos la Primera Comunión. También habló de la amistad del padre Romero con su familia, que era dueña de una fiambrería en el pueblo. Romero, que vivía detrás de la iglesia de Santo Domingo, en el barrio de La Cruz, visitaba a menudo a la familia de Sonia y en especial era amigo de la abuela Emérita de Sosa. Precisamente fue la abuela quien tuvo la idea de regalarle un cordero cuando recibió el título de monseñor.
La foto que publicamos, tomada de Super Martyrio, es rara porque –como recuerda la misma Sonia- después del asesinato de Romero en marzo de 1980 muchas personas que lo conocían escondieron o se deshicieron de las fotografías que tenían con él, por miedo a la represión militar o a los grupos paramilitares.
Vatican Insider
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