El Programa Alimentario Mundial (PAM) ha efectuado un primer envío de diez toneladas de alimentos para socorrer a miles de familias golpeadas por las inundaciones.
El 90% de la población ha quedado afectada por los aluviones. Para las próximas semanas, -ha informado el diario de la Santa Sede, “L’Osservatore Romano”, se mandarán envíos de ayuda todavía más consistentes. Desde el mes de noviembre el PAM ha asistido a 115 personas en Bolivia.
Recientemente, el presidente boliviano Evo Morales ha prometido iniciativas estructurales para impedir que, en futuro, el país pueda tener consecuencias así gravosas en caso de inundaciones. La situación más grave ha tenido lugar en el departamento de Amazonas de Beni, donde más de 22 mil personas se han visto forzadas a abandonar sus casas. Según las autoridades, las aguas han empezado a descender, pero muchas partes de Bolivia todavía están consideradas zonas de riesgo.
El promedio de crecida en estos torrentes es de 10 a 15 centímetros diarios. Varias familias sobreviven a las inundaciones refugiándose en capillas y templos de sus localidades, informa Infodecom, que añade que varios niños pasan el día “jugando sobre el agua” que ha inundado todo y que trae junto a las aguas el riesgo de enfermedades.
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